El libro de Noé es un apócrifo que se encontró en la introducción de un tratado medico hebreo llamado el Libro de Asaf proveniente de la Italia bizantina del siglo IX o X. Las semejanzas con Jubileos (especialmente Jub 10,1-4) así como sus extrapolaciones hacen pensar a M. Himmelfarb que la fuente del autor del Libro de Noé es un texto antiguo del cual Jubileos bebió. El texto señala que el ángel Rafaél le da a Noé un libro donde se prescribe los remedios contra las enfermedades y dolores que han afectado a los descendientes de Noé. Y es que debido a los errores cometidos por estos, e incitados por los malos espíritus (descendientes de los gigantes de acuerdo a Jub 10,5), estos últimos han originado estas enfermedades. El objetivo de los malos espíritus es destruir a todos los seres humanos (2). Entonces Noé santificó sus hijos y a los miembros de su casa. Se acercó al altar y ofreció sacrificios, y oró a Dios y le suplicó (5) (Jub 10,3-6). Como respuesta a las oraciones y sacrificios de Noé, Dios ha enviado a los ángeles de la presencia y a Rafael para poner en prisión a la mayoría de los malos espíritus y para que así no siguieran corrompiendo a los seres humanos (6). Sin embargo, el ángel dejó libres a un décimo de los espíritus, quienes continúan atacando a los hombres malos delante del Príncipe Mastemah, castigándoles, y afligiéndoles con todo tipo de enfermedades (8) (Jub 10,1-2.10). Es entonces que Rafael le da a Noé el libro con los remedios para las enfermedades humanas. Esta medicina es natural, teniendo su base en árboles de la tierra, vegetación del suelo y sus raíces (9) (Jub 10,12). Además de Rafael, otros ángeles también fueron enviados a Noé para darle recetas medicinales, las que el patriarca anotó en un libro que posteriormente dio a su hijo mayor Shem (11). Para más detalles: The Book of Noah, (Trad. Martha Himmelfarb) en: Old Testament Pseudepigrapha, p. 40-45.
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