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La correlación y la transferencia de propiedades entre la Torá y la Sabiduría (Sirac, 1Enoc, Qumrán)

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¿Cómo se relaciona la ley universal o ley natural con la ley particular que emana a través de la revelación sinaítica? Se dan tres respuestas en el seno del judaísmo. La primera de ellas es establecer una especie de identidad entre ambas, la voz de Dios en las leyes positivas dadas a Israel no se contradice con su voz en el orden de la creación. Esta identidad se realiza en el Sirac, 1Enoc y Qumrán, estableciendo una fuerte correlación entre la Torá y la sabiduría, o bien, entre la Tora y la razón, transfiriendo así propiedades de un lado a otro. Veamos en primer lugar como se da esta estrategía en el Sirac. En este libro (16, 24-17, 14) se dice que la sabiduría de Dios se manifiesta en la creación, y que el conocimiento progresivo continua a través de la instrucción, de la ley, de la alianza, del juicio y la justicia que se dan a los hombres. Por otra parte en el capítulo 24 la sabiduría se presenta a sí misma de una manera viva, atractiva, y termina identificándose con la Ley (24,23). Si bien el espacio de la Torá no es el mismo que el de la creación, ambos (Torá y creación) se topan en cuanto se relacionan con la sabiduría. En otras palabras, la sabiduría se identifica por un lado con la Torá y por otro con la creación, convirtiéndose en un puente entre ambos conceptos. La identificación que Ben Sira hace entre la sabiduría y la Torá convierte a la primera en un don exclusivo de Dios para Israel que se enmarca en un contexto histórico determinado. Encontramos frases como: Si deseas la sabiduría, guarda los mandamientos, y el Señor te la concederá (1,26); Reflexiona sobre el respeto del Altísimo y medita sin cesar sus mandamientos:él te dará la inteligencia y según tus deseos te hará sabio (6, 37);  Quien respeta al Señor obrará así, observando la Ley alcanzará la sabiduría (15,1); Respetar al Señor es síntesis de la sabiduría, cumplir su Ley es toda la sabiduría (19, 20). Para más detalles: What´s Divine about Divine Law,  p.94-97.

En el 1Enoc las leyes que regulan el cosmos no son manifestación de un logos inherente a la naturaleza, más bien son mandamientos dados por Dios para regular el cosmos. En el 1Enoc, lo mismo que en Jubileos, las ordenanzas divinas estan escritas en las tablas celestiales. Más específicamente hablando, los variados elementos naturales son movidos por ángeles que siguen ordenes de Dios (60,11-22; 66,1-2; 69, 21-25). Las leyes impuestas al cosmos son muy firmes, y si las fuerzas de la naturalez o los cuerpos celestiales eligen el desobedecer, entonces son castigados (21, 1-6; 80, 16). En el 1Enoc la sabiduría sirve de puente que habilita a las regularidades cósmicas a influir sobre las normas que guían la conducta humana. En 1Enoc 82, 1-3 la sabiduría se refiere al conocimiento  de los cuerpos celestiales y a la formación del conocimiento relacionado con los calendarios. El concepto de la ley  es, aunque no de manera exclusiva, entendido como el orden universal y comprensivo de la creación. En 1Enoc 80,7-8 explícita que la trasgreción de los mandamientos de Dios por los cuerpos celestiales y las fuerzas de la naturaleza es un correlato al error, la trasgreción, y el mal en la tierra. Esto implica una correspondencia profunda entre los mandamientos de Dios para el universo y los mandamientos éticos de Dios para la humanidad (1Enoc 2, 1-2; 5, 2-4). Para más detalles:  What´s Divine about Divine Law,  p. 98-101.

Por último veamos el caso de la literatura del Qumrán donde el ordén cósmico guarda un correlato con la Ley revelada a través de Moisés. La Torá en el Qumrán se refiere a la ley mosaica, al Pentateuco, y a las escrituras hebreas como un todo. Las mitzvah se refieren a los mandamientos de la Torá, los términos hoq y mishpat pueden referirse no sólo a la Torá sino que también al orden cósmico, a la ley del tiempo, y al orden de todas las cosas creadas. Veamos el siguiente texto (1QS 3, 15-17): Porque el Dios del conocimiento teje todo lo que es y llegará a ser. Antes de que ellas existan El ha establecido por completo su diseño. Y cuando ellas han llegado a ser, al tiempo predestinado, ellas van a ejecutar su trabajo de acuerdo a su glorioso diseño, sin alterar nada. En Sus manos están las leyes de todas las cosas y Él las mantiene en todos sus asuntos. El mundo es gobernado por un establecido y ordenado plan divino presente incluso antes de la creación. En este marco, el concepto de ley implica tanto el orden cósmico y la ley de Israel. El orden divino y las estipulaciones inherentes a la creación y dadas a Israel son entendidas como una unidad. De este modo, era natural para la comunidad organizar su vida en una conformidad básica y escrupulosa harmonía entre la Torá y la creación. El organizar la vida de la comunidad en conformidad con las leyes de la Torá y de la creación implicaban no solamente que los terminos legales eran usados en referencia al orden natural, sino que también los detalles de los mandamientos escritos de la Torá eran elaborados y desarrollados a la luz de lo que la secta percibía como las realidades objetivas del orden natural. Los hombres del Qumrán creían que existía una realidad objetiva y verdadera, la cual se podía conocer desde la observación empírica (CD 12, 14-15), pasando por  el calculo fiable que deriva de la revelación divina (jubileos, calendarios, etc) (CD 4,21), o a través de alguna revelación especial de las realidades cósmicas, sus regularidades, y sus ritmos matemáticos (1QS1, 14-15). Dios ha revelado la Torá en conformidad con esta realidad objetivable. Estos principios son semejantes a lo que encontramos en Jub donde el calendario fue establecido en el momento de la creación, cuando el Sábado fue señalado como signo de todos los trabajos de Dios (Jub 2,1). Desde el comienzo de los tiempos los ángeles más eximios han seguido los sábados (Jub 2, 17-18) y el festival de las semanas (Jub 6, 17-18). Así como los ángeles han observado el Sabado y los festivales en el cielo, Israel está obligada a hacerlo en la tierra (Jub 2, 18-21; 6,30-32) como un mandamiento eterno, ordenados y escritos en las tablas celestiales (Jub 6, 29-30; 15, 25-27).  El objetivo, una unión perfecta entre el cielo y la tierra. Esto se refleja de manera especial en el calendario que es la expresión objetiva del orden de la creación como está escrito en las tablas celestiales. Para más detalles: What´s Divine about Divine Law,  p.101-105

El Libro de la Creación (1)

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El Libro de la Creación es fundamental en el desarrollo de la mística judía de la Cábala. Ahora comenzaremos a detenernos en cada una de las partes de esta obra. En la primera parte se introducen las treinta y dos vías misteriosas de la sabiduría a través de las cuales Dios ha creado el mundo. A través de treinta y dos vías misteriosas de sabiduría el Señor de los Ejércitos ha trazado [su universo] de tres maneras: con la escritura, con la cifra y con el relato. El relato es la manera infinita en las que se pueden combinar las cifras: Con ellas examina, prueba y conoce, piensa, imagina, establece cada cosa en su esencia y sitúa al Creador en su sitio. Se trata de las diez cifras o nombres primordiales (sefirot) y las veintidós letras del alfabeto hebreo. Las sefirot se convertirán en la Cábala en las diez emanaciones de Dios en el Árbol de la Vida. El autor trata de entender a las sefirot  como las Jayot de Ez 1 que se postran y obedecen las órdenes de Dios. Diez cifras sin más, su apariencia es como la visión de un rayo y su límite es infinito. La palabra que está en ellas va y viene. Corren hacia lo que ordenó Dios como un huracán, y ante su trono se prosternan.  Estas vías son abstracciones ideales y representan el Espíritu de Dios, los tres elementos principales de la naturaleza y las seis dimensiones del espacio a partir de las cuales todo fue creado. De la primera sefirá se identifica con el Espíritu de Dios, de la cual emanará el aire primordial a partir de cual Dios creara las ventidós letras del alfabeto. Diez cifras sin más. Uno: es el Espíritu del Dios vivo. Bendito y loado sea el Nombre de la Vida de los mundos, voz, soplo y verbo. Este es el espíritu santo. Dos: el aire viene del espíritu. Con él traza y diseña las veintidós letras [fundamentales]: tres principales, siete dobles y doce simples. Y el aire es en todas una de ellas (la alef). De este aire surge, a su vez, el agua y del agua el fuego. Tres: el agua viene del aire. Con ella traza y diseña el caos y el vacío, el limo y el barro… Cuatro: el fuego viene del agua. Con él traza y diseña el Trono de Gloria…Del agua primordial, el caos cosmológico, y del fuego, el Trono de la Gloria Divina y toda la jerarquía angélica. Las seis sefirot restantes darán lugar a las dimensiones y direcciones del espacio: arriba, detrás, oriente, occidente, sur y norte. 

La correlación entre la Torá y la Razón (Aristeas, 4 Mac, y Filón)

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En la Carta de Aristeas se menciona que la Torá, por su origen divino, está llena de sabiduría y libre de toda tacha (verso 27). No hay nada irracional en la Torá. El punto crítico de esta afirmación, sin embargo, es cómo justificar leyes aparentemente arbitrarias como pureza o impureza de ciertos alimentos, animales, o bebidas. La respuesta (128-131) se da en la afirmación de que la gran sabiduría de la Torá radica en el hecho de que busca inculcar la virtud no sólo a través  de principios o ejemplos virtuosos, sino también a través de hábitos de vida. Las leyes sobre pureza e impureza son, entonces, profundamente racionales, se basan en la justicia,  promueven la santa contemplación y perfeccionan el carácter. Y es que los animales que están prohibidos son salvajes y carnívoros y  con su fuerzas oprimen al resto y procuran su comida con injusticia a expensas de los animales domésticos...A través de estas criaturas, llamadas impuras, él ha simbolizado que todos aquellos que se rigen por la Ley deben practicar la justicia en el espíritu y no oprimir a nadie (143-147;150). Por naturaleza, todo alimento y todos los animales son iguales porque son gobernados por el mismo poder. Las categorías de puro e impuro son, sin embargo, aparentemente arbitrarias, porque son profundamente racionales, son símbolos (147) o indicaciones(148) alegóricas de una sabiduría y justicia perfecta (161 163, 168-169). 

En 4Mac se define a la Ley como una filosofía (5,11.22; 7,9) y sabiduría. La sabiduría se define como justicia, coraje, autocontrol, y sobre todo prudencia (1,18). Es el predominio de la razón sobre las pasiones. Así, las leyes sobre los alimentos no son irracionales, por el contrario, constituyen el ejercicio mismo de la racionalidad al controlar los apetitos y las pasiones, y temperar la mente y las emociones corporales (1, 33-35). 

Sobre Filón ya hemos puesto varias entradas (aquí, y aquí ). La idea general es la identificación entre la Torá y la Ley Natural. Así la primera posee todas las propiedades y cualidades de la ley natural tal como la entienden los griegos (Leyes Especiales 2,13). Esta afirmación, tal como vimos ya en una entrada, sería percibida por los estoicos como algo muy aventurado. Y sin embargo, es la afirmación central de Filón. La Tora es la ley natural, el logos universal de la cosmópolis. Así, el universo es una vasta polis que constituye, en último término la razón, con la cual la Torá está unida armónicamente (Vida de Moisés 2, 52). Seguir la Torá no es meramente seguir las leyes de un pueblo determinado (Israel), sino la de la cosmópolis porque ordenarse de acuerdo a la Torá es seguir el logos que gobierna el cosmos (De oficio 3). Filón vislumbra el futuro donde las naciones van a abandonar su modos particulares y desechando sus costumbres ancestrales, van a honrar sólo nuestras leyes (Vida de Moisés 2,44). En este sentido es interesante constatar que más que las leyes escritas (mosaicas), lo que mejor expresa está relación entre la Torá y la ley natural es la vida de los patriarcas (Vida de Moisés 2, 49-52). La Torá se identifica, además, con la verdad.  Ahora bien, si esto es así, ¿cómo explicar los errores o contradicciones textuales? Para Filón la divinidad del texto lo exonera del ámbito de la literatura. En todo aspecto, las Sagradas Escrituras son verdad (QA sobre l Gen 1,2). La Torá es también eterna e inmutable (Vida de Moisés 2, 14).  La Torá se mantiene firme y dura para siempre desde el día de su promulgación hasta el presente, es inmortal, nada la hace estremecer. La Torá es una instrucción sapiencial como se ve en el tono exhortativo de Moisés, siempre incluyendo admoniciones sabias y racionales  para que los hombres puedan elegir lo mejor, no involuntariamente, sino con un propósito deliberado, no por un miedo irracional, sino por el buen sentido de la razón como una consejera (Sobre el decálogo 177).  La Torá es una ley no escrita, y esto es importante por lo que veíamos más arriba, en cuanto a que para los estoicos toda ley positiva no puede hacerle justicia a la ley natural. Esto no es así para Filón, quien cree que la Ley mosaica es una copia perfecta de la la ley natural y al mismo tiempo expresión de la encarnación perfecta de esta última en la vida de los patriarcas (Sobre Abraham 1,3-6). La Torá, entonces, son copias de arquetipos no escritos que se encarnaron de manera perfecta en la vida de los patriarcas. Así, Abraham fue la ley dotada de vida y razón. ¿Y qué hacer, entonces, con el hecho que Jacob se haya casado con dos hermanas? ¿O qué hacer con el hecho que Jacob prefiriera los hijos de su segunda mujer sobre los de la primera?¿Dónde está la virtud? Bueno, aquí Filón despliega toda una artillería de técnicas exegéticas de carácter alegóricas para salvar la situación...(Migr 92b-93). Para más detalles: What´s Divine About Divine Law?   p.105-

Torá escrita y oral, cómo ambas se necesitan

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Desde que fue revelada la Torá nunca dejó de ser leída, comentada y actualizada. La Torá oral es más que la interpretación de la Torá escrita. Más bien es la respuesta a las innumerables preguntas que arrancan de la Torá escrita. Desde los fariseos el espíritu de la Ley no se encuentra en el texto mismo, sino más bien en su encarnación en la realidad cotidiana esa que la Torá oral ilumina. Desde la destrucción del Templo la Torá oral comienza a sistematizarse en respectivos géneros. Esto incluso antes que se pusiera por escrito.  En primer lugar encontramos tres géneros: micra, mishna, y midrash. La palabra micra (מקרא) que viene del verbo קרא que implica "llamar", "proclamar", "leer", y puede significar ya sea el lugar donde estas acciones ocurren o las acciones mismas. En términos particulares micra hace relación a la Torá escrita, todo el corpus del A.T. cuando se leía en público ya sea en las sinagogas o casas de estudios. La mishna (משנה) que viene del verbo שנה que significa "repetir", y tiene que ver con la Torá oral y la capacidad de la gente para retenerla y ser capaces de transmitirla a otras generaciones. La midrash (מדרש)  viene del verbo דרש que significa "comentar" y se aplica a los diferentes métodos  para comentar la Biblia. Además de estás prácticas generales, existían otras más específicas, nos referimos a la  Halaká  (הלכה) que viene de un verbo que es difícil de traducir, הלך, que significa  "caminar", "ir", y que en el contexto de la Torá sería algo así como "de lo que se sigue, actúa". En la Torá oral sería  la enseñanza autorizada en materia de práctica, de comportamiento. Otra práctica más específica sería la haggadá (אגדה) que viene del verbo  נגד que significa "compartir algo", "relatar algo" e implica el proceso de relatar algo y cuyo resultado es un relato. Se refiere, siempre en el proceso de la Torá oral,  a la enseñanza teológica, espiritual u homilética. Es mucho más libre que la halaka y puede adquirir distintas formas como parábolas, relatos, etc, sea que se relacionen o no con la Torá escrita. Por último, una última forma que adquirió la Torá oral después de la destrucción del templo fue el talmud (תלמוד)  que viene del verbo למד que significa "aprender", "estudiar". Lo que se juega con la Torá oral es hacer funcionar o actualizar la Torá escrita de acuerdo a las circunstancias concretas que se presentan. En otras palabras, la Torá oral transmite e interpreta la escrita. Hay que notar que los términos Torá oral y escrita no aparecen en el N.T ni tampoco en Josefo.  Leemos en T.B. Sabbat 30b-31a: Nuestros maestros enseñaron: "un hombre debería ser siempre humilde y amable como Hillel  nunca intransigente e impaciente como Sammay..." Sucedió que un pagano se presentó ante Sammay y le preguntó, "¿Cuántas Toras tenéis?" Le respondió: "Dos: la Torá escrita y la Torá oral"...le dijo: "Por lo que se refiere a la Torá escrita, te creo; en cuanto a la Torá oral no te creo. Haz de mí un prosélito, con la condición de que no me enseñes más que la Torá escrita". Sammay se enfadó y lo echó con cólera. El pagano se presentó entonces con Hillel. Este hizo de él un prosélito. El primer día, Hillel le enseñó: "Aleph, beth, ghimel, daleth"; al día siguiente le presentó las cosas al revés. El pagano le dijo: "Pero ayer no me enseñaste esto". Hillel de dijo entonces: "¿No confías en mi? Confía en mí en lo que se refiere a la Tora oral". Este pagano que pregunta por cuántas toras es seguramente cercano a los saduceos que sólo reconocían la escrita. La anécdota enfatiza que la Escritura no puede prescindir  de un mínimo de oralidad. Hay que leerla y ante todo aprender a leer. En otras palabras, la Torá escrita se transmite a través de la tora oral. Hay una segunda anécdota interesante: De nuevo  ocurrió que un pagano se presentó ante Sammay y le dijo: "Haz de mí un prosélito con la condición de que me enseñes toda la Tora mientras me sostengo sobre un solo pie". Sammay lo echó con una vara de medir que tenía en la mano. Se presentó ante Hillel. Este hizo de él un prosélito. Hillel le dijo: "Lo que odias, no se lo hagas a tu prójimo: esto es toda la Torá, y el resto no es más que comentario; ve y estudia..."Aquí también se subraya la importancia de la Torá oral que es capaz de resumir toda la torá escrita en una frase. Toda la Torá escrita se puede resumir porque la Torá oral es coherente y dinámica. Toda la Torá, la escrita y la oral, en una frase. Para más detalles: La Tora Oral de los Fariseos, p. 15-18.

¿Cómo disuadir a los gentiles de seguir la Ley?

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La relación entre Pablo y la Ley es uno de los aspectos más problemáticos en el estudio del N.T. Para C. Hayes (What´s Divine about Divine Law?) Pablo sigue el esquema apocalíptico de acuerdo al cual las naciones se unirían a Israel para adorar a Yavé al final de los tiempos, pero esta unión no significaría convertirse en Israel. Es una inclusión y exclusión de los gentiles en el pueblo de Israel. En algún sentido los gentiles que han aceptado a Cristo son "Israel", de acuerdo al espíritu, a las promesas, a la fe, pero, y al mismo tiempo, no se convierten en judíos de acuerdo a la Ley a través de la circuncisión. Y es que de acuerdo a la mentalidad apocalíptica, el Reino de Dios se organizaba al modo del Templo, a través de circulos concéntricos. En el área más santa del templo sólo el sumo sacerdote tenía acceso, luego en santidad decreciente, los sacerdotes, los levitas, los hombres israelitas, las mujeres, y finalmente los géntiles. Los gentiles que han sido santificados en Cristo (1Co 1,2) y que se han abstenido de la polusión que deriva de actos idolátricos o de porneia pueden entrar en este espacio sagrado, pero siempre en el lugar que le corresponde a los gentiles siguiendo el orden del templo. Los gentiles pueden ser hijos de Abraham, y como él pueden ser justificados por la fe sin estar circuncidados (Rm 4, 9-12), pero lo son de acuerdo a la promesa (Gal3, 29) distinguiéndose así de los judíos que son herederos de Abraham de acuerdo a la carne.  El Reino de Dios incluye a los gentiles como descendientes de la semilla de Abraham (Jesús), pero los excluye de los privilegios y derechos de la Torá que es patrimonio exclusivo de la semilla de Israel a través de Isaac. En ese sentido Pablo se opondrá a la aplicación de la Torá y de la circuncisión de los gentiles, pero admitirá que la observancia de esta es aplicable a los judíos. Más específicamente, Pablo cree que no sólo los gentiles, sino que también los judíos han sido liberados del pecado a través de la fe en Cristo y no a través de la Ley (Rm 3, 28-30).  Habiendo muerto con Cristo, los judíos también se han visto libres de las pasiones del cuerpo y de los deseos que les impedían cumplir a la perfección la Torá. En ese sentido hasta Cristo, los judíos combatían contra el pecado. Libres del pecado a través de la fe en Cristo, los judíos pueden cumplir la Tora sin esfuerzo al modo de las promesas escatológicas de Jr 31, y Ez 36. Los judíos no están libres de la Ley a consecuencia de Jesús, sino que están libres del estado de pecado que les impedía cumplir a la perfección la Ley. En cuanto a los gentiles la estrategia de Pablo es doble. Por una parte tiene que convenserlos de la existencia de un sólo Dios creador, de abstenerse de la idolatría y de la inmoralidad. Por otra, que no es necesaria la circuncisión ni la obediencia a la Torá, elementos que de por sí eran muy atractivos para los conversos. ¿Cómo hace esto último? Con una artillería muy completa de argumentos para disuadir a los gentiles de la conveniencia de seguir la Torá.  En Rm 7, 7b-10 argumenta que la Torá es contraria a la naturaleza, sino que es temporal y positiva y que se aplica a través de la obediencia más que como una instrucción racional que cultiva la virtud. Como cualquier ley convencional, la Torá no es eterna, fue dada en un momento espícifico de la historia, 430 años después de las promesas hechas a Abraham (Gal 3,19). La Torá se llega a relacionar con las siguientes contraposiciones: Ley v/s gracia; pecado v/s justificación; muerte v/s vida;  la ley del pecado y la muerte v/s la ley en el Espíritu en Cristo; carne v/s el espíritu; esclavitud v/s hijos (Rm 8,2.4). En 2Cor 3,2-6 se contrapone la letra de la Ley escrita en piedra, letras que matan, con las letras de Cristo escritas en el corazón y que dan vida. El pecado y la muerte, asociada con la Ley (Rm 6, 6-14), no tienen dominio sobre quienes están bajo la gracia (vida).  Además la ley escrita se asocia con la esclavitud en Rm 7,6-7: Pero ahora, libres de la ley, muertos a todo aquello que nos tenía esclavizados, servimos a Dios con un espíritu nuevo, y no según una letra envejecida. En Gl 4, 4-7 se repite la misma imagen de la esclavitud en contraposición con la condición de hijos: Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para que rescatase a los que estaban sometidos a la ley y nosotros recibiéramos la condición de hijos.  Y como son hijos, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: Abba, es decir, Padre. De modo que no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres heredero por voluntad de Dios. Ahora bien,¿cómo es posible que una Ley, que se reconoce como buena, pueda liderar al pecado? En Rm 7, 9-11 señala que no es mandamiento, o la ley, por sí misma, sino el pecado el que trabaja a través de la Ley, aprovechándose de ella, la que trae la muerte. De allí que exclame en Rm 7,12: O sea que la ley es santa, el precepto es santo y justo y bueno. Pero, y de nuevo, ¿cómo lo bueno puede traer la muerte (7,13)? La misma respuesta, otra perspectiva, no es la Ley la culpable, sino nuestra naturaleza débil y de la carne (Rom 7, 14. 18. 22-24).  Nos consta que la ley es espiritual, pero yo soy carnal y estoy vendido al pecado...Sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mis bajos instintos. El deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo...  En mi interior me agrada la ley de Dios, en mis miembros descubro otra ley que lucha con la ley de la razón y me hace prisionero de la ley del pecado que habita en mis miembros. ¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de esta condición mortal? En definitiva, nuestra corporalidad es un impedimento para la realización de la Torá, como reconoce al final del capítulo 7: En resumen, con la razón yo sirvo a la ley de Dios, con mis bajos instintos a la ley del pecado. Y de nuevo la misma pregunta, como un Dios bueno provee a las personas de un instrumento insuficiente (la Torá) para combatir las pasiones? Otra respuesta la encontramos en Gal 3, 24-25 donde se alude al propósito temporal y pedagógico de Ley hasta la llegada de Cristo, el descendiente prometido de Dios: De modo que la ley era nuestro guía hasta que viniera Cristo y fuéramos justificados por la fe; pero al llegar la fe, ya no dependemos del guía. Ver también: Gal 3,16.19, 23-26. En otras palabras, la Ley fue dada para gobernar  la naturaleza caída de Israel entre dos períodos idílicos libres de la ley, entre el paraíso y el tiempo mesianico, donde la naturaleza adámica primigenia brillaba. Este carácter pedagógico de la Ley no es uno positivo, de acuerdo a la cultura de la época el pedagogo siempre es rudo y no muy efectivo al momento de formar al pupilo. Como sea, al momento de explicar la existencia de la Ley como pedágogo señala que Israel estaba bajo el pecado, sometida a sus pasiones y deseos de la carne (Gal 5, 16-24)  de ahí que necesitaba a la Ley. Ahora bien, es precisamente por esto que vivir bajo la Ley es vivir bajo el pecado y la maldición (Gal 3, 19-22; 3,10; Rm 5,20). La Ley, querido gentil, no te beneficia, no te libera de tus pasiones. En el mejor de los casos la sujeta. Hoy, en el tiempo mesianico no tiene sentido para los gentiles. Vivir bajo la ley es una especie de esclavitud porque la Ley se convierte en tu maestro (Gl 4,1). ¡Y es que la Ley es siempre temporal! Fue pensada de manera temporal para un período intermedio entre dos épocas adámicas doradas, hasta que el descendiente de Abraham (Cristo) viniese para proveer la justificación a través de la fe (Gal 3, 19-25).  Gentiles, ¿para qué necesitais de la Ley si quienes han sido crucificados con Cristo han sido liberados de sus pasiones y no necesitan de la asitencia de la Ley para batallar contra el pecado sino que cuentan con la asistencia del propio espíritu (Gal 5,16.18. 22-25)? Para Pablo, es la fe, y no la Ley, la que nos trae la salvación. Esto es verdad tanto para judíos como para gentiles (Rm 3, 28-30), circuncisos como incircuncisos (Rm 4,11-12). .Es la bendición de Abraham sobre todos sus descendientes que tienen fe, judíos y gentiles (Rm 4,16). Para los gentiles, descendientes de Abraham según el espíritu (Rm 9,6-9) la posibilidad de adorar al Dios único y alegrarse de sus bendiciones. Para los judíos, libertad de las pasiones y el pecado que les había hecho imposible cumplir la Ley, la que ahora podrán realizar sin esfuerzo de acuerdo a las profesías de Jr y Ez.  p. 141

La verdad y la Torá (escrita u oral) en el rabinismo

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La relación entre la verdad y la Torá (oral y escrita) tal como la entendían los rabinos es muy interesante. La perspectiva rabínica respecto a la Torá está llena de controversias, opiniones contrapuestas, y en general una práctica jurídica muy pluralista. Este pluralismo lo vemos en textos como b.Hag 3b donde se señala que todas las opiniones contradictorias de los rabinos fueron dadas por un sólo y único pastor, Dios. Paralelos a este enunciado lo encontramos: t.Sot 7,11-12; PesRab 3; MidTanh Beha´alotkah 15; NmRab 15,22.  Hay otros textos que hablan de múltiples maneras de interpretar la Torá, como p.San 4,2.22a donde se dice que Dios no le comunicó a Moisés una manera fija de Halakha, sino que instituyó el principio de la mayoría de tal modo que la Torá pudiese ser interpretada a través de 49 maneras distintas en una dirección y 49 maneras distintas en la otra (Lv Rab 26,2; MidTeh 5,71 sobre el Salm 119). De una manera similar NmRab 13,15 habla de 70 facetas de la Torá. Y esto les da a los rabinos una libertad enorme al momento de ir construyendo la Torá Oral. Por ejemplo veamos el siguiente ejemplo tomado de la Misná (m.Git 4,4): Si e dueño ha dado a otros su esclavo en hipoteca y luego lo libera, según el tenor de la ley el esclavo no queda obligado a nada, aunque por el buen ordenamiento de la sociedad se ha de obligar al amo que lo haga libre. Lo que es interesante en esta prescripción es que se distingue una ley que se deduce racionalmente de una ley operativa por el bien ordenamiento de la sociedad. Otro ejemplo está en m.Men 8,5 donde la ley a la que se llega a través de una deducción lógica (las ofrendas de alimento requieren el más puro aceite de oliva) no es idéntico con la norma divina (oral y escrita) que gobierna: También habría que inferir que la oblación debe ser hecha con aceite de oliva puro, aceite puro de olivan, ¿no habría que inferir que el aceite de las oblaciones, que se usaba para a comida, debería ser también puro de oliva? La escritura dice: (Aceite) puro (de aceitunas) machacadas para la lámpara (Ex 27,20), pero no puro machacado para las oblaciones.  En otras palabras, la lógica puede dictar una respuesta X, pero las escrituras determinan que la ley debe ser Y.  Veamos el texto de SifreDt 101 donde se asume una distinción conceptual entre la lógica formal y las escrituras: ¿De dónde yo aprendo que un animal impuro es prohibido  a través de un mandamiento negativo? La escritura dice: "el camello, el conejo y el damán; pues aunque rumian, no tienen la pezuña dividida; para vosotros serán inmundos" (Dt 14,7). Esto se refiere a estos animales en particular, ¿de dónde yo sé [que este mandamiento expresado en forma negativa] se aplica también a todos los demás animales impuros?Es un problema de lógica: si estos animales en particular están prohibidos por un mandamiento expresado de manera negativa a pesar que tengan algunas características de los animales puros, otros animales impuros que no tienen características de animales puros, ¿no es lógico que ellos también estén prohibidos por el mismo mandamiento expresado de manera negativa en conección al ser comidos? Ya que el camello, el conejo y el damán están expresamente prohibidos por la escritura mientras que otros animales impuros [son prohibidos] por un argumento a fortiori. Entonces, el mandamiento expresado de manera positiva sobre estos animales se encuentra en la escritura, mientras que el mandamiento relevante y expresado de manera negativa se deriva de un razonamiento lógico. En este texto la razón conduce a una conclusión X, pero porque la refutación de esta conclusión también puede ser posible a través de la razón, es necesario que la escritura también enseñe a conclusión X.  La lógica nos enseña que los animales que tienen las extremidades rotas (camellos, conejos) están prohibidos  desde la alianza noética, y por lo tanto desde allí a todos los israelitas hasta el presente. Sin embargo, porque el contrario también puede aplicarse, como es el caso de las mujeres cautivas y hermosas que le fueron prohibidas a Noe, pero permitidas a los israelitas, es necesario que la escritura enseñe explícitamente que un animal con pesuña partida sea prohibido a los israelitas. Lo importante aquí es el principio que la escritura se hace necesaria cuando la lógica te lleva a dos alternativas distintas. El Talmud insiste en que la Tora y la razón no necesariamente van de la mano. Hay una distinción entre la verdad lógica y la ley divina (oral u escrita) en el judaísmo rabínico (no es lo que sucede con Filón de Alejandría que identifica a la verdad con la ley). Y cuando esto sucede es la Ley (oral o escrita) la que dirime el asunto. Refiriéndose al matrimonio de una niña que ha ejercido el derecho a negarse, "logicamente el matrimonio es nulo, pero los sabios han dicho que el matrimonio es valido" ( p.Yev 1,1; 13b). Ahora bien, también hay ejemplos donde la razón y la Tora se alinean. Por ejemplo leemos en b.Hor 13a:  si el toro del sumo sacerdote y el toro de la congregación se presentan simultáneamente, el toro del sumo sacerdote debe tomar precedencia sobre el toro de la congregación porque el sumo sacerdote realiza la expiación y la congregación recibe la expiación, se sigue lógicamente que el que realiza la expiación debe preceder a quien recibe la expiación, como dice la escritura: "para que haga expiación por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel" (Lv 16,17). Para más detalles: What´s divine about divine law? p.174-184

El Propósito divino de la Alianza Mosaica

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El propósito divino de la Alianza mosaica (Ex 19,5-6) se explicita en el medio de una serie de movimientos de Moisés, ascendiendo (19,3.8.20) y descendiendo (19, 7.14.25) de la montaña. La estructura literaria de Ex 19 es la siguiente: 
1) Tiempo y espacio (19,1-2)
2) El propósito divino de la Alianza (19,3-8)
3) La preparación humana para la Alianza (19, 9-15)
4) La revelación de Yavé en el Sinaí (19, 16-25)
En 19,1-25 vemos una estructura quiastica que enfatiza el centro de la misma como la más importante. El tema central es el propósito divino en la Alianza mosaica (19, 3-8). El v.4 describe brevemente la historia de la relación entre el pueblo y Dios. Los vv.5-6 propone una relación de completa fidelidad y obediencia de Israel como vasallo de Yavé como un gran Rey, además de la mención de ciertas bendiciones. Los vv. 7-8 el pueblo manifiesta su consentimiento a esta propuesta. Veamos el v.4: Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os he tomado sobre alas de águilas y os he traído a mí. Este tomar al pueblo sobre alas de águilas hace relación al cómo Dios había llevado a Israel después de liberarlo de la esclavitud.  Y es que Dios había conducido al pueblo por el desierto, un pilar de fuego los amparaba de noche, y una nube de día, cuando arreciaba el hambre entonces se alimentaban del maná que había caído del cielo. De este modo Dios los había traído hacia sí mismo, aduciendo más a una relación estrecha que a un lugar. Los vv. 5-6 dicen: Ahora pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa."Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.  Aquí el condicional específica la obediencia absoluta a las estipulaciones de la Alianza. El infinitivo absoluto   אִם־שָׁמ֤וֹעַ  enfatiza lo imperioso que resulta el observar esta Alianz ¡ahora!( וְעַתָּ֗ה). Como resultado de esta obediencia el pueblo la pertenecera a Yavé de dos formas distintas: como el tesoro especial del rey (1Cro 29,3; Ec 2,8) y como un reino de sacerdotes y una nación santa.  Estas expresiones, "tesoro personal", "reino de sacerdotes" y "nación santa" están diciendo la misma cosa pero desde distintas perspectivas. La expresión  סְגֻלָּה para referirse al tesoro o poseción es la misma palabra que encontramos en 1Cr 29,3 para hablar de las poseciones de oro y plata del rey David. También en Ec 2,8 encontramos esta palabra para hablar del tesoro personal del rey. Esta expresión dice también relación con el ser hijo definido a través de un servicio devoto (John A. Davies, Royal Priesthood p. 53). Y así cuando Dios llama a Israel a ser su tesoro personal está haciendo referencia no sólo a una poseción muy querida, sino también a una relación devota de un hijo para un padre. Y esto nos lleva de nuevo a Gn 1,26-28 donde el rol adámico, ahora heredado por Israel, es el servicio devoto de un hijo a un Rey a través de una relación de Alianza.  Por otro lado, tenemos las expresiones reino de sacerdotes y nación santa que han de considerarse como juntas. Los sacerdotes son los consagrados que se acercan a Yavé devotamente para servirlo. Esto es igual a como se sirve al Rey en su corte. El culto y descripción del tabernáculo en Ex 25-31 y 35-40 es una réplica de esta ideologia tan extendida en medio oriente de este servicio divino en el templo. El término reino es paralelo al de nación, mientras que el de sacerdotes al de santa. Y de nuevo tenemos a Adán cuyo mandato era también servir a Dios como sacerdote en Su santuario (jardín del Edén). Dios, como todos los reyes en la ideología de medio oriente, es el Rey que construye el tabernáculo (Ex 25-40). La devoción de Israel se manifiesta, como hemos visto en otra entrada, a través de la circuncisión (Dt 10,12-13.16). Respecto a la santidad de Israel, más que significar el estar separado de otros pueblos, es el estar consagrado o devoto a Yavé. Los mandamientos de Lv 19-20 se fundamentan en el hecho que Yavé es Santo (Lv 19, 2; 20,26) e incluyen la preocupación por el extranjero y el pobre, el ciego y el sordo. De hecho en la sección de los juicios (Ex 19-24) hay una preocupación por los huerfanos y las viudas (Ex 22, 23), lo mismo que Dios se preocupa por los derechos de los esclavos (Ex 21, 2-11).  Y por último no olvidemos que Israel tiene también una misión en relación a los otros pueblos de la tierra, llevarlos a la presencia de Dios. En términos generales, y para terminar, el propósito de la Alianza es realizar lo que habíamos visto en Gn 1, 26-28 y Gn 122,1-3 a través del pueblo de Israel como nación de sacerdotes. Dios está estableciendo su Reino a través de la Alianza. Esto bien lo compredieron algunos autores neotestamentarios, así la Iglesia es llamada un reino de sacerdotes y una nacion santa (1Pe 2,9-10). Al mismo tiempo en Ef 2,15 Dios ha unido a judíos y no judíos en su nueva humanidad (Adán).    p. 1348

La Verdad y la Tora según los rabinos

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De acuerdo a los criterios de la verdad los seres humanos se quedan en el plano de la falsedad. Son débiles, pecadores, y caen una y otra vez en las mismas cosas. Más aún, y siguiendo a los rabinos, el ser humano nunca debió haber sido creado si Dios hubiese seguidos los dictados de la verdad. Al final de cuentas no sólo la creación  de los hombres sino su propia existencia a cada momento depende de la voluntad de Dios que sobrepasa la verdad. La visión que tiene Dios del hombre y el juicio sobre éste no se basa en la verdad, más aún, muchas veces la contradice. R. Simeón dijo: Cuando el Santo, bendito sea, creo a Adán, los ángeles que le servían se reunieron en grupos y partidos, y algunos de ellos decían: "Que sean creados", mientras otros sugerían," Que no sean creados". Como está escrito: "El amor y la verdad se dan cita, la justicia y la paz se besan (Salm 85,11)". El amor dijo : "Que sea creado, porque realizará actos de amor", la verdad dijo: "Que no sea creado porque no hay nada en él que no sea mentira", la justicia dijo: "Que sea creado, porque él realizará actos de justicia", la paz dijo: "Que no sea creado porque él no es sino un continuo conflicto". ¿Qué hizo entonces el Santo, bendito sea? El tomó a la Verdad y la arrojó al suelo. Los ángeles dijeron al Santo, bendito sea, "Soberano del Universo! ¿Por qué desprecias a tu Sellos (la verdad)? Dejad que la verdad se levante de la tierra!". Y es que está escrito: "Verdad, florece desde la tierra" (Salm 85, 12). ...R.Human el Viejo de Seforis dijo: mientras los ángeles estaban argumentando unos con otros y discutiendo unos con otros, el Santo, bendito sea, lo creo. Él les dijo: "¿Qué estáis argumentando? ¡Adán ya fue creado! (GnR. 8,5). La verdad y la Torá, por lo tanto, no se condicen porque si lo hiciesen entonces el hombre no tendría nada que ver con la Torá, esta sería algo absolutamente fuera de su naturaleza. Esta idea también está presente en otro texto en relación a las leyes de la naturaleza y la Torá. En relación al calendario los rabinos creen que los hechos astronómicos comprobables han de estar subordinados a otras consideraciones. Los rabinos toman en cuenta los hechos astrológicos constatables y objetivos, sin embargo, en la definición final se toma en consideración otros argumentos. Así en M.RH 2,9-12 (8-9) se nos cuenta sobre una controversia sobre la posición de la luna nueva en la mañana y en la tarde, con falsos o verdaderos testigos cualificados como tal por Rabban Gamliel. La cuestión se dirime a partir de la experimentación científica de los hechos, sino en cuanto a la conveniencia o no para la comunidad de cuestionar la autoridad de Rabban Gamliel. Esto es lo que dice R. Dosa b. Harquinas: Si cuestionamos las decisiones  de la corte de Rabban Gamliel, entonces tenemos que cuestionar las decisiones de cada corte que han existido desde los tiempos de Moisés hasta hoy...  En b.RH 25a , R. Akiba fundamenta a través de la escritura el derecho de las autoridades rabínicas de determinar el calendario, incluso si al hacerlo se equivocan ya sea deliberadamente o inadvertidamente. R. Akiba dijo a R. Josua "el texto dice "vosotros", "vosotros" , "vosotros", tres veces (Lv 22,32; 23, 2; 23,4) para indicar que "vosotros" podéis fijar los festivales incluso si vosotros os equivocáis inadvertidamente, "vosotros", incluso si os equivocais deliberadamente, "vosotros", incluso si sois engañados. R. Josua le contestó diciendo: "Akiba, me habéis confortado, tú me has confortado". Un último ejemplo es del PesRab 15: R. Hoshaya enseñó: cuando una corte menor dice una sentencia y declara "hoy día es año nuevo" entonces el Santo, bendito sea, le dice a los ángeles: "Levantad el tribunal, instalad al defensor, instalad al empleado de la corte, porque la corte menor ha decretado que mañana es el año nuevo". Si los testigos se atrasan o la corte reconsidera y pone el asunto al día siguiente, el Santo, bendito sea, dice a los ángeles: "Deshaced el tribunal, dejad al defensor y a los empleados de la corte, porque la corte menor ha decretado que la siguiente mañana es el año nuevo"¿Y cuál es la prueba? "Una ley en Israel es también una obligación para el Dios de Israel" (Salm 81,5),  lo que no es una ley para Israel, podemos decir, no es una obligación para el Dios de Jacob. R. Pinhas y R. Hilkiah b. R. Simon dijeron: Cuando todos los ángeles se reúnen delante de Dios  y preguntan "Señor del Universo, ¿cuándo es el año nuevo"Él les responde: "¿Vosotros me estáis preguntando a mí? Vosotros y yo deberíamos preguntarle a la corte menor". ¿Y cuál es la prueba? "Quién es tan cercano como el Señor nuestro Dios cuando se lo hacemos saber" (los festivales) (Dt 4,7). Para más detalles: What´s Divine about Divine Law,   p.199-202. 

Libro de la Creación (2)

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La segunda parte del Libro de la Creación presenta  las letras del alfabeto y la cifra de sus doscientas treinta y una posibles permutaciones. Veintidós letras fundamentales: tres principales, siete dobles y doce simples (1)... Veintidós letras fundamentales: fijadas en la esfera por doscientas treinta y una puertas. La esfera gira adelante y atrás. Y este es el signo: no hay bien superior al placer (de conocer al Dios, Is 58,14) ni mal peor que el suplicio (4). ¿Cómo? Pésalas y combínalas. Alef con todas, y todas con álef. Bet con todas, y todas con bet. Y así todas se repiten en un ciclo. He aquí que resultan doscientas treinta y una puertas (5). Este es el fundamento de toda la creación dada por la dinámica del verbo, la pronunciación y del habla. Veintidós letras [fundamentales]: trázalas, diséñalas, combínalas, permútalas y forma con ellas el alma de toda creatura y de todo lo que será creado en el futuro (2).  Es interesante constatar que el alfabeto hebreo, con todas sus combinaciones, es la manifestación de un nombre único, el de Dios, y que es un totalidad puede ser considerada un nombre místico. He aquí que cada creatura y cada palabra emanó de un mismo Nombre (5). Forma de la nada lo que es, y haz que exista lo que no existe. Esculpe grandes columnas (Prov 9,1) a partir del aire que no puede ser asido. Él prevé y transpone, forma toda creatura y todas las palabras en un solo Nombre. Y un signo de esto: veintidós propósitos en un solo cuerpo. 

Libro de la Creación (3)

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La tercera parte del Libro de la Creación son los capítulos tercero, cuarto y quinto, donde se estudían las letras principales, las dobles y las simples del alfabeto hebreo. El capítulo tercero se detiene en las tres letras principales, álef, mem, y shin que representan el aire, el agua, y el fuego desde donde emerge la creación. Tres principales: álef, mem, shin, durante el año, son el calor, el frío y la templanza. El calor se ha creado del fuego, el frio del agua, y la templanza se ha creado del aire que pone equilibrio entre ellos (5). Además desde allí surgen las tres partes del universo; las tres estaciones del año, y las tres partes en que se divide el cuerpo humano. La álef es la primera de las letras, la que está más allá de la bet (letra con la que se inicia la Torá) y que le sigue en el afabeto. Su valor numérico es el uno (unicidad), referencia a la divinidad. Simbólicamente representa el primer día de la creación y el aire que Dios insufla para dar vida a los seres vivientes.Haz que reine el álef sobre el aire, cíñele una corona  y combínalas una con otra, y con ellas sella el éter en el universo, la templanza en el año, el torso en la persona, el masculino con álef, mem, shin, y el femenino con álef, shin, mem (8).  Mem es una letra que se encuentra en la mitad del alefato: fuerza que unifica, que concilia. Su valor numérico es el 40. Mem es el agua, elemento purificador como lo fue el diluvio que permite la regeneración. El frío en el año y el vientre de la persona. Shin es la penúltima letra del alefato, con un valor numérico de 300. Es el fuego, un elemento también purificador, es el calor en el año, la cabeza en la persona. Si sumamos los valores numéricos 1+40+300 suman 341 esto es 8 (3+4+1). Si el número 7 representa la perfección, el número 8 es una paso adelante y la entrada al mundo trascendente.

El capítulo cuarto trata de las siete letras dobles, esto es las consonantes que pueden ser duras o blandas dependiendo de si se escriben con daguesh o no. En esta lista también se incluye la letra resh (la erre) porque existen unas diez palabras en la Biblia donde se escribe la resh con daguesh. Como sea, vemos que la permutación de estas letras se crean los siete extremos (arriba, abajo, este, oeste, sur, norte, y el Santuario que está justo en el centro y las carga a todas [2]) los siete planetas, los siete cielos, los siete días de la semana, los siete orificios del rostro (ojos, orejas, nariz y boca), y los siete opósitos o antítesis de este mundo inherentes a la existencia humana (vida y muerte; paz y mal; sabiduría y necedad; riqueza y pobreza; fecundidad y esterilidad; gracia y fealdad; dominio y servitud). El 7 expresa la perfección de la creación de Dios.


El capítulo quinto trata de las doce letras simples restantes. Su fundamento es la vista, el oído, el olfato, el gusto, la palabra, el coito, la acción, la marcha, la cólera, la risa, el pensamiento, y el sueño (1).  Con ellas se crean las actividades principales del ser humano, las doce constelaciones que configuran los signos del zodiaco, los doce meses del año, y los doce órganos rectores del cuerpo humano (las dos manos, los dos pies, los dos riñones, el bazo, el hígado, la vesícula biliar, el intestino delgado, el intestino grueso y el esófago [3]).  

El libro de la Creación (4)

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La cuarta parte del Libro de la Creación está compuesta por los capítulos sexto y séptimo de la obra. Se trataría de una especie de sumario donde se corrobora y recopila el contenido. Interesante es la aparición de personajes míticos de difícil interpretación: el enigmático Dragón, la Esfera y el Corazón. El Dragón en el universo es como un rey en su trono. La Esfera en el año es como un rey en su país. El Corazón en el cuerpo es como un rey en la guerra (5). Otro concepto importante es la Harmonia mundi , esto es, la armonía del universo: hay  tres niveles de existencia, el cósmico, el temporal y el personal, y cada letra o grupo de letras es responsable de cada uno de esto tres niveles. Tres, y cada uno de ellos solo. Siete divididos en tres frente a tres y uno es la regla que pone equilibrio entre ellos (6). También es importante el hecho que aparezca por primera vez el árbol de la vida que permitirá a los cabalistas posteriores crear la conocida estructura de las sefirot, las letras del alefato y las 32 vías misteriosas de la sabiduría responsables de la creación.  Fijémonos también en la presencia de Abraham quien entendió y llevó a la práctica las instrucciones y los métodos descritos en sus capítulos. Y cuando Abrahán, nuestro Padre, sobre él sea la paz, lo contempló, se lo miró, lo observó, lo estudió, lo entendió, lo trazó, lo diseñó, lo combinó, lo creó, y funcionó, se le reveló el Todopoderoso y lo llamo “mi amado” [Is 41,8]. … 

Términos Generales de la Alianza en el Dt.

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El Dt. representa el climax y la conclusión del Pentateuco. De acuerdo al Gn Dios había llamado a Abraham para darle la tierra desde la cual emanarían sus bendiciones y su salvación hasta los confines de la tierra. En el Dt la familia de Abraham es conducida a las puertas de esta tierra y le son dadas instrucciones de cómo vivir en la tierra para así ser bendecidos y constituirse en bendición para los demás pueblos. Además, y como ya hemos visto, Israel había sido conducido desde Egipto al Sinaí para poder adorar a Dios y comenzar a vivir sus vidas en conformidad a Su palabra com una nación santa, sacerdotal y real. En el Lv más instrucciones le son dadas al pueblo en este sentido. A su vez, en el Dt encontramos suplementos a la Alianza dada en el Ex y en el Lv:Términos de la alianza que el Señor mandó a Moisés hacer con los israelitas en Moab, aparte de la alianza que había realizado con ellos en el monte Horeb (Dt 28,69). En este texto se vislumbra que el libro del Dt en si mismo es una Alianza a la par de la Alianza Que Dios hizo con su pueblo en el libro de la Alianza en Ex 19-24 con su expansión en Lv y Nm. Esta independencia de la Alianza de Dt se vislumbra bien en el capítulo 29. En ese sentido Dt es un suplemento y no un reemplazo de la Alianza Sinaítica. Esta relación es significactiva en Dt 5, 1-6: Moisés convocó a los israelitas y les dijo:   —Escucha, Israel, los mandatos y decretos que hoy les predico, para que los aprendan, los guarden y los pongan en práctica. El Señor, nuestro Dios, hizo alianza con nosotros en el Horeb. No hizo esa alianza con nuestros padres, sino con nosotros, con los que estamos vivos hoy, aquí. Cara a cara habló el Señor con ustedes en la montaña, desde el fuego. Yo mediaba entonces entre el Señor y ustedes, anunciándoles la Palabra del Señor, porque les daba miedo aquel fuego y no subieron a la montaña.   El Señor dijo:  —Yo soy el Señor, tu Dios. Yo te saqué de Egipto, de la esclavitud.La Alianza Sinaítica se confirma en todo su sentido en Dt 6,4ss, la llave de todo el A.T. Estos versículos siguen inmediatamente al Preambulo y al Prólogo histórico del Dt. Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Este es un llamado a ser completamente devoto y leal a Yavé. Este mandamiento es el fundamento de todos los demás mandatos y estipulaciones de la Alianza. En ese sentido en Dt 4, 1-14 Moisés le encomienda al pueblo a ser obediente y advierte que el peligro de la violación de sus mandamientos o la idolatría en el futruo son la maldición, el exilio y la muerte. Aún así clarifica que Dios nunca abandonará a su pueblo a pesar de su pecado. Moisés explica este mandamiento principal en la sección 4,45-11,32. Implica la perpetua gratitud a la que está obligado el vasallo en relación al Rey debido a su benevolencia, consideración y favor otorgados. Además de este mandamiento fundante, fijémonos en la fórmula de la Alianza. Ya en Gn 17,8 veíamos la fórmula, Yo seré vuestro Dios. En el caso del Dt encontramos siete veces una fórmula de la Alianza, que coincide con el tema de la elección gratuita de Dios a Israel (Dt 4,20; 7,6; 14.2; 26,17; 26,18-19; 27,9; 28,9; 29,13). Cada una de estas fórmulas ocurre en cada una de las siete secciones que dividen al Dt desde el punto de vista literario de la estructura de un tratado Hitita. La respuesta de Israel a esta fórmula es de agradecimiento y continua fe que se expresa en el guardar la Ley.Como sea, la advertencia de Moisés a la fidelidad a Dios se repite en Dt. 8,18: Acuérdate del Señor, tu Dios, que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy. Aquí Moisés les recuerda al pueblo el peligro que significa el olvidar al Señor y recrearse en la belleza del lugar que Dios les está dando junto a su familia, casa, frutos y tierra. Acuerdate del Señor, implica el amarlo obedeciendo sus mandamientos. Entonces Dios traerá sus bendiciones, la prosperidad prometida a sus padres, Abraham (Gn 22), Isaac y Jacob. Para más detalles, Kigdom Through... p.1562-1686

Primer Ejemplo de los bloques y narrativas de la Torá Oral: Mekilta de Rabbí Ismael.

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La Torá oral realiza en las diferentes esferas de la vida diaria la Torá escrita. Esto lo hace a través de "bloques" que van relacionándose uno al otro, algunas veces dialecticamente, otras no, y que van configurando un pensamiento o interpretación propia (y refrendada por la comunidad). Estos bloques se pueden organizar ya sea tematicamente (como en la misna) o siguiendo la narrativa de las Escrituras (midras). De una u otra forma los bloques se van organizando y van definiendo la Tora oral. Es importante no esperar una lógica cuando vemos como se organizan estos bloques. La lógica de cualquier texto se da a través de la siguiente estructura: uno o más sujetos de los cuales se predica (predicado) algo. La lógica de cualquier texto se sigue a través de la ligazón causa y efecto entre una frase y otra, o a través de claros cortes que impliquen un cambio de escenario. En el caso de la Torá oral, en cada bloque hay un sujeto y predicado, el lío se produce que cuando pasamos a otro bloque, y sin previo aviso, nos encontramos con otro sujeto. ¿Cómo se relacionan ambos bloques? A primera vista en nada. O simplemente se contradicen. Eso es lo que parece tan antojadizo. Y es que no son los sujetos lo que dan una lógica a la narrativa (o conjunto de bloques), solo los predicados nos pueden indicar qué tipo de relación existe entre los bloques: ¿se contradicen? ¿se siguen unos a otros? El Talmud no es un relato antojadizo u arbitrario, sólo que exige a la audiencia conectar con una especial metodología. Veamos el análisis de un primer texto de la Mekilta de Rabbí Ismael. El Texto de base de este midrash será el libro del Ex 20, 3-6: Dios pronunció las siguientes palabras [a Moisés]:
  —Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud.  »No tendrás otros dioses aparte de mí. No te harás una imagen, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso: castigo la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen; pero actúo con lealtad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos. 
Primer Bloque (que se relaciona con el v.3): No tendrás otros dioses frente a mí. ¿Por qué se dice esto? Es parecido a un rey de carne y sangre que entró en una provincia. Le dijeron sus servidores: Díctales decretos. Les contestó: No. Cuando acepten mi reinado les dictaré decretos porque, si no aceptan mi reinado, ¿cómo van a aceptar mis decretos? Así dijo el Omnipresente a los israelitas: Yo soy Yhwh, tu Dios. No tendrás otros dioses. Yo soy aquél cuyo reinado habéis aceptado en Egipto. Le respondieron: Sí, sí. Pues, lo mismo aceptásteis mi reinado sobre vosotros, aceptad mis decretos: No tendrás otro dios frente a mí. 
R. Simón ben Yohay dice: Lo que se dice más adelante: "Yo soy Yhwh, vuestro Dios" (Lv 18,2), quiere decir: Yo soy aquél cuyo reinado habéis aceptado en el Sinaí. Cuando dijeron: Sí, sí, dijo: Puesto que habéis aceptado mi reinado, aceptad mis decretos: "como los hechos del país de Egipto etc (Lv 18,3). El que dijo aqui: Yo soy Yhwh, tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, quiere decir: Yo soy aquél cuyo reinado habéis aceptado. Le dijeron: Sí, sí. Puesto que habéis aceptado mi reinado con amor, aceptad mis decretos: no tendrás otros dioses.
Este primer bloque comenta dos versículos. De acuerdo al comentario del versículo 2 Dios le recuerda al pueblo de Israel que le habían aceptado en Egipto como Rey y por esto Él ahora les da sus mandamientos (gzerot). En el segundo comentario, el de R. Simón, y siguiendo el método gzera shava, versa sobre un versículo de Lv donde se comenta la prohibición sobre algunas relaciones sexuales por causa de parentesco (Lv 18,30). De igual manera se dice que el pueblo no tendrá otros dioses ni realizará prácticas abominables de los gentiles. Además en este comentario se subraya que el pueblo de Israel aceptó el reinado de Dios con amor. Amor es la palabra que une este comentario con Ex 20, 6. 
Último Bloque: Para los que me aman y guardan mis mandamientos. Para los que me aman alude a nuestro padre Abraham y sus semejantes, y guardan mis mandamientos: son los profetas y los ancianos. R. Natán dice: para los que me aman y guardan mis mandamientos alude a los que viven en el país de Israel y dan su vida por los mandamientos. 
¿Por qué te llevan a ejecutar? Porque he circuncidado a mi hijo Israel.
¿Por qué te llevan a ser quemado? Porque he leído la Torá.
¿Por qué te llevan a crucificar? Porque he comido panes ácimos.
¿Por qué te azotan cien latigazos? Porque he llevado el lulab. 
Y también se dice: "Porque fui herido en casa de mis amigos" (Zac 13, 6). Estas heridas me han causado el ser amado de mi padre que está en los cielos. 
En este comentario R. Natán convierte el amor a Dios en el amor de Dios a sus hijos, y es que el amor de Dios se alcanza a través del sacrificio que implica el cumplir sus mandamientos. La idea también es que si el pueblo de Israel aceptó el reinado de Dios, entonces debe aceptar los reinados terrestres como prototipo del reinado celestial. Así, el llamado es aceptar el sufrimiento como consecuencia de los reinados temporales con amor  tal como aceptó el reinado de Dios, y de esta manera, sus hijos, alcanzan el amor del Padre. 

Shema Cristiano de 1Cor 8,6

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De acuerdo a los escritos del NT el Hijo es la imagen visible y la forma del Padre que es invisible (Col 1, 13-15; Flp 2,6; Hb 1,3; Ap 1,13-16; 4-5). La Gloria que se le da al Hijo a través de la adoración va a través de Jesús a Dios el Padre (Flp 2,11; 1Ped 4,11). De este modo el Hijo comparte y manifiesta la Gloria del Padre (Hb 1,3; Flp 3,21; 2Cor 3,12-4,4; Col 1,19). Ambos son responsables de la creación, sin embargo todo viene desde el Padre a través del Hijo (1Cor 8,6; Col 1,16; Heb 1,2; Jn 1,3). El texto de 1Cor 8,6 es interesante: para nosotros existe un solo Dios, el Padre, que es principio de todo y fin nuestro, y existe un solo Señor, Jesucristo, por quien todo existe y también nosotros. Aquí el apóstol estaría citando la shema pero de una manera muy particular. La deidad de Israel, Dios y Señor, son tomadas como dos diferentes identidades o personas en una sola divinidad: Dios el Padre, y El Señor Jesúcristo. No habría una departura del estricto monoteísmo judío. El culto de Jesús no se considera como uno aparte o paralelo al de Dios. Este versículo, además, contiene interesantes elementos simbólicos de carácter numéricos. Así, vv. 6a-c: 13 palabras (5 palabras + 8 palabras en 6b-c) y 19 silabas (8+11 en vv. 6a+b.c). Vv 6d-f: 13 palabras (cinco palabras en 6d+ 8 palabras en 6e-f) y 19 silabas (8+11 en v 6d+e-f). Total: 26 palabras (38 silabas). Según Fletcher Louis la estructura numérica (13+13= 26) hace una profunda contribución a la confesión sobre la identidad de un Dios que es dos en uno. ¿Por qué? Si suponemos que esta confesión se realizó en una comunidad hebrea-arameica en Palestina (qué más tarde recogerá Sn Pablo) entonces fijémonos que coincide con los valores numéricos del Tetagramón que también tiene un valor numérico de 26: yod (=10)+ he (=6) + waw (=6) +he (=5).  Ahora bien, y de manera alternativa, se podia contar obviando los ceros y así tendríamos la suma 17 en el Tetagramón:  yod (=1)+ he (=5) waw (=6) he (=5) =17.  Esta cifra es la que coincide con la expresión Yo soy. Pero hay más, la palabra hebrea para Gloria, kavod, kap (=11) + bet (=2) +dalet (=4)= 17. O bien, kap (=20) + bet (=2) + dalet (=4)=26. Entonces los números  17 y 26 significan el nombre de Dios y la Gloria divina. Tanto la Shema como su interpretación cristológica en 1Cor 8,6 se focalizan en la identidad del Dios de Israel, Dios y Señor. Tanto la Shema como la confesión cristiana contienen 26 palabras, el número de Yhwh. Esta interpretación es extraordinariamente sugerente porque supone una manifestación cristológica muy potente y temprana: juntos, el único Dios, el Padre, y el único Señor Jesucristo constituyen la identidad del Único Dios y Señor.  Para más detalles. Jesus Monotheismp.22-55

Gzera Shava en GnR (56, 22)

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Otro ejemplo de cómo la Torá oral se construye a través de bloques lo encontramos en el GnR (56,22). Se trata de una forma de midrash relativamente sencilla que se llama  gzera shava. Veamos este ejemplo.  En el tercer día [Isaac]...(Gn 22,4). "Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de Él" (Os 6,2).
Primer bloque: en el tercer día obedecieron los israelitas: "Y José les dijo al tercer día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios" (Gn 42,18 ).
Segundo bloque: en el tercer día recibieron la Torá: "Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana..." (Ex 19,16 )
Tercer bloque:en el tercer día los espías: "...no sea que los perseguidores os encuentren, y escondeos allí por tres días..."  (Jos 2,16 )
Cuarto bloque: en el tercer día Jonás: " y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches..." (Jon 1,17)
Quinto bloque: en el tercer día desde que regresaron del exilio: "...los reuní junto al río que corre a Ahava, donde acampamos tres días..." (Ezr 8,15)
Sexto bloque:en el tercer día de la resurrección de los muertos: "Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de Él" (Os 6,2)
El versículo de Os no es sino el arquetipo  de cada uno de los versículos que le siguen. A su vez, cada uno encarna de manera práctica Os 6,2 adquiriendo un nuevo horizonte de significado. Pero no es sólo el versículo de Os, también, y junto a él el concerniente a Isaac en Gn 22,4. Cuando Os 6,2 y Gn 22,4 se leen juntos aparece algo interesante. En el tercer día del Gn 22, 4 dice relación con el sacrificio de Isaac: "Al tercer día alzó Abraham los ojos y vio el lugar de lejos" (Gn 22,4) que a la luz de Os haría relación con la resurrección de los muertos. El ofrecer el sacrificio de Isaac, y su liberación milagrosa, dice relación con la resurrección de los muertos. La resurrección se definiría a modo de imagen con la liberación milagrosa de Isaac. Israel, como Isaac, también es un sacrificio al modo del hijo único y amado de Dios, y de tal modo la resurrección es la salvación que Dios le ofrece de manera milagrosa y gratuita.
En este contexto, vamos al primer bloque donde José le dice a sus hermanos: "Y José les dijo al tercer día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios: (Gn 42,18) si sois hombres honrados, que uno de vuestros hermanos quede encarcelado en vuestra prisión; y el resto de vosotros, id, llevad grano para el hambre de vuestras casas; (Gn 42,19)". La ironía es que Jacob había perdido a su hijo amado, ofrecido en sacrificio por sus hermanos, y ahora, resucitado, exige el sacrificio de uno de sus hermanos (Simón). De nuevo, los motivos se repiten: sacrificio y resurrección. 
Sigamos con el segundo bloque, donde el don de la Torá se da al tercer día desde la purificación del pueblo de Israel, el primogénito de Dios. Este don que es de vida se da en un contexto de riesgo de muerte como se interpreta Ex 19,17 (Entonces Moisés sacó al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios, y ellos se quedaron al pie del monte) de acuerdo al Talmud babilónico Shabbat 88a donde la montaña es un ataud.
Avanzando hacia el tercer bloque encontramos que los observadores o espías enviados para explorar la tierra prometida se encuentran en peligro de muerte y tienen que esconderse por tres días. La salvación milagrosa que acontece es testigo de la liberación del pueblo elegido y de la tierra prometida.  Y dijeron a Josué: Ciertamente, el SEÑOR ha entregado toda la tierra en nuestras manos, y además, todos los habitantes de la tierra se han acobardado ante nosotros (Jos 2,24). 
Llegamos al cuarto bloque donde de manera milagrosa Jonas es salvado al tercer día aludiendo también al motivo universal de la misión de Israel. A través de la salvación del hijo elegido el pueblo de Ninive es rescatado por su predicación y ejemplo.
En el quinto bloque  nos lleva al tercer día desde el regreso del exilio en Babilonia: Y los reuní junto al río que corre a Ahava, donde acampamos tres días... (Ezr 8,15 ). De nuevo el regreso se relaciona con el acontecer milagroso de Dios: Partimos del río Ahava el día doce del mes primero para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y de las emboscadas en el camino (Ezr 8,31) Y llegamos a Jerusalén y nos quedamos allí tres días (Ezr 8,32).
Por último llegamos al sexto bloque que de nuevo nos ha lleva a Os, cuando Israel se encuentra en calidad de hijo llevado al sacrificio, junto con subrayar la misión de Israel en la salvación de los pueblos del mundo (Jonás), e iluminando este contexto la salvación milagrosa de Isaac como sacrificio a través de la resurrección de los muertos. 

Ejemplo sobre la estructura del Ptijar

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Veamos ahora otro ejemplo, un poco más complicado, sobre cómo se construye la torá oral. Se trata de lo que llamamos ptijta y se da en el contexto de prédicas públicas. Al inicio de cada ptixa se menciona algún versículo de los profetas o de las escrituras, al que se le llama el versículo lejano, y se termina siempre con otro versículo de la Torá al que se llama versículo cercano. Desde el v. lejano al cercano se van construyendo la prédica a través de una serie de bloques que la tradición oral ha sabido preservar. La relación entre ambos versículos puede variar: el lejano explica el cercano, o puede ser que se recalque la diferencia entre ambos. El  paso de un bloque a otro son difíciles de entender, a pesar de que existen reglas, porque la relación entre uno y otro pueden ser muy débiles. Entre las reglas mencionemos, por ejemplo, el principio del autor donde si un bloque se adjudica a algún sabio rabino, el bloque que se le sigue se le puede atribuir a otro o al mismo; el principio de exegético donde si en un bloque se comenta algún versículo de las escrituras, en el siguiente bloque se puede comentar el siguiente versículo; el principios de las frases claves, donde si en un bloque se encuentra una frase A, en el siguiente bloque puede reforzar algún otro aspecto de A. Pongamos un ejemplo de este último modo de construir el ptixa. 
Comentario al versículo lejano y al versículo A➡comentario a los versículos A y B ➡ comentario a B  y C ➡ comentario a C y D➡Comentario a D + versículo cercano.

En el contexto sinagogal o de una escuela talmúdica el auditorio escucha con atención el desarrollo desde el versículo lejano, y esperando el final que viene dado con el versículo cercano. Es como si se tratase de un juego literario que sigue ciertas reglas y que tiene como objetivo poder desarrollar una idea relacionada con la Torá. La clave, y la complicación, están en que es la combinación adecuada de estos bloques, cada uno con su propio pensamiento, los que configuran la expresión de esta idea. El comprender la idea final no es sencillo, exige que la audiencia se haga parte del juego, se concentre, se comprometa. La recompensa, el comprender la idea total, produce una gran satisfacción. Vamos a un ejemplo concreto en Psikta de R. Kahana 1,1: 

Bloque Primero: "He entrado en mi jardín, hermana y novia mía,..." (Cant 5,1)
Dijo R. Azaria las palabras de R. Simon: ¿A qué se parece esto? A un rey que se enojó con su mujer y la expulsó de palacio. Luego de un tiempo decidió traerla de vuelta. Ella dijo: "Hacedme lugar donde sea, una vez que regrese". De tal modo, en el pasado el Altísimo aceptaba los sacrificios, encontrándose en los cielos, como está dicho: "... El Señor olió el aroma agradable" (Gn 8,21), y ahora desciende a la tierra, como está dicho: "He entrado en mi jardín, hermana y novia mía,..." (Cant 5,1).

Segundo Bloque : Dijo R. Janina: La Tora te enseña lo que ha de ser una tradición en medio de la gente, para que el novio no entre tras la cortina de bodas hasta que no reciba la autorización de la novia. Como está dicho: "...Entre mi amado en su jardín..."(Cant 4,16) y también, "He entrado en mi jardín, hermana y novia mía,..." (Cant 5,1).

Tercer Bloque: No está escrito "yo entré en el Jardín", sino "yo entré en jardín". Esto es, donde yo estuve en el principio. En el principio la Shejina estaba en la tierra, como está dicho: "Oyeron [Adán y Eva] al Señor Dios que se paseaba por el jardín..." (Gn 3,8).

Cuarto Bloque:  Dijo R. Abba Kajana: No está escrito "andando por el jardín", sino que está escrito "paseando por el Jardín. Esto es, miró y se fue. 


Quinto Bloque: "...y se escondió Adán y su mujer..." (Gn 3,8). Dijo R. Aivo: En ese momento se disminuyó el tamaño de la primera persona hasta cien codos.

Sexto Bloque: Dijo R. Isjak: Está escrito "Los justos poseerán la tierra y habitarán siempre en ella." (Sal 37,29).  ¿Qué significa "habitarán en ella para siempre"? ¿Y dónde habitarán los malvados? ¿Volarán por los cielos? [No, se sigue entender lo que esta dicho: los justos] instalarán Shejinu en la tierra. En el comienzo la Shejina habitaba en la tierra. Cuando pecó la primera persona, ella ascendió al primer cielo. Pecó la generación de Enoc y ella ascendió desde el primer cielo al segundo. Pecó la generación del diluvio, y ella ascendió desde el segundo cielo al tercero. Pecó la generación que construyó la torre de Babel, y ella ascendió desde el tercer cielo al cuarto. Pecaron los egipcios en el tiempo de Abraham y ella ascendió desde el cuarto cielo al quinto. Pecaron los habitantes de Sodoma y ella ascendió desde el quinto cielo al sexto. Pecaron los egipcios en el tiempo de Moisés, y ella ascendió desde el sexto al séptimo cielo. Por el contrario, aparecieron siete justos y obligaron a la Shejina descender a la tierra. Apareció nuestro patriarca Abraham y a traves de sus méritos la obligó a descender desde el séptimo cielo al sexto. Apareció Isaac  y sus méritos y la obligaron a descender desde el sexto cielo al quinto. Apareció Jacob y sus méritos y la obligaron a descender desde el quinto al cuarto cielo. Apareció Leví y sus méritos y la obligaron descender desde el cuarto al tercer cielo. Apareció Kejat y sus méritos y la obligaron descender desde el tercer cielo desde el tercer al segundo cielo. Apareció y sus méritos y la obligaron descender desde el segundo al primer cielo. Apareció Moisés y sus méritos y la obligaron descender a la tierra, por eso está escrito: "Cuando Moisés terminó de instalar el santuario...(Nm 7,1).

Analicemos el texto. Lo primero que tenemos que decir es que este texto probablemente se leía en el Sábado para la fiesta de Hanuka, fiesta que tenía relación con la dedicación al templo. Visto esto, fijémonos que el versículo lejano está tomado del Cant y el versículo cercano precisamente aquel que se tenía que leer en esta fiesta: "Cuando Moisés terminó de instalar el santuario...(Nm 7,1). Entre ambos versículos encontramos cuatro bloques que de uno u otra manera, se relacionan con cercano y lejano. ¿Y cómo se relacionan? En el primer bloque vemos el siguiente esquema: 


Metafora
significado
Rey
Dios
Mujer
Adán (el hombre)
Palacio
El Jardín del Edén
El rey se enfada y expulsa a la mujer
Expulsar del Jardín del Edén
La mujer fuera de palacio
Dios acoge los sacrificios en las Alturas (versículo sobre los sacrificios de Noé)
El rey conciente la petición de la mujer
Dios acoge los sacrificios en la tierra (a través del Cant, Dios entra en su Jardín, donde su novia)

En este primer bloque se ve la relación entre Dios y el mundo de los hombre, donde luego, en el segundo bloque R. Janina explica cuáles deben ser tradiciones entre los hombres: los novios han de esperar el permiso de la novia antes de entrar a través de la cortina de bodas. ¿Cómo se conecta este segundo bloque con el primero? Difícil de decir, lo único que podemos constatar es el motivo formal:  "He entrado en mi jardín, hermana y novia mía,..." (Cant 5,1). En el tercer bloque es el comentario de R. Tanhuma que señala que en el principio la Shejina estaba en la tierra y subraya la palabra  para referirse al Jardín de Dios. De nuevo, distinguir cómo se relaciona este tercer bloque con el segundo es difícil. Al parecer el link estaría dado porque R. Tanhum comenta "yo entré en mí jardín"desde el mismo versículo que se comentó en el anterior bloque, esto es Cant 5,1. Por lo tanto"yo entré en mí jardín"son las palabras claves que unen el segundo bloque con el tercero.  Sigamos, en el cuarto bloque y quinto bloque encontramos los comentarios de R. Abbi b.Kahani y R. Aivo sobre distintos aspecto del  versículo del Gn 3,8 que nos recuerda el comentario de R. Tanhuma. De hecho, P. Abbi B. Kahani específica y expande el comentario de R. Tanhuma con el agregado de "se disminuyó el tamaño de la primera persona". Y finalmente llegamos al bloque final del ptixar. Lo primero que nos llama la atención es que el comentario de R. Isja es el versículo lejano tomado del salmo  "Los justos poseerán la tierra y habitarán siempre en ella." (Sal 37,29). El comentario de este nos lleva al versículo cercano  de todo el ptixar. Y es que es interesante constatar que este último bloque no está conectado con el quinto o cuarto bloque, sino que con el tercero a través de la frase clave: "En el principio la Shejina estaba en la tierra". El comentario del R. Isjak en el último bloque es claro, el pecado de la gente tuvo como consecuencia el alejamiento de la shejina, la presencia de Dios en la tierra, sin embargo, la justicia de Abraham a Moisés, hizo posible el establecimiento del Reinado de Dios sobre la tierra. Este comentario junto con los demás bloques acarrea un nuevo pensamiento: entre el versículo lejano y el cerano hay una conección fonética interesante. "He entrado en mi jardín, hermana y novia mía [kala],..." (Cant 5,1) Cuando Moisés terminó [kalom] de instalar el santuario...(Nm 7,1). En otras palabras, la erección del templo se asocia  con la celebración de una boda, donde el novio es Dios, y la novia es el pueblo de Israel. El pueblo de Israel, de acuerdo al primer bloque, también representa a la humanidad entera, entonces Dios llama de regreso a su mujer, esto es Adán como Israel y la humanidad. Gracias a lo que dice R. Janina (2) el tabernáculo se relaciona con la cortina de bodas desde donde la novia invita al novio a entrar. Este movimiento es muy interesante porque es Israel quien invita a Dios a establecer una nueva relación que los lleve de regreso al Jardín del Edén. Hay distintas visiones respecto a donde ha habitado la Shejina, si sobre la tierra o el cielo, y al parecer en el contexto de este ptixar esto se resuelve a través de preguntas sobre distintos caminos de regreso al Jardín del Edén, y así a veces le es necesario al hombre ascender o a Dios descender. La distancia entre el cielo y la tierra se resuelve a través de la calidad espiritual de la persona. Para más detalles: A. Kovelman y U. Gershovich, Sobre la estructura de la literatura talmúdica y su formación, p. 1-43.

Alianza Sinaítica: Introducción-Estructura

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Los capítulos 19-24 del Ex son llamados el libro de la Alianza por el mismo Moisés en Ex 24,7. El libro del Dt es una adición o suplemento a éste (Dt 28,69).  Ambas unidades forman el corazón del A.T. Ambos se concentran en el establecimiento de la soberanía de Dios a través de una relación de alianza: un Reino a través de la Alianza. Ya sabemos que el camino destructivo elegido por los primeros hombres los había conducido al juicio divino a través del diluvio y a un nuevo comienzo a través de la familia de Noé, el nuevo Adán. A éste se le ordena, al igual que a Adán, ser fructifero y multiplicarse (Gn 9,1). El caos vuelve, sin embargo, a instalarse, siendo la torre de Babel la nueva expresión de éste. Las naciones vuelven a estar perdidas y se desperdigan por la faz de la tierra. El nuevo comienzo, esta vez, se realizará a través de Abraham, un nuevo Adán, al cual Dios le hace grandes promesas en Gn 12, 1-3:  Haré de ti un gran pueblo; te bendeciré; Bendeciré a los que te bendigan. Estas promesas se manifiestan en la Alianza sinaítica en Ex 19, 3-6. Israel es el último Adán que tendría que resolver las consecuencias del pecado y la muerte acarreadas por el primero. Además, tengamos en consideración que las promesas de Dios a Abraham se habían centrado en la descendencia y en la tierra. En la alianza Sinaítica ambas promesas se cumplen. Primero, Dios había aumentado considerablemente la descendencia de Abraham de tal modo que era un pueblo numeroso. También en esta alianza se formaliza la entrega de la tierra de Cannán. Pero esto, sin embargo, no agota los planes divinos. El próposito de Dios no ha cambiado, pretende bendecir a los descendientes de Abraham y a través de ellos a todas las naciones.  Como un reino de sacerdotes, el pueblo de Israel tendrá que hacer conocido a Dios a todas las naciones y traer a éstas a una correcta relación con Dios. Esta Alianza será conocida como la Torá de Moisés en Ex 24,12. La alianza de Moisés será calificada como antigua por Pablo en 2Cor 3,14-15 y como la primera en Heb 8-9. Pero veamos las estructura literaria de Ex 19-24. El background (Ex 19); las diez palabras (Ex 20); los juicios (Ex 21-23); la ceremonia de ratificación de la alianza (Ex. 24). En el corazón del texto encontramos las diez palabras y los juicios. Las diez palabras en Ex 34,28 y Dt 4,13; 10, 4 son conocidas por los 10 mandamientos, aunque este nombre nunca es ocupado en las escrituras. Estas diez palabras son presentadas como mandamientos o prohibiciones absolutas que no están relacionadas con situaciones sociales concretas y donde no se mencionan castigos determinados. En contraste los juicios son presentados como casos legales casuisticos, como desiciones que funcionan como precedentes para casos eventuales y con castigos determinados. Son sentencias condicionadas. Por ejemplo en Ex 21, 28-32 vemos el caso donde un toro mata a cornadas a un hombre y trata de resolver si se trata o no de un hábito del animal.  Si las diez palabras y los juicios forman el corazón de la alianza mosaíca, el capt. 19 y el 24 forman el "sujetalibro" del mismo.  Esto es importante. El capt. 19 se explaya sobre el propósito divino de la alianza y de la preparación del pueblo para la revelación de Yavé en el Monte Sinaí. Por el contrario, el capt. 24 describe la ceremonia de ratificación de la Alianza, luego de la cual, a partir del capt. 25 y hasta el 40 se describe la construcción de un lugar de adoración, ejemplificando, así, la respuesta apropiada (adoración) del pueblo a su Rey. Tal como en Gn 1 se había establecido el gobierno de Dios a través de una alianza, y seguía la prioridad de la adoración a Dios en el santuario (Gn2), lo mismo en Ex donde Dios se declara rey en medio de Israel, y se sigue la prioridad de adorarlo como nación y como un nuevo Adán, hijo de Dios. Dios es el Padre y el Rey, Israel es el hijo obediente que se enmarca en una relación de amor y lealtad, obediencia y confianza. La epifania divina en el Sinai es real, señalada a través del sonido de las trompetas (Ex 19,16.19; 20,18), Israel asciende y se acerca al Rey (2Sam 15,10; 1Re 1,34.39.41; 2Re 9,13).  Para más detalles: Kigdom through... p.1319-1348

¿Existía la Torá Oral en el tiempo de Jesús?

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La pregunta que se hace E.P. Sanders es valida. Es evidente que si definimos a la Torá Oral como la Ley escrita interpretada o aplicada a casos concretos, entonces cada grupo religioso tenía su Torá Oral (Saduceos, esenios, etc). Y el caso es que esto no era así. Una cosa es interpretar la ley, y otra es dar a esa tradición interpretativa el carácter de Ley revelada. En estricto rigor en el período post-bíblico la Torá se identificaba con el contenido de la Biblia. Los sabios (primero los fariseos y luego los rabinos) componían reglas prácticas (halakot), historias, sermones, material edificante (haggadot) y paráfrasis bíblicas (targumim), pero estas expresiones literarias no eran estrictamente hablando Torá Oral. Veamos el siguiente texto de Josefo en Ant. 13.297....La diferencia entre los saduceos y los fariseos estriba según P. Schäfer, en que los Saduceos tenían sus leyes suplementarias escritas, mientras que los fariseos las mantenían de generación en generación de manera oral. Ahora, según Sanders, el punto de Josefo tenía que ver con la negación de las tradiciones fariseas porque éstas no estaban en la Biblia (ver tb. Ant. 18.16). La clave está en que Josefo se refiere a las regulaciones introducidas por los fariseos de acuerdo a la tradición de sus antepasados (Ant. 13.408). Por su parte Pablo habla de pasado fariseo como el haber sido celoso por las tradiciones de sus antepasados (Gal 1,14). En Mc 7,5 los fariseos y los escribas preguntan a los discípulos de Jesús por qué no guardan la tradición de los mayores lavándose las manos. ¿Tenían estas tradiciones para los fariseos el mismo estatus que la Torá escrita en el tiempo de Jesús? El que estas fuentes contemporáneas no las mencionen como Torá Oral es ya un elemento significativo. Incluso en la misná no hay ningún pasaje que signifique claramente una Torá no escrita. Lo que hay en la misná es una constante distinción entre las palabras de la Torá y las enseñanzas de los escribas descarta la concepción de dos Torás iguales en cualidad y autoridad, ambas derivadas de la revelación de Dios a Moisés en el Sinaí (Torá.p.26). Para la misná y la Tosefta las reglas rabínicas y las tradiciones que los rabinos retrotraen hasta el tiempo de Moisés,  tienen un nivel más bajo de autoridad que las palabras de la Biblia. Notemos que esta interesante observación de E.P. Sanders no es unanime. Neusner (The Mishnah before 70, 1987 p. 132-139) habla de la misná como torá oral que había sido puesta por escrito y teniendo un origen divino en la revelación de Moisés. Como sea, es evidente que la Torá escrita requiere una interpretación, la pregunta es ¿cuando esta interpretación pasó a entenderse como una Torá revelada? Que la tradición sea una interpretación también parece evidente. Recordemos la escena cuando Hillel el viejo se encuentra en el templo y argumenta contra las personas que han venido sin sus cuchillos a la fiesta de la Pascua (que había caído en sábado). El argumento de Hillel es el siguiente, si los sacrificios diarios se celebran incluso el sábado (ignorando el descanso sabático), más aún deben celebrarse los sacrificios pascuales si es que estos caen en sábado. La gente debe presentarse con sus cuchillos, preparados para sacrificar. Lo que nos interesa constatar es que Hillel justifica su posición, esto es que la Pascua puede ignorar el descanso sabático a través de una tradici´n de sus maestros (T. Pisha 4,12-13). En términos generales, los fariseos tenían tradiciones extra-biblicas que, admitían, no todas venían del tiempo de Moisés. Los esenios tenían nuevas revelaciones que eran equivalentes a la Biblia. Los saduceos justificaban todas sus prácticas y tradiciones a través de una exégesis bíblica. p.97-127

Jesús y algunos aspectos de la Torá oral (mística y aplicabilidad)

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Con la destrucción del templo, la Torá va adquiriendo una centralidad fundamental en la vida de los judíos que capitalizaban los rabinos. En este proceso, la Torá oral y escrita va adquieriendo tonos místicos cuyo temprano culmen será la obra de la sefer Yetsirá. Veamos otros textos, el T.B. Menajot 29b, donde además se ve el tema de la pre-existencia de Moisés y Aquiba (o dobles en el cielo): Rab Yehudá dijo en nombre de Rab: "Cuando Moisés subió al cielo, enconró al Santo, bendito sea, que estaba sentado y adornaba las letras con coronas. Le dijo: "¡Señor del Universo! ¿Quién obliga a tu mano?". El le dijo: "Vendrá un hombre al final de muchas generaciones; se llamará Aquiba ben Yosef y de cada punta deducirá  por medio de la interpretación montañas sobre montañas de determinaciones prácticas". Le dijo: "¡Señor del universo! ¡Muéstrame a ese hombre!". Le dijo: "Vuelve a bajar".  Se fue, se sentó al final de ocho filas y, al no saber lo que decían, se sintió abatido. Pero he aquí que llegó Aquiba a un cierto punto, y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿de dónde sabes tú esto?", y él respondió: "Es una regla de Moisés desde el Sinaí". Entonces el espíritu de Moisés se recobró y, volviendo junto al Santo, bendito sea, le dijo: "¡Señor del Universo! ¡Tú tienes a un hombre como ése y de das la Torá por medio de mí!". El de dijo: "Cálllate; ése es mi pensamiento". El le dijo: "¡Señor del universo! Tú me has mostrado tu Torá; muéstrame su recompensa". El le dijo: "Vuelve a bajar". Volvió a bajar y vio que se cuarteaba su carne como sobre la tabla de un carnicero. Le dijo: "¡Señor del universo!"¡Esa Torá y esa recompensa!". El le dijo: "Cállate. Ese es mi pensamiento". Es interesante aquí que es Dios quien adorna con coronas las letras de la Tora. ¡Con que esmero hay que escribir y leer la Tora! Algo de eso hay en Jesús quien en Mt 5, 18 exclama con cariño sobre cada letra, incluso las más pequeñas, de la Torá: Les aseguro que mientras duren el cielo y la tierra, ni una «i» ni una coma de la ley dejará de realizarse.Y es que Dios mismo ha puntualizado en todos sus detalles cada letra de la Torá. No es necesario que Moisés haya entendido toda la Torá, la oral o la escrita. La Torá es cosa de Dios y responde a la realidad concreta que la comunidad tiene que discernir siguiendo diversos criterios. La Torá oral implica no sólo la interpretación concreta de la Tora escrita a las circunstancias de la vida, sino las disputas entre distintas escuelas. Y esto desde muy antiguo. Tomemos un caso concreto, la disputa entre fariseos y saduceos sobre la fecha de pentecostes (T.B. Menajot 65b), donde la postura farisea predominó. Los saduceos pretendían que pentecostes coincida con el primer día de la semana para así tener dos días libres. Rabbán Yojanán ben Zakkay  cualifica la inconsecuencia de la posición saducea que no reconoce valor de revelación más que a la Escritura. Para los fariseos, en cambio, la exégesis es Torá oral que hace que la Torá escrita sea completa. Cada parte de la Torá, oral o escrita, remite a toda la Torá.  A partir del 8 de Nisan y hasta el final de la fiesta [de pascua], período durante el cual se restableció la fiesta de las semanas, está prohíbido observar el luto [de ayunar].  Porque los betuseos (saduceos) decían: "Penteconstés [debe celebrarse siempre] después del sábado". Rabbán Yojanán be Zakkay se dirigió a ellos y les dijo: "¡Obráis como sois! ¿De dónde sacáis eso?". Ninguno de ellos le respondió, a no ser un anciano que empezó a discuitir contra él y le dijo: "Moisés, nuestro maestro, amaba a Israel. Pues bien, sabiendo que pentecostés no durá más que un día decidió y ordenó que fuera después del sábado, de forma que Israel  gozase de dos días [consecutivos]. [Rabbán Yojanán ben Zakkay] citó entonces contra él el pasaje de la Escritura: "Hay once días de marcha desde el Horeb hasta Cades-Barne por el camino del monte Seír (Dt 1,2)". Si moisés, nuestro maestro, amaba a Israel, ¿por qué los detuvo en el desierto durante cuarenta años?". Le dijo: "¡Maestro! ¿Es así como me rebates?". El le dijo: "Loco. Nuestra Torá completa no será como vuestra vana conversación. Un pasaje de la Escritura dice: "Contaréis cincuenta días" (Lv 23,16); y otro pasaje de la Escritura dice: "Serán siete semanas perfectas (Lv 23, 15). ¿Cómo [pueden conciliarse entre sí estos dos pasajes]? El segundo pasaje atiende al caso en que el día de fiesta caiga en sábado; el primero atiende al caso en que el día de fiesta caiga entre semana".  En cuanto a Jesús éste no ocupa el término torá oral, al igual que Josefo, sin embargo encontramos que en Mt 15, 1 y Mc 7,3 hay una referencia crítica  a la tradición de los antiguos: "Anuláis la palabra de Dios por la tradición que transmitís" (Mc 7,13) ¿Quiere decir que Jesús se oponía a la tradición oral de los fariseos? La cuestion, como hemos visto en otras entradas no es clara. En T.B. Sotá 16 a leemos: Rabí Yojanán dijo en nombre de Rabbí Ismael: En tres lugares la halaka suplanta a la Escritura: La Torá dice (Lv 17,13):...."con la tierra"; la halaka dice: con cualquier cosa. La Torá dice (Nm 6,5: "con la navaja"; la halaká dice: con cualquier cosa. La Torá dice (Dt 24,1): "con un libro"; la halaká dice: con cualquier cosa. En estos casos la Torá oral tiene preeminencia sobre la escrita porque "la Torá habló según la realidad presente" (Mekilta de Rabbí Ismael Ex 22,21). Jesús reclama en Mc 7,13: "Anuláis así la palabra de dios por la tradición que os habéis transmitido". Se trata sin embargo de la misma realidad: el conflicto entre la Escritura y la tradición, que seguún la teología farisea, impone su autoridad práctica sobre la Escritura. Jesús se opone a ciertos fariseos que proponen como Torá oral sus decisiones discutibles. En contra de ellos, Jesús se presenta como maestro de Torá oral  y decide en materia de votos. La Tora oral tiene que interpretar el decálogo (Ex 20,12: Honra a tu padre y a tu madre). Para más detalles:  La Torá oral de los Fariseos,  p. 27- 61

Jesús como plenitud de la Torá

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La idea de Jesús como plenitud o fin de la Leyestá también (ver) establecida en 2Cor 3. En este capítulo se compara el ministerio de Moisés descrito como de condenación y para la muerte (v.v 7 y 9)con el ministerio del Espíritu y de la justicia (v.v 8 y 9) ejercitado por Pablo (4,1). Ahora bien, a pesar de las diferencias, ambos ministerios han sido fundados a partir de la gloria: el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés por causa de la gloria de su rostro(2Co 3,7). Sin embargo, dirá Pablo, esta gloria no es nada en comparación con la de la nueva alianza. Además, si Moisés se cubrió el rostro no fue sólo por la intensa gloria que reflejaba, sino para  que el pueblo no vislumbrara el fin o sentido de esta ley que estaba llamada a desvanecerse: para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin (τὸ τέλος ) de aquello que había de desvanecerse (τοῦ καταργουμένου)(2Co 3,13). Aquí, al igual que en Rm 10,4  τέλος  significa fin como objetivo o fin (la causa final). Hasta que el velo no sea removido en Cristo (2Cor 3,16) permanecerá cubriendo los corazones de los judíos. El remover el velo pone en evidencia toda la gloria del Señor, como Moisés lo hubiese reflejado, esto es la plenitud del ministerio mosaico, el cual, a pesar de ser de muerte y condenación apuntaba a la verdadera gloria y al ministerio del Espíritu: nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu (2Cor 3,18). Ahora bien, ambas glorias, la de la vieja y nueva Alianza, están conectadas. Y es que la nueva Alianza, o si preferís la gloria manifestada en el rostro de Cristo, es la original, mientras que la de Moisés no es sino un sustituto. Si el rostro de Moisés brilló en el Sinaí fue porque habría aprehendido la gloria de Cristo en la montaña santa. Y es que la gloria de Cristo, es la imagen de Dios (τῆς δόξης τοῦ Χριστοῦ, ὅς ἐστιν εἰκὼν τοῦ θεοῦ) (2Cor 4,4). Esta es la gloria presente en el comienzo del mundo: Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandecerá la luz (ἐκ σκότους φῶς λάμψει), es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo (τῆς δόξης τοῦ θεοῦ ἐν προσώπῳ [Ἰησοῦ] Χριστοῦ) (2Cor 4,6). Hay, por lo tanto, una continuidad en la revelación que va atrás, hacia la creación misma. Para más detalles: “Christ: The “End” of the Law, Morna D. Hooker , en: Neotestamentica et Philonica, Brill, 2003.
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