Hablemos algo más de la visión más universalista del judaísmo del cambio de era. ¿Tenía el proto-rabinismo un carácter misionero? Algunas fuentes cristianas primitivas nos dan algunos datos al respecto. La existencia de judíos-cristianos que urgían a los prosélitos gentiles a circuncidarse y la competencia entre judíos y cristianos por conversos y simpatizantes son algunos datos que arrojan estos textos. En efecto, no existe evidencia que los cristianos judíos estuvieren en contra de la misión a los gentiles. La disputa estaba en torno a los términos en que estos entraban a la comunidad de los seguidores del Mesías. ¿Quién tiene que obedecer la Ley? ¿Cuánto de la Ley ha de obedecerse? Esas eran las preguntas candentes en las primeras décadas. Pero la misión a los gentiles no entrá en cuestión. Ya en Flp 1, 15-18 se da a entender la existencia de una misión judía-cristiana en la diáspora y compuesta por los seguidores de Pablo. Lo mismo se intuye de Hch 15, 1-5 y de Gal 6, 12. El mismo Pablo habla de la oposición que experimentó en Antioquia y otros lugares (Gal 2,4. 11-12; 5, 10.12; 2Cor 11,5; 12, 11; Flp 3,2) por grupos que imponían la circuncisión a los gentiles, pero que no se oponían a la actividad misionera. Ahora bien, ¿podemos calificar estas misiones de proselitismo judío? Esta es una pregunta no fácil, pero que en el caso de quienes exigían la circuncisión podemos responder afirmativamente. La diferencia, en todo caso, radica en que para Pablo los adherentes a Cristo ya eran de por sí iniciados, mientras que para sus rivales el paso desde el ser adherente a iniciado pasaba necesariamente por la circuncisión. La discusión entre ambos grupos es, a todas luces, una discusión intra judeo-cristiana.
Otro texto interesante es la carta a los Colocenses donde Pablo (o algún discípulo cercano) se entraba en una disputa con algún grupo de judíos visionarios que abogaban por la contemplación de los ángeles, algo parecido a las prácticas que encontramos en los Cánticos del sacrificio sabáticodel Qumrán. En Col 2, 16-17 menciona la fórmula de festivales, lunas nuevas, y sábados como lo que define a estos visionarios. Es la misma que ocurre en los LXX y que representa los mandamientos de la Torá. Por lo tanto, cristianos y judíos visionarios se disputaban la influencia sobre un grupo de gentiles que componía la comunidad. Y de nuevo se repite la insistencia paulina de que no es necesaria la observancia de la Ley para ser un iniciado (3,11).
La propaganda misionera en algunos grupos judíos no puede, sin embargo, llevarnos a creer que esta era una práctica general. Tal como hemos visto en el caso de Josefo o Filón, o en escritos rabínicos, la política más liberal pudo haber sido aceptar a los gentiles, incluso instruirlos para que entren al pueblo de Dios, pero rara vez a iniciativa de los propios judíos, sino más bien de los mismos gentiles. Crossing over Sea and Land.p.133- 155.
Otro texto interesante es la carta a los Colocenses donde Pablo (o algún discípulo cercano) se entraba en una disputa con algún grupo de judíos visionarios que abogaban por la contemplación de los ángeles, algo parecido a las prácticas que encontramos en los Cánticos del sacrificio sabáticodel Qumrán. En Col 2, 16-17 menciona la fórmula de festivales, lunas nuevas, y sábados como lo que define a estos visionarios. Es la misma que ocurre en los LXX y que representa los mandamientos de la Torá. Por lo tanto, cristianos y judíos visionarios se disputaban la influencia sobre un grupo de gentiles que componía la comunidad. Y de nuevo se repite la insistencia paulina de que no es necesaria la observancia de la Ley para ser un iniciado (3,11).
La propaganda misionera en algunos grupos judíos no puede, sin embargo, llevarnos a creer que esta era una práctica general. Tal como hemos visto en el caso de Josefo o Filón, o en escritos rabínicos, la política más liberal pudo haber sido aceptar a los gentiles, incluso instruirlos para que entren al pueblo de Dios, pero rara vez a iniciativa de los propios judíos, sino más bien de los mismos gentiles. Crossing over Sea and Land.p.133- 155.