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Channel: Tomás García Huidobro sj

Jesús y algunos aspectos de la Torá oral (mística y aplicabilidad)

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Con la destrucción del templo, la Torá va adquiriendo una centralidad fundamental en la vida de los judíos que capitalizaban los rabinos. En este proceso, la Torá oral y escrita va adquieriendo tonos místicos cuyo temprano culmen será la obra de la sefer Yetsirá. Veamos otros textos, el T.B. Menajot 29b, donde además se ve el tema de la pre-existencia de Moisés y Aquiba (o dobles en el cielo): Rab Yehudá dijo en nombre de Rab: "Cuando Moisés subió al cielo, enconró al Santo, bendito sea, que estaba sentado y adornaba las letras con coronas. Le dijo: "¡Señor del Universo! ¿Quién obliga a tu mano?". El le dijo: "Vendrá un hombre al final de muchas generaciones; se llamará Aquiba ben Yosef y de cada punta deducirá  por medio de la interpretación montañas sobre montañas de determinaciones prácticas". Le dijo: "¡Señor del universo! ¡Muéstrame a ese hombre!". Le dijo: "Vuelve a bajar".  Se fue, se sentó al final de ocho filas y, al no saber lo que decían, se sintió abatido. Pero he aquí que llegó Aquiba a un cierto punto, y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿de dónde sabes tú esto?", y él respondió: "Es una regla de Moisés desde el Sinaí". Entonces el espíritu de Moisés se recobró y, volviendo junto al Santo, bendito sea, le dijo: "¡Señor del Universo! ¡Tú tienes a un hombre como ése y de das la Torá por medio de mí!". El de dijo: "Cálllate; ése es mi pensamiento". El le dijo: "¡Señor del universo! Tú me has mostrado tu Torá; muéstrame su recompensa". El le dijo: "Vuelve a bajar". Volvió a bajar y vio que se cuarteaba su carne como sobre la tabla de un carnicero. Le dijo: "¡Señor del universo!"¡Esa Torá y esa recompensa!". El le dijo: "Cállate. Ese es mi pensamiento". Es interesante aquí que es Dios quien adorna con coronas las letras de la Tora. ¡Con que esmero hay que escribir y leer la Tora! Algo de eso hay en Jesús quien en Mt 5, 18 exclama con cariño sobre cada letra, incluso las más pequeñas, de la Torá: Les aseguro que mientras duren el cielo y la tierra, ni una «i» ni una coma de la ley dejará de realizarse.Y es que Dios mismo ha puntualizado en todos sus detalles cada letra de la Torá. No es necesario que Moisés haya entendido toda la Torá, la oral o la escrita. La Torá es cosa de Dios y responde a la realidad concreta que la comunidad tiene que discernir siguiendo diversos criterios. La Torá oral implica no sólo la interpretación concreta de la Tora escrita a las circunstancias de la vida, sino las disputas entre distintas escuelas. Y esto desde muy antiguo. Tomemos un caso concreto, la disputa entre fariseos y saduceos sobre la fecha de pentecostes (T.B. Menajot 65b), donde la postura farisea predominó. Los saduceos pretendían que pentecostes coincida con el primer día de la semana para así tener dos días libres. Rabbán Yojanán ben Zakkay  cualifica la inconsecuencia de la posición saducea que no reconoce valor de revelación más que a la Escritura. Para los fariseos, en cambio, la exégesis es Torá oral que hace que la Torá escrita sea completa. Cada parte de la Torá, oral o escrita, remite a toda la Torá.  A partir del 8 de Nisan y hasta el final de la fiesta [de pascua], período durante el cual se restableció la fiesta de las semanas, está prohíbido observar el luto [de ayunar].  Porque los betuseos (saduceos) decían: "Penteconstés [debe celebrarse siempre] después del sábado". Rabbán Yojanán be Zakkay se dirigió a ellos y les dijo: "¡Obráis como sois! ¿De dónde sacáis eso?". Ninguno de ellos le respondió, a no ser un anciano que empezó a discuitir contra él y le dijo: "Moisés, nuestro maestro, amaba a Israel. Pues bien, sabiendo que pentecostés no durá más que un día decidió y ordenó que fuera después del sábado, de forma que Israel  gozase de dos días [consecutivos]. [Rabbán Yojanán ben Zakkay] citó entonces contra él el pasaje de la Escritura: "Hay once días de marcha desde el Horeb hasta Cades-Barne por el camino del monte Seír (Dt 1,2)". Si moisés, nuestro maestro, amaba a Israel, ¿por qué los detuvo en el desierto durante cuarenta años?". Le dijo: "¡Maestro! ¿Es así como me rebates?". El le dijo: "Loco. Nuestra Torá completa no será como vuestra vana conversación. Un pasaje de la Escritura dice: "Contaréis cincuenta días" (Lv 23,16); y otro pasaje de la Escritura dice: "Serán siete semanas perfectas (Lv 23, 15). ¿Cómo [pueden conciliarse entre sí estos dos pasajes]? El segundo pasaje atiende al caso en que el día de fiesta caiga en sábado; el primero atiende al caso en que el día de fiesta caiga entre semana".  En cuanto a Jesús éste no ocupa el término torá oral, al igual que Josefo, sin embargo encontramos que en Mt 15, 1 y Mc 7,3 hay una referencia crítica  a la tradición de los antiguos: "Anuláis la palabra de Dios por la tradición que transmitís" (Mc 7,13) ¿Quiere decir que Jesús se oponía a la tradición oral de los fariseos? La cuestion, como hemos visto en otras entradas no es clara. En T.B. Sotá 16 a leemos: Rabí Yojanán dijo en nombre de Rabbí Ismael: En tres lugares la halaka suplanta a la Escritura: La Torá dice (Lv 17,13):...."con la tierra"; la halaka dice: con cualquier cosa. La Torá dice (Nm 6,5: "con la navaja"; la halaká dice: con cualquier cosa. La Torá dice (Dt 24,1): "con un libro"; la halaká dice: con cualquier cosa. En estos casos la Torá oral tiene preeminencia sobre la escrita porque "la Torá habló según la realidad presente" (Mekilta de Rabbí Ismael Ex 22,21). Jesús reclama en Mc 7,13: "Anuláis así la palabra de dios por la tradición que os habéis transmitido". Se trata sin embargo de la misma realidad: el conflicto entre la Escritura y la tradición, que seguún la teología farisea, impone su autoridad práctica sobre la Escritura. Jesús se opone a ciertos fariseos que proponen como Torá oral sus decisiones discutibles. En contra de ellos, Jesús se presenta como maestro de Torá oral  y decide en materia de votos. La Tora oral tiene que interpretar el decálogo (Ex 20,12: Honra a tu padre y a tu madre). Para más detalles:  La Torá oral de los Fariseos,  p. 27- 61

Jesús como plenitud de la Torá

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La idea de Jesús como plenitud o fin de la Leyestá también (ver) establecida en 2Cor 3. En este capítulo se compara el ministerio de Moisés descrito como de condenación y para la muerte (v.v 7 y 9)con el ministerio del Espíritu y de la justicia (v.v 8 y 9) ejercitado por Pablo (4,1). Ahora bien, a pesar de las diferencias, ambos ministerios han sido fundados a partir de la gloria: el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, de tal manera que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés por causa de la gloria de su rostro(2Co 3,7). Sin embargo, dirá Pablo, esta gloria no es nada en comparación con la de la nueva alianza. Además, si Moisés se cubrió el rostro no fue sólo por la intensa gloria que reflejaba, sino para  que el pueblo no vislumbrara el fin o sentido de esta ley que estaba llamada a desvanecerse: para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin (τὸ τέλος ) de aquello que había de desvanecerse (τοῦ καταργουμένου)(2Co 3,13). Aquí, al igual que en Rm 10,4  τέλος  significa fin como objetivo o fin (la causa final). Hasta que el velo no sea removido en Cristo (2Cor 3,16) permanecerá cubriendo los corazones de los judíos. El remover el velo pone en evidencia toda la gloria del Señor, como Moisés lo hubiese reflejado, esto es la plenitud del ministerio mosaico, el cual, a pesar de ser de muerte y condenación apuntaba a la verdadera gloria y al ministerio del Espíritu: nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu (2Cor 3,18). Ahora bien, ambas glorias, la de la vieja y nueva Alianza, están conectadas. Y es que la nueva Alianza, o si preferís la gloria manifestada en el rostro de Cristo, es la original, mientras que la de Moisés no es sino un sustituto. Si el rostro de Moisés brilló en el Sinaí fue porque habría aprehendido la gloria de Cristo en la montaña santa. Y es que la gloria de Cristo, es la imagen de Dios (τῆς δόξης τοῦ Χριστοῦ, ὅς ἐστιν εἰκὼν τοῦ θεοῦ) (2Cor 4,4). Esta es la gloria presente en el comienzo del mundo: Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandecerá la luz (ἐκ σκότους φῶς λάμψει), es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo (τῆς δόξης τοῦ θεοῦ ἐν προσώπῳ [Ἰησοῦ] Χριστοῦ) (2Cor 4,6). Hay, por lo tanto, una continuidad en la revelación que va atrás, hacia la creación misma. Para más detalles: “Christ: The “End” of the Law, Morna D. Hooker , en: Neotestamentica et Philonica, Brill, 2003.

La ley perfecta y desde la Libertad en Santiago

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LaCarta de Santiago se puede explicar a través de una determinada visión mítica que tiene dos premisas fundamentales. La primera es la promesa de Dios de un Reino a aquellos que lo aman, y su elección que recae, principalmente, sobre los pobres en relación al cosmos.  La historia se remonta a la creación del cosmos y de la humanidad por un Dios bueno (1,17; 3,9) y se mueve en dirección al juicio final que presidirá el mismo Dios (4,12; 2,12-13). La humanidad, creada a semejanza de Dios, se encuentra, mientras tanto, en un intertanto bajo las influencias y maquinaciones del enemigo, el Demonio, y es su obligación resistirse a él (4,7).  El mismo término cosmos ha adquirido un acento negativo como fuente de toda impureza (1,27), y así todo aquel que se considera amigo del cosmos es automáticamente enemigo de Dios (4,4). La disparidad entre los fieles y los enemigos de Dios tiene un claro correlato sociológico entre pobres y ricos (1,9-11.27; 2,1-13.15-16; 4,13-17; 5,1-6).  El rico  es considerado como blasfemo (2,7), perseguidores de los justos (2,6; 5,6), su bienestar testificará en su contra (5,3).  El rico es arrogante y sólo persigue la satisfacción de sus deseos e inevitablemente tendrá que hacer frente al día de la indignación de Dios (5, 1-6). El pobre, en cambio, es quien sostiene una religión pura e incontaminada, esto es, una preocupación real por los que son víctimas del sistema social opresor, como viudas y huérfanos, siempre manteniéndose al margen del cosmos. Estos pobres respecto al cosmos (2,5) son los portadores de la promesa divina del Reino que deriva de 2Sam 7. Este Reino es la recompensa a aquellos que han observado la Ley amando a Dios (2,5; 1,12). Ahora bien, ¿qué significa esta Ley? Veamos la segunda premisa.
            La segunda premisa es la creencia en que Dios es el autor de la Ley, tal y cual es interpretada por Santiago. A pesar que todo mandamiento de la Tora es igualmente importante (2,10), el autor enfatiza aquellos que condenan la disparidad social y económica entre ricos y pobres (2,1-13// Lv 19,15), y aquellos que tratan sobre la paga a los trabajadores agrícolas (5,4-6//Lv 19,13). Para Santiago, la Ley, perfecta y desde la libertad, es la expresión de la Voluntad de Dios dada a Moisés e implantada en cada corazón humano desde el momento de la creación y opuesta a los deseos de los hombres. Esta contraposición entre ley y deseo, aparentemente estoica, constituye la base de la ética de los dos caminos tan popular en la época de Jesús y que definiría al hombre hasta el momento del juicio (5, 19-20). Hacer los trabajosde esta Ley inscrita en el corazón del hombre acarrea las bendiciones o la vida (1,12.21-25). Efectivamente, de acuerdo a Santiago,  Dios, que es capaz de salvar y destruir (4,12),  va a juzgar al hombre de acuerdo a esta Ley (2,12).  Los beneficiarios de este juicio son los pobres o las doce tribus que están en la diáspora (1,1),  esto es, los descendientes de Abraham (2,21), las doce tribus que se han dispersado y que el Mesías va a volver a reunir en el tiempo escatológico final (ver, Eclo 48,10; 36,13-16;Bar 4,37; 5,5; 2Mac 1,27;2,18; 1QM 5,1-2; SalSalomón 17,21-25.26-28. 43-44; 4Ez 12,32-34.39-40.46.48). El Mesías Jesús va a destruir el mal, las injusticias del arrogante rico, y reunir a las doce tribus dispersas por el mundo para restaurar su Reino y darlo a los pobres (2,5). Esta es la promesa tan esperada por los pobres, quienes portarán coronas de vida (1,12; 1,14-15) y serán bendecidos (1,21-25). El humilde, finalmente en l historia humana, será exaltado (1,9; 4,9-10).

            Es interesante constatar la distancia entre Santiago y Pablo. Para este último Jesús prefigura la nueva creación o el segundo Adán, para el primero, Jesús es el restaurador de la unidad nacional perdida, el restablecimiento de las doce tribus en el Reino de un victorioso mesías. Para más detalles: Matt Jackson-McCabe, “The Messiah Jesus in the Mythic World of James”, JBL 122/4 (2003) 701-730.

Jesús y la Torá Oral (los que escuchan sus palabras)

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Antes de practicar la Torá tengo que preguntarme cómo cumplirla en el contexto concreto que me encuentro. De allí que sea tan importante el estudio de la Tora: Como dijo R. Aquiba en Yabné: Grande es el estudio, porque conduce a la acción (Sifre Dt 11,13). Para justificar esta Torá oral tenemos el siguiente texto de la Sifra Lv 26, 14: "Pero sino me escucháis..." (Lv 26,14) [o sea, ni escucháis ] el midrás de los sabios. ¿O se trata más bien de lo que está escrito en la Torá? Cuando la escritura dice..."Y si no ponéis en práctica todos estos mandamientos" (Lv 26, 14), he aquí que se menciona lo que está escrito en la Torá. Pues bien, ¿cómo cumplo la frase: "Pero si no me escucháis?" [comprendiendo que esto quiere decir:] Si no escucháis el midrás de los sabios. El midrás hakamim ilumina y sostiene la práctica de los mandamientos. Algo parecido le hemos escuchado a Jesús y pone en práctica su halaka es como quien construye en un simiente fuerte (Mt 7,24). Es la propia Torá oral de Jesús, su interpretación de la Ley. 

El presente y futuro del Reino en Jesús y los rabinos

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De el Reino de Dios en Sifre de Dt 32,29 se dice: Si Israel guarda las palabras de la Ley que se les ha dado, ningún pueblo o reino podrá reinar sobre él. ¿Y que es lo que esta Ley dice?Tomad sobre sí el yugo de Mi Reino e imitad unos a otros en el temor de Dios y en la práctica de la bondad unos a otros. Lo interesante de este texto es que incluso en el presente pueden haber personas que de alguna manera están viviendo en el Reino de Dios. Cada persona que tome sobre sí misma el yugo de la Ley remueve desde sus hombros el yugo del gobierno y de las preocupaciones diarias. Sin embargo, quien remueva el yugo de la ley va a ser devorado por el yugo del gobierno y las preocupaciones diarias (M. Avot 3,6).  Otro texto interesante, Tanto cuanto Israel cumpla la voluntad de Dios , no habrá nación o reino que pueda gobernar sobre ella. Pero si ellos no hacen la voluntad de Dios, Él los entregará en las manos de las naciones más bajas y no sólo eso, sino debajo de los pies de las bestias de la nación más baja (Sifre en Dt piska 304; Mekhilta en Ex 19,1). En todos estos textos el Reino de Dios emerge del poder de Dios y es realizado por los hombres en la tierra. El hombre puede y debe trabajar por la realización del Reino: ¡Arrepiéntanse que está cerca el reino de los cielos! (Mt 4,17). También hay que destacar que tanto para Jesús como para los rabinos el Reino de Dios es tanto presente como futuro. La llegada del reino de Dios no está sujeta a cálculos; ni dirán: míralo aquí, míralo allí. Pues está entre ustedes (Lc 17, 21). Entonces, para Jesús habría personas que ya están en el Reino de los cielos. La diferencia con los rabinos radicaría en que para estos el Reino es una realidad que no cambia, que está siempre presente de algún modo; para Jesús, en cambio, hay un específico momento histórico, con la predicación del Bautista, cuando el Reino irrumpe sobre la tierra:Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia, y gente violenta intenta arrebatarlo (Mt 11,12). Para Jesús, el Reino se identifica con una nueva era de salvación que ha irrumpido en la historia. Esta irrupción implica que este Reino se propaga entre las personas,  El reino de los cielos se parece a la levadura: una mujer la toma, la mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta (Mt 13,33).  En este movimiento que inaugura Jesús, las promesas realizadas a los pecadores son especialmente relevantes: Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas entrarán antes que ustedes en el reino de Dios. Porque vino Juan, enseñando el camino de la justicia, y no le creyeron, mientras que los recaudadores de impuestos y las prostitutas le creyeron. Y ustedes, aun después de verlo, no se han arrepentido ni le han creído.   Para más detalles: Jesús, Flutcher,Posición: 1916-2039

Vivir en el Espíritu Rm 7,4-6 y 2Cor 5, 14-17

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La novedad en el espíritu es una de características más significativas de la experiencia paulina (Rm 7,1-6). Pablo había tratado de disuadir la premisa que la Tora y sus tradiciones traen salvación diciendo que al contrario aporta el conocimiento del pecado (Rm 3,21), produce la ira (Rm 4,15). incrementa la trasgreción (5,20), se opone a la gracia (5, 20-21; 6,14)...Pablo puede decir: "Pero ahora, libres de la ley, muertos a todo aquello que nos tenía esclavizados, servimos a Dios con un espíritu nuevo, y no según una letra envejecida."Algo parecido a lo que había dicho en Rm 6,14: El pecado no tendrá dominio sobre ustedes, ya que no viven sometidos a la ley, sino bajo la gracia. Esta idea se repite en la siguiente estructura: 


Rom 7, 4-6
Del mismo modo, hermanos, por la unión con el cuerpo de Cristo ustedes han muerto a la ley y pueden pertenecer a otro: al que resucitó de la muerte a fin de que diéramos frutos para Dios.
  Mientras vivíamos bajo el instinto, las pasiones pecaminosas, estimuladas por la ley, actuaban en nuestros miembros y dábamos fruto para la muerte. Pero ahora, libres de la ley, muertos a todo aquello que nos tenía esclavizados, servimos a Dios con un espíritu nuevo, y no según una letra envejecida.
2Cor 5, 14-17
Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos murieron. Y murió por todos para que los que viven no vivan para sí, sino para quien por ellos murió y resucitó.
  De modo que nosotros de ahora en adelante no consideramos a nadie con criterios humanos; y si un tiempo consideramos a Cristo con criterios humanos, ahora ya no lo hacemos.

  Si uno es cristiano, es una criatura nueva. Lo antiguo pasó, ha llegado lo nuevo

Ahora bien, ¿qué es lo nuevo en el espíritu? Es la vida en contraposición con la muerte. El Espíritu y la vida (Rom 6, 4; 8,4) tienen que ver con la Nueva Alianza. Esta se enmarca en la historia de salvación que nos habilita comparar la Alianza Mosaica y la de Jesús. Este motivo está particularmente presente en 2Cor  2-5. El espíritu vivo se refiere a una vida definida y controlada por el espíritu , muerte al pecado y a la Ley (Rom 7, 4). Jeremía y Ezequiel (esp. 11,19; 36,26-27) nos proveen del background para las antitesis presentes en Rm 2, 29; 7,6; 2Cor 3,6. El Espíritu nuevo no se trata del espíritu que sopló Dios en el principio de la creación, sino del Espíritu de Dios mismo recidiendo en el hombre (Ez 36,27; 37,14). Para más detalles: M.V. Hubbard, New Creation in Paul´s Letters and Thought, (Cambridge University Press, Cambridge, 2004) 102-112.


La nueva ley en el Espíritu en Pablo

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En algunos textos, el espíritu-vida se aplica a un individuo en particular. En Is 11, 1-16 vemos que el espíritu es donado a una rama de la raíz de Jese que va a ejecutar el juicio en justicia (v.5) y llegará a ser bandera o estandarte para las naciones (v. 10.12). O como el siervo de Yave  (42, 1-9) es sobre quien el espíritu va a descanzar y quien va a ser llamado justo, y quien llegará a ser una Alianza para los pueblos, una luz para las naciones (v.6). La relación entre espíritu y vida ya está prefigurada en Gn 1,2; 2,7; 6,17. Job 33,4.14.  En estos casos no está claro que se hable de un espíritu especial, divino. No sucede lo mismo con textos donde espíritu y vida están conectados en una manera especial: Ez 8,3: La novedad que implica el espíritu en la era mesianica se ilustra en varios textos del A.T. Alargando una forma de mano, me agarró por los cabellos; el espíritu me levantó en vilo y me llevó en éxtasis entre el cielo y la tierra a Jerusalén, junto a la puerta norte del atrio interior donde estaba situado el ídolo rival del Señor. Este Espíritu se identifica también con el que mueve las ruedas de la mercabá (Ez 1, 12-20). Es el Espíritu de la promesa: Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y haré que caminen según mis preceptos y que cumplan mis mandatos poniéndolos por obra. El nuevo espíritu estaría conectado con el de Dios, no es sólo aliento de vida. Se trataría entonces de la creación de un nuevo hombre que es capaz de obedecer a Dios de manera perfecta porque ha acontecido un cambió milagroso en su naturaleza. Infundiré mi espíritu en ustedes para que revivan, los estableceré en su tierra y sabrán que yo, el Señor, lo digo y lo hago –oráculo del Señor– (Ez 37,14). Cuando Pablo discute sobre cómo Dios hace justos a los gentiles (Gal 3,8) dice: Así la bendición de Abrahán, por medio de Cristo Jesús se extiende a los paganos, para que nosotros podamos recibir por la fe el Espíritu prometido (Gal 3,14). Este es el mismo espíritu que es derramado en nuestros corazones (Rom 5,5) y que dice relación a la profecía de Joel 3, 1-2 (LXX): Después derramaré mi espíritu sobre todos: sus hijos e hijas profetizarán, sus ancianos tendrán sueños, sus jóvenes verán visiones. También sobre criados y criadas derramaré mi espíritu aquel día. Ver: 2Cor 1,22; 5,5; Ef 1, 13-14. Esta relación entre Espíritu y Vida se ve en Rm 8,1-11 cuando se habla de la ley del Espíritu de Vida (v.2). Para más detalles: M. V. Hubbard, New Creation in Paul´s Letters and Thought, (Cambridge University Press, Cambridge, 2004) 111-122

Nous en Sn Pablo

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Cuando hablamos de la transformación del sujeto para San Pablo, un aspecto importante es el nous (mente)que tiene relación con kardia (corazón). Nous ocurre 21 veces en Pablo, principalmente en Rm (6) y 1Cor (7). El concepto es casí exclusivamente paulino y apenas aparece en los LXX, por lo que concluímos que no tiene raíces bíblicas. Desde el punto de vista griego apunta a la parte más sublime del ser humano, su racionalidad, que es como una porción que compartimos con la divinidad. En Rm 1,20: Lo invisible de Dios, su poder eterno y su divinidad, se hacen reconocibles a la razón, desde la creación del mundo por medio de sus obras. Pero el nous tiene una función mucho más amplia que una mera apología del conocimiento de Dios entre los géntiles. Para Pablo el nous nos permite dimensionar hasta qué punto ésta lucha contras las leyes de nuestros miembros y cómo siéndole fiel el hombre puede servir a la Ley de Dios...en mis miembros descubro otra ley que lucha con la ley de la razón y me hace prisionero de la ley del pecado que habita en mis miembros.  ¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de esta condición mortal? ¡Gracias a Dios por Jesucristo Señor nuestro! En resumen, con la razón yo sirvo a la ley de Dios, con mis bajos instintos a la ley del pecado (Rm 7,23-25). Más aún, a través del nous el hombre se va renovando:No se acomoden a este mundo, por el contrario transfórmense interiormente con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto (Rm 12,2). Renuévense en su espíritu y en su mente (Ef 4, 23). El elegido se va haciendo al nous de Cristo: Porque, ¿quién conoce la mente del Señor para darle lecciones? Pero nosotros poseemos el pensamiento de Cristo (1Cor 2,16). Así la verdadera adoración víncula el nous y el espíritu: Porque si rezo en lengua desconocida, mi espíritu reza, pero mi mente no saca ningún provecho.  ¿Qué puedo hacer? Rezaré con mi espíritu y con mi mente, cantaré himnos con mi espíritu y con mi mente (1Cor 14,14-15) La renovación del nous implica una nueva capacidad de discernir la voluntad de Dios:  No se acomoden a este mundo, por el contrario transfórmense interiormente con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto (Rm 12,2). Lo contrario también puede ser afirmado, por ejemplo en relación a los gálatas que rechazan el evangelio: ¡Gálatas insensatos! ¿Quién los ha seducido a ustedes, ante quienes fue presentada la imagen de Jesucristo crucificado? Una cosa quiero que me expliquen: ¿Han recibido el Espíritu por cumplir la ley o por haber escuchado con fe? ¿Tan insensatos son que habiendo empezado con el Espíritu han acabado en el instinto? Para más detalles: J. Dunn, The Theology of Paul the Apostle, 73-75

La ignorancia como consecuencia del Pecado en algunos Padres

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"¿Cómo va a tener salud el alma racional, cuando está enferma en su facultad de conocer?" dice Gregorio de Palamas (Triadas II, 3,17). Esta enfermedad se refiere principalmente a la ignorancia de Dios. Así lo reconoce Máximo el Confesor hablando de Adán: "consistió en ignorar a Aquel que es la causa del hombre". En efecto, "lo que la salud y la enfermedad son en relación al cuerpo vivo...el conocimiento y la ignorancia lo son en relación al espíritu" (Cuestiones a Talasio, prólogo). Evagrio también considera que la ignorancia de Dios es la "enfermedad del alma" (Capítulos gnósticos II 8), mientras que el conocimiento "es la salud del alma"(Máximo el Confesor, Cuestiones a Talasio 59 en PG 90, 604B). Y es que la inteligencia del hombre está hecha por naturaleza para buscar las cosas divinas y para tender al conocimiento de Dios. Cuando ejerce esta actividad esta sana, pero cuando se separa de Dios, cae enferma, pues deja de actuar según su finalidad natural. Adán conocía las cosas sensibles antes del pecado, solo que desde el punto de vista espiritual. Captaba las "razones espirituales" de las cosas, es decir, las captaba en relación a su creador siguiendo la intuición de Rm 1,20: "Lo invisible de Dios, su poder eterno y su divinidad, se hacen reconocibles a la razón, desde la creación del mundo por medio de sus obras. Por tanto no tienen excusa". Si Adán no hubiese caído hubiese sido en el conocimiento como Dios, siguiendo las palabras de Salomón: "El me ha dado la ciencia verdadera de lo que es, me ha hecho conocer la estructura del mundo y las propiedades de los elementos, el comienzo, el fin  el medio de los tiempos....la naturaleza de los animales....el poder de los espíritus y los pensamientos de los hombres, las variedades de las plantas y las virtudes de sus raíces. Todo lo que está oculto, todo lo que se ve lo he conocido yo; pes quien me ha instruido es la Sabiduría, artífice de todo (Sab 7, 17-21). El mal intelectual para Adán consistió en ignorar a Dios y considerar a los seres con independencia de Dios. Se los capta no ya espiritualmente, sino carnalmente, sólo en su apariencia sensible. Los ojos espirituales de Adán se cerraron y en su lugar se abrieron los de la carne. San Simeón dice: "En lugar del conocimiento divino y espiritual, (el hombre) recibió el conocimiento carnal. En efecto, cegados los ojos de su alma, caído de la vida imperecedera, se puso a mirar con los ojos del cuerpo" (Simeón el Nuevo Teólogo, Catequesis XV, 14-15). Precisa Máximo el confesor: "el mal consiste en ignorar al benéfico  Autor de las criaturas. Esta ignorancia, por una parte, encogió el espíritu; por otra abrió ampliamente el camino a los sentidos, alejando al hombre por completo del conocimiento divino, para no llenar su existencia más que del conocimiento sensible de las cosas sensibles" (Máximo el Confesor, Cuestiones a Talasio, Prólogo en PG 90, 257D-260A). Pero la inteligencia no sólo abrió las puertas a las sensaciones, sino que también a todos los deseos apasionados: "la causa de todos los vicios" según Marcos el Monje (Marcos el Monje, A Nicólas, 3,10; 13). Y es que las pasiones "capturan la inteligencia" (Isaac de Nivive, Discursos Ascéticos 85) por la ignorancia, la desatención y el olvido de Dios. La inteligencia se vuelve obscura, se ciega, se extravía, y hace que el hombre se mueva en un mundo de tinieblas (Marcos el Monje, A Nicólas 3,10). A su vez, Clemente de Alejandría dice: "Por haber cometido una falta contra el Logos, el hombre es considerado naturalmente  como privado de logos [es decir de razón] y similar a los animales (El pedagogo I, XIII, 101, 3-102).  La ignorancia en la antigüedad está relacionado con el mal moral. El mal es un no-ser por cuanto es la ignorancia, la negación, el rechazo, el olvido de Dios, que es el Ser mismo, la fuente de todo ser. Al apartarse de Dios, el hombre, inevitablemente, "prepara el mal, concibe la iniquidad, alumbra la nada" (Salm 7,15). Al ver la creación como si Dios estuviera ausente de ella- cuando Él está presente en todo y lo llena todo-  el hombre delira y manifiesta su locura. Al apartarse de Dios, el hombre viene a considerar las criaturas en ellas mismas, independientemente de su Creador, cree que el universo existe por sí mismo. Vive en una ilusión, en un delirio porque todo ser recibe su sentido, valor y realidad de Dios, principio y fin, alfa y omega de toda criatura. Por eso San Atanasio afirma: "¡Locos y ciegos! ¿Cómo podrían en absoluto conocer un edificio, un bargo, una lira, si no hubiera un arquitecto para levantar el edificio, un carpintero para construir el barco, un artesan para fabricar la lira?" (Atanasio de Alejandría, Discurso contra los paganos, 47). Así, en el hombre caído el culto a las criaturas reemplaza a la adoración del Creador. La actitud del hombre consiste en tomar a un ser como fin y atribuirle un sentido y un valor en sí mismo, en lugar de reconocérselos en Dios. Y es que la idolatría es una forma de locura espiritual: "ya que, aunque conocieron a Dios, no le dieron gloria ni gracias, sino que se extraviaron con sus razonamientos, y su mente ignorante quedó a oscuras.  Alardeaban de sabios, resultaron necios, cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes de hombres corruptibles, de aves, cuadrúpedos y reptiles" (Rm 1, 21-23). El hombre cree ver, pero en realidad está ciego (Is 6, 9-10; Jn 9,39; 2Cor 4,4). "El velo, según Máximo el Confesor, es la ilusión producid por los sentidos, que fija la atención del alma en las apariencias superficiales de los objetos sensibles y cierra el paso a los inteligibles" (Máximo el Confesor, Ambigua a Juan 10, en PG 91, 1112B). Los diversos conocimientos del hombre caído no son, pues, más que proyecciones  ilusiorias de su conciencia caída, y precisamente allí donde parece que se alcanza una objetividad o una verdad, esta objetividad y esta verdad se reducen en realidad a un acuerdo provicional de las conciencias que realizan el mismo tipo de proyección y coinciden de algún modo en su decadencia común. Para más detalles: Terapéutica de las enfermedades espirituales, 46-58.

Los Padres del Desierto y el Conocimiento

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En el desierto se hacía una clara distinción entre el conocimiento que se podría adquirir a través de la educación que proporciona "el mundo" y la que se adquiría a través del trabajo arduo propio de los monjes. [Evagrius] le decía al bendito Arsenio: "¿Cómo es que nosotros, con toda nuestra educación y sabiduría no tenemos nada, mientras que estos incultos egipcios adquieren tantas virtudes?" Abba Arsenio le decía: "De hecho nosotros no recibimos nada de nuestra educación mundana, pero estos egipcios incultos han adquirido las virtudes por su propio trabajo duro" [Arsenius 5; PG 65, 88D-89A]. De hecho esta historia no sólo relaciona el verdadero conocimiento con la adquisición de virtudes, también nos habla de los tremendos esfuerzos que los extranjeros como Evagrius tenía que hacer en tierra extraña como Egipto. Así, por ejemplo, un día alguien le dijo: "Abba, nosotros sabemos que si tu estuvieras viviendo en tu propio país, probablemente serías un obispo o un gran lider, pero en el presente te sientas aquí como un extraño"[Evagrius 7, PG 65, 178A]]. Entrar en el desierto era un mundo nuevo, en el cual había que aprender todo desde cero. El más sabio no era más que un aprendiz en medio de los habitantes del desierto. Y es que ciencias como las matemáticas, las ciencias técnicas, la dialéctica, todas eran consideradas superfluas, no contribuían nada en el vivir correctamente. En el desierto el conocimiento está relacionado con la práctica de la virtud. Sus instrucciones, su modestia en el vestir, su ausencia de vanidad, sanaban las enfermedades morales que el sujeto podría padecer. A diferencia de los sabios filósofos que se adiestraban a través del conocimiento de los clásicos paganos, los monjes lo hacían con la biblia. Para más detalles.D. Burton-Christie, The Word in the Desert,  57-61

4Q418: El sacerdocio humano-angelical y la comunidad adámica

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Hablando de figuras intermediarias entre el cielo y la tierra detengamonos en 4Q Instrucción (4Q418) Frg. 81+81a. Es un texto sapiencial que guarda algunos fragmentos sobre misterios, escatología y cosmología que hace que aquellos que participen en esta instrucción compartan la gloria de los ángeles. Veamos aspectos significativos del texto. En las líneas 1-4 vemos que Dios ha separado al destinatario de entre todos los espíritus de carne y que él debe santificarse separándose de todo lo que él odia (Jub 31,14; Sir 50,17). En la linea 5 se dice que Dios exalta al destinatario y derrama sobre él una gran gloria (Ben Sira 45,6-22.50). El ha elegido al destinatario para que sea para él su primogénito. Ahora bien, ¿quién es el destinatario? A pesar que se discute, es probable que se refiera a la elección de Aarón o a un sacerdote de la linea de Aarón. La alusión a la rebosante fuente puede ser considerada una alusión a una de las murallas del templo. En la linea 2 se dice que el destinatario ha de separarse de raíz de toda abominación del alma, expresión que tiene una connotación sacerdotal en la literatura post-exílica.  En la linea 10 se dice que el destinatario tiene el poder de alejar la ira de los hombres de favor...una función sacerdotal propia de Moisés  (Salm 106,23), Fineas (Nm 25,11), Jeremías (Jr 18,20). El carácter sacordotal queda claro, ahora bien, Fletcher-Louis irá más lejos identificando al destinatario con un personaje que reune las expectativas sacerdotales en un Adán cosmológico (בתוך בני אדם): "La escena imaginada en 4Q 418 81 3-4 es....como en Sirca 50 donde el sumo sacerdote encarna la Gloria de Dios y es rodeado por una comunidad cúltica que plenifica la visión  del verdadero Adán en un Edén Restaurado (All The Glory 180). Más interesante aún resultan las lineas 10-14 que probablemente se refieren a la comunidad de los elegidos: hombres favorecidos; los santos; la plantación eterna; aquellos que heredarán la tierra. Cada una de estas expresiones tiene sus matices. Por supuesto, la plantación eterna, el jardín, el retoño, la fuente, son términos que nos llevan al Jardín del Edén. En otras palabras, se predica de la comunidad de los elegidos características sacerdotales y reales propias de Adán-Mesías...¡una democratización de la cualidades mesianicas en una comunidad sin Mesías! Algo parecido a lo que ya habíamos visto en Is 55, 1-5 donde las promesas davídicas se transfieren a todo Israel. 

Por lo tanto, este fascinante texto, nos habla de un destinatario de cualidades exaltadas tanto sacerdotales como angelicales. En frente de este destinatario encontramos una comunidad que se define como hombres que gozan del favor o como plantación eterna. Es probable que la comunidad este sujeta a este destinatario, después de todo éste tiene la capacidad de alejar la ira de la comunidad (I.9). Hasta aquí estamos claros, pero ¿quiénes son los santos (קדושים) de las lineas 1, 11, y 12? Lo más probable es que se refiera a los ángeles, como es expresión común a lo largo de 4QInstrucción. De ser así, la primera linea está dirigida a los ángeles y la linea 12 se traduciría como abre las fuentes de todos los santos de Dios. Así, el destinatario  estaría llamado a abrir una fuente a través de la cual el alimento angelical (sabiduría) alimentará a la plantación eterna. Se trataría de los misterios de Dios, destinados a hacer presente la vida eterna con los ángeles. Para más detalles: F. García Martínez (Ed), Otherworldly and Eschatological Priesthood in the Dead Sea Scrolls, p61-77

La idolatria, las pasiones y el conocimiento del verdadero Dios

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En la antigüedad se creía que si la persona razonaba de manera errónea estaría sujeto a las pasiones. En otras palabras, el negarse a la Verdad de Dios era una manera errónea de pensar que traería como consecuencias una conducta moral inadecuada. Esto es especialmente verdad, desde el punto de vista judío, de los paganos que no conocen a Dios. Antes, cuando no conocían a Dios, veneraban a los que realmente no son dioses (Gl 4,8); sin dejarse arrastrar por los malos deseos, como hacen los paganos que no conocen a Dios (1Tes 4,5). Para los judíos, la idolatría está en la base del pensar erróneo y de ahí deriva a la conducta inmoral.  Y aquí está el asunto porque la idolatría es culpa de los gentiles que, razonando mal, no han reconocido al verdadero Dios en la creación. Porque lo que se puede conocer de Dios lo tienen a la vista, ya que él mismo se lo ha dado a conocer.   Lo invisible de Dios, su poder eterno y su divinidad, se hacen reconocibles a la razón, desde la creación del mundo por medio de sus obras. Por tanto no tienen excusa (Rm 1, 19-20). Toda conducta inmoral deriva de este desconocimiento o mal uso de la razón: Y como no se preocuparon por reconocer a Dios, él los entregó a una mente depravada, para que hicieran lo que no es debido (Rm 1,28). En este pensamiento paulino lo que está a la base es Sab13, 1-9 donde se declara que la verdad de Dios está evidente en la creación; la gente, sin embargo, ha fallado en descubrir esta Verdad desde las cosas visibles (13,1), y terminan reduciendo a Dios a través de imágenes humanas o de bestias (13,13-14). Las consecuencias, de nuevo, son inmoralidades sexuales (14,12.24) y otros vicios (14,25-26). La idolatría, tanto para Pablo como para el autor de la Sab., es el peor pecado. (Mek Pisha 5,40-41; Sipre Dt 54, 3.2).  En ambos casos la mente de los gentiles estaría atrofiada: aunque conocieron a Dios, no le dieron gloria ni gracias, sino que se extraviaron con sus razonamientos, y su mente ignorante quedó a oscuras.   Alardeaban de sabios, resultaron necios (Rm 1, 21-22). Y el argumento es en cierto sentido circular porque una razón corrupta  por la idolatria conlleva a las pasiones, y éstas, a su vez, de nuevo a la pérdida de las facultades racionales: Por eso Dios dejó que fueran dominados por sus malos deseos, que degradaban sus propios cuerpos.   Como cambiaron la verdad de Dios por la mentira, veneraron y adoraron la criatura en vez del Creador —bendito por siempre, amén—, por eso los entregó Dios a pasiones vergonzosas. Sus mujeres sustituyeron las relaciones naturales con otras antinaturales. Lo mismo los hombres: dejando la relación natural con la mujer, se encendieron en deseo mutuo, cometiendo infamias hombres con hombres y recibiendo en su persona la paga merecida por su extravío (Rom 1, 24-27).  De entre todas las pasiones que derivan de la idolatría, la pero es el deseo  (Apoc. Mos 19,3). Nada más lejos que el idel estoico de la apatia tal como se refleja en 4Mac 3, 2-5. 

La ratificación de la Alianza Sinaítica

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La ratificación de la Alianza Sinaítica (Ex 24, 1-11) comienza cuando Moisés reporta al pueblo las diez palabras y los juicios, luego de lo cual este accede a realizar la Alianza como en Ex 19, 7-8. Dice así, Moisés bajó y refirió al pueblo todo lo que le había dicho el Señor, todos sus mandatos, y el pueblo contestó a una: —Haremos todo lo que dice el Señor. Luego, temprano en la mañana levantó un altar en la falda del monte y doce piedras conmemorativas por las doce tribus de Israel. Mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer los holocaustos y ofrecer novillos como sacrificios de comunión para el Señor. Después tomó la mitad de la sangre y la echó en recipientes, y con la otra mitad roció el altar. Tomó el documento del pacto y se lo leyó en voz alta al pueblo, el cual respondió: —Haremos todo lo que manda el Señor y obedeceremos. Moisés tomó el resto de la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo: —Ésta es la sangre del pacto que el Señor hace con ustedes según lo establecido en estas cláusulas. Subieron Moisés, Aarón, Nadab, Abihú y los setenta dirigentes de Israel, y vieron al Dios de Israel: bajo los pies tenía una especie de pavimento de zafiro, límpido como el mismo cielo.  Dios no extendió la mano contra los notables de Israel, que pudieron contemplar a Dios, y después comieron y bebieron. Esta ratificación se puede interpretar de distintas maneras. Veamos dos de ellas. Para P. J. Gentry y S.J. Wellum llaman la atención en el hecho que la mitad de la sangre se pone en el altar, que representa a Yavé, y la otra mitad sobre el pueblo. En medio de ambos actos simbólicos se encuentra la lectura a voz alta  del libro de la Alianza y la respuesta fiel del pueblo. Para estos autores el simbolismo implica que una sola sangre une a las dos partes, Israel y Dios. Esto sería similar a una boda, dos personas se encuentran desde ahora unidas por la misma sangre, a través de la Alianza matrimonial. Es la manera simbólica más explícita para representar una íntima relación. Yavé a llegado a ser el sujeto más cercano de Israel, y esta última se ha convertido no sólo en una nación sino en el pueblo de Dios. Para estos autores, esta interpretación se confirma por el hecho que un grupo de representantes del pueblo asciende a la montaña y comieron y bebieron. Esta sería una antigua práctica, presente hasta el día de hoy, que sirve para celebrar el día de bodas. Los 70 ancianos representan a Israel, quienes como una familia están celebrando la amistad y las bodas con Dios. Esto nos lleva a la voz profética de Osea y de la advertencia en cuanto a que el adulterio es la violación de la Alianza marital que hace que Israel no sea mi pueblo (Os 1,9). Davies, propone una interpretación distinta. Este autor ve en estos rituales la ordenación de Israel como pueblo sacerdotal de Dios. A modo de conclusión, los 70 ancianos que representan a Israel tienen un acceso directo a la presencia divina. Aunque los paralelos no son del todo exacto, Davies alude al ritual de lavarse y vestirse de Lv 8,6-9 y Ex 19,10; los sacrificios de Lv 8,14-23 y Ex 24,5; la aplicación de la sangre sobre el altar en Lv 8,15.19.24 y Ex 24,6; la aplicación de la sangre sobre los ordenados en Lv 8,23.24.30 y Ex 24, 8; la comida delante de Yave en Lv 8,31 y Ex 24,11; y un período de tiempo que se pasa en la entrada del tabernáculo en Lv 8,33.35 y Ex 24,10. El problema con estos paralelos están en los puntos de desencuentro. Y es que en Lv 8 se habla de tres sacrificios, un buey por los pecados (חטאת), un cordero como sacrificio ardiente (עלה), y un segundo carnero para la ordenación (מלאים). Los sacrificios en Ex 24 son sólo dos, un sacrificio ardiente  (עלה) y de paz o ofrecimiento (זבח שלמים), en ambos se sacrifican toros y en una cantidad no especificada. Para más detalles: Kigdom through, p. 1506

La capacidad de deliberar en la apócrifa eslava sobre Satanás

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Vamos a tratar de meternos en el tema del nous o la capacidad de conocer desde el punto de vista de la apócrifa. En el apócrifo eslavo  сотворенiе и паденiе ангеловь  (из Палеи конца XVI или начала XVII Номер 653;из сборника  XVII Номер 1138 ) se explica que los ángeles fueron creados el primer día de la creación. Con esta afirmación se trata de explicar que lo primero que Dios creó fue la luz (Gn 1,3), esto es los ángeles que son seres de luz. En la primera parte ya hay una explicación de la naturaleza intelectiva de los ángeles: Entonces lo primero que creó fue a ellos con la fuerza de entender las palabras sin la articulación de las mismas y de darse unos a otros el pensamiento sin la palabra. Este es un mundo espiritual, distinto a lo que crearía más tarde, tal como lo diría Moisés, "en el principio Dios creo el cielo y la tierra". Luego el apócrifo define a los distintos ángeles (o seres de luz) siguiendo el tratado de Dionisio el Aeropagita. Más adelante viene el cuarto día de la creación cuando Dios creó el sol y la luna, y las estrellas y ese mismo día cayó de su gloria Satanás. La historia tiene que ver con una manera equivocada de pensar de Satanás. Y vio Satanael el cielo y la tierra bellos y pensó: me haré un trono en la nubes y seré como el Altísimo. Y los que son de mi especie (ángeles) me alabarán. E hizo un trono en las alturas sobre las nubes y trajó [a los ángeles] y se convirtió en el jefe de un ejército angelical. Y vio Dios a su antagonista y envió al arcángel Miguel  donde Satanael y le ordenó hacer descender a Satanás. Entonces Miguel se acercó a Satanás y vió en él una divinidad grandiosa tal que se puso a temblar y no podía mirarle. Y llegó Miguel donde Dios y le dijo: Dios, grande es en él tu divinidad [o gloria]. Dios, entonces, tomó de él [Satanás]la divinidad y dijo [a Miguel]: Anda y haced descender a Satanás. Y llegó Miguel y vio a Satanás como si fuese sólo una persona y le golpeó con el cetro  y [destrozo] el trono y Satanás descendió con todas sus fuerzas y tomó de él Dios su divinidad y tomó de él el אל [parte final del nombre Satanael que evoca su divinidad] y se lo dió a los ángeles y arcángeles. En esta historia es interesante constatar que el pecado de Satanás y su caída en desgracia son fruto de un mal raciocinio. Satanás y los suyos cayeron hasta el Ades, un lugar que no tiene base, sobre él sólo se encuentra el agua y bajo el agua el fuego. Hubo otros seres cercanos a Satanás que no bajaron al Adés sino solo a la tierra y dieron origen a distintos tipos de demonios, lo mismo otros que quedaron en los aires. Lo que caracteriza a estos demonios es que todo lo que tienen es una gran fuerza, están hambrientos de deseos de hacer el mal y de recibir el mal, sin ninguna razón engañan a la gente y todo el tiempo hacen tonterías, no duermen, son invisibles, hipócritas para ser vistos adoptan la figura de un ángel o de una persona o de reptiles para inquietar al hombre.  Luego encontramos una historia similar Из сборника Номер 1138 pero con alguna diferencias muy interesantes. La primera es la creación de Sátanas: Cuando descendió Dios y comenzó a andar sobre el agua vio a un ave que nadaba como un pato. Y dijo Dios: ¿Quién eres tú? El ave le dijo: Yo soy dios. ¿Y yo quien soy? El ave le dijo: Tú eres Dios de los dioses. Dios le dijo: ¿De dónde eres? El ave le dijo: Yo soy de lo de abajo. Y dijo Dios: ¿Y yo de donde soy? El ave le dijo: de lo alto. Y le dijo Dios: Dadme de lo de abajo. Entonces el pato se sumergió en el agua y le trajo barro [илъ, en un juego de palabra que implica barro en eslavo y la terminación divina de los nombres angelicales en hebreo como Rafael o Miguel] a Dios. Y tomó Dios el barro  y lo esparció por aquí y por allá formando la tierra, secando los ríos y las fuentes. Y tomó Dios al ave y le llamó Satanael y tú serás para mí un guerrero sobre las fuerzas celestiales,y en total eran 12 ángeles,  cada uno con su superior.Esta historia es realmente interesante, desde luego debe ser de origen eslavo cristianizado. Luego el relato repite lo que los otros manuscritos había explicado: el razonamiento errado de Satanael aunque con algunos detalles que muestran que el manuscrito estaba deteriorado: Y pensó para sí mismo Satanas el descender a la tierra y hacerse un trono sobre las estrellas y seré semejante al Altísimo y me alabaran mis súbditos. Luego se repite la historia entre Dios, Miguel y Satanás con la consecuente creación de los demonios que habitan en el Ades, en la tierra y en el aire. De nuevo es interesante constatar que los demonios tienen la capacidad de engañar al hombre bajo apariencia de bien. Y a ti se te aparecen como ángeles y engañan a la gente. 

Notas sobre las Bendiciones a los sacerdotes Zadoquitas (4QSb 22-28)

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Veamos algunos aspectos interesantes de las bendiciones para los sacerdotes zadokitas (1QSb 3, 22-28) que valen la pena tener en cuenta para entender la convivencia entre qumránitas y los ángeles. Palabras de Bendición. Del Instructor. Para bendecir  a los hijos de zadok, los sacerdote que (23) Dios se ha escogido para reforzar su Alianza por siempre, para distribuir todo sus juicios en medio de su pueblo, para instruirlos (24) conforme a su mandato. Ellos han establecido en la verdad su alianza, y han inspeccionado en la justicia todos sus preceptos, y han marchado de acuerdo con lo que  (25) él escoge. Que el Señor te bendiga desde su morada santa. Que te ponga como ornamento glorioso en medio de los santos (26). Que renueve por ti la alianza del sacerdocio eterno. Que te otorgue  un lugar en la morada santa (27). Que juzgue por tus obras a todo los nobles, y por lo que salde de tus labios a todos los príncipes de (28) los pueblos Que te dé como heredad las primicias de todas las delicias. Y que bendiga por tu mano los proyectos de toda carne.Hemos subrayado algunos elementos que vale la pena tener en cuenta. En la linea 25  y 26 se habla de la morada santa, el lugar desde donde Dios otorga sus bendiciones. Este es el mismo lugar donde los sacerdotes zadoquitas están llamados a tener un espacio (26) en medio de los santos (ángeles). Esta idea también está presente en los Cánticos del Sacrificio Sabático y Jub 31, 14-20 donde también vemos una bendición para los sacerdotes para servir en el santuario de Dios como los ángeles de la presencia y los santos. A su vez, la frase el 28 aparentemente se refiere a cuando los sacerdotes elevan las manos para bendecir las obras humanas de acuerdo a la fórmula de Nm 6,24-26. También es interesante el que Dios ponga un ornamento glorioso en el sacerdote en medio de los ángeles (25-26).  Esto nos recuerda la luz esplendida que recibe el sumo sacerdote durante el servicio en el templo de acuerdo a Sir 50,5. 

Cristo como Hijo del Hombre en el Primer Cristianismo

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Generalmente damos mucha importancia a la Cristología de la exaltación presente en Pablo. No hay que olvidar la Cristología de la encarnación o pre-existencia. Es el caso de Flp 2, 6-11 donde se habla de aquel que siendo en la forma de Dios llegó a ser un hombre (en la tierra) desde la preexistencia  (en los cielos). Esta idea que aparecerá de manera tan clara en el cuarto evangelio, es muy temprana, y no hay indicios en nuestros textos de corrientes que impugnaran su validez. Aquel que había preexistido y que había llegado a ser un hombre antes de resucitar a una nueva vida tenía su propia identidad distinta a Dios, el Padre. En Flp 2, 9-11, en medio de su exaltación, se le llamará Jesucristo, el Señor, quien posee el nombre sobre todo nombres. La adoración de este Señor se basa en su identidad preexistente, en su encarnación, y en su obediencia hasta la cruz. Y este Cristo preexistente existía en la forma de Dios y en igualdad con Dios. En su encarnación, Cristo eligió una vida de humildad y servicio, tomando la forma de siervo, vaciándose a sí mismo, no reteniendo su condición de igualdad con Dios. Y no es sólo Flp 2, 6-11, también lo es Col 1, 15-20; 1Tim 3,16; Jn 1, 1-18; Heb 1-2. En ese sentido es interesante constatar que en Jn 1, 1-18 no hay interes en la muerte, resurrección y exaltación del Logos. El mayor tema es la encarnación. 

Este tema también está presente en los sinópticos aunque no llame tanto la atención de los especialistas. Jesús ha venido (¿desde dónde?) en los sinópticos (Mc 1,24; Lc 4,34; Mt 8,29; Mc 2,17; Mt 9,13; Lc 5,32; Mt 5,17; Lc 12, 49; Mt 10, 34; Lc 12,51; Mt 10,35; Mc 10, 45; Mt 20,28; Lc 19,10). También se identifica a Jesús con la Sabiduría (Lc 10,21-24; Mt 11, 25-27). En 2Cor 5, 19.21 tenemos elementos de la encarnación:  Dios estaba, por medio de Cristo, reconciliando el mundo consigo...A aquel que no conoció el pecado, Dios lo trató por nosotros como un pecador. Este era el Jesús-divino y humano- único y quien llevó a cabo la salvación. El no conocer el pecado también está presente en 1Pe 2,22: No había pecado ni hubo engaño en su boca. Y en Heb 4, 14-15: El sumo sacerdote que tenemos no es insensible a nuestra debilidad, ya que, como nosotros, ha sido probado en todo excepto el pecado. El trabajo de salvación implica un ser divino preexitente que se encarna (o viene en vocabulario sinóptico) y que vive sin pecado hasta la muerte en obediencia de cruz. Aquí las referencias adámicas son muy claras. Ahora bien, el ser celestial preexistente que se identifica con Jesús no es solo Adán, es el Hijo del hombre, algo mucho más que un título, el hijo del hombre es una figura celestial que fusiona en sí la dimensión preexistente y terrena de jesús en los sinópticos y el 4Evangelio. El Hijo del hombre en Dn 7,13 viene de Dios, el Anciano de Días,  sobre las nubes. Referencias a este Hijo del hombre y las nubes están presentes en Mc 13, 26; 14, 62 y par. Textos apócrifos donde aparece el Hijo del hombre son las Similitudes de Enoc, 1En 37-71, y 4Ezra 13, donde se le describe como una figura celestial, preexistente y con prerrogativas divinas. Este Hijo del hombre en los sinópticos a venido desde el cielo a la tierra (Mc 13,26; Mt 16, 28; 24, 39; Lc 18,8) con la gloria del Padre (Mc 8,38; 13,26; Mt 25,31).  Como Hijo del hombre se sienta en el trono celestial (Mt 19,28; 25, 31), con poder, y aparece en compañía de sus ángeles (Mc 8,38; 13, 26-27; Mt 13,41; 25, 31) con autoridad para ejercer el juicio (Mt 16,27; 25,31-46; Jn 5,27; Mc 8,38; Lc 12, 8-9; 18,8; 21,36). Su aparición sería universal y cósmica (Lc 17, 24.30; Mt 24,30). Todas estas cualidades celestiales del Hijo del hombre quedan en jaque cuando éste se encarna o viene a la tierra: Nadie ha subido al cielo si no es el que bajó del cielo: el Hijo del Hombre (Jn 3, 13). Algo parecido a lo que leemos en Mc 10, 45: Porque el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos. O recordemos Lc 19,10: Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo perdido.  O Lc 7,34: Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: miren qué comilón y bebedor, amigo de recaudadores de impuestos y pecadores. El Hijo del hombre se ha encarnado y camina con los suyos a pesar que no se le reconoce como tal: Les aseguro que a quien me reconozca abiertamente ante los hombres, el Hijo del Hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero a quien me niegue ante los hombres, lo negará ante los ángeles de Dios (Lc 12,8-9). Incluso en la narrativa previa a la transfiguración, donde Jesús trasluce su naturaleza divina, se menciona al Hijo del Hombre (Mc 8,31.38; 9,9.12.). Este es el contexto que explica que el Hijo del hombre tenga la facultad de perdonar los pecados en Mc 2,10 quien alude al Juicio de Dn 7,13-14 y al Reino de Dios que él viene a inaugurar.  Para más detalles: Jesus Monotheism 1:  p.78-105

La mente de Cristo (1Cor 2, 15-16)

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Veamos el siguiente texto: En cambio el hombre espiritual puede juzgarlo todo y a él nadie lo puede juzgar. Porque, ¿quién conoce la mente del Señor para darle lecciones? Pero nosotros poseemos el pensamiento de Cristo(1Cor 2, 15-16). El contexto es el llamado que hace Pablo a los creyentes en crecer en verdadera sabiduría. Aquellos que tienen el Espíritu de Dios tienen la mente de Cristo. A partir de aquí el creyente ha de abrazar la verdadera sabiduría que descanza en el temor del Señor (Job 28,28; Salm 111, 10; Prov 1,7; 9,10; 15, 33; Sir 1,18. 27; 19,20; 21,11; 1Clem 57, 5).  Una sabiduría que no descanza en los valores del mundo, sino en los valores del nuevo eón o tiempo mesianico (Rm 12,2; 1Cor 1-2). Una sabiduria que es la de la cruz (1Cor 1, 17-25; 2, 1-5). La muerte y la resurrección de Jesús revelan la grandeza de la sabiduría de Dios. A la luz de los planes eternos de Dios, la sabiduría del mundo se reduce a la nada (1Cor 1, 19-20; 3, 19-20) y no puede reconocer la verdadera sabiduría de Dios (1Cor 1,21. 23-25; 2,8. 12-13). Los signos y las maravillas pueden desplegar el poder de Dios (1Cor 22; 2Cor 12,12), pero nada como la cruz que revela cosas aún más profundas (1Cor 1,18. 24; 2,4-5; 2Cor 13,4). Es una sabiduría que se ha revelado un plan histórico de Dios (Rm 11,30-34) cuyo climax se encuentra en la cruz. El corazón de la sabiduría divina , y el corazón de lo que significa compartir la mente de Cristo (1Cor 2,16) es la cruz. Más aún, esta sabiduría divina es antes que nada una sabiduría escatológica (1Cor 2, 6-10). No es una sabiduría humana (1Cor 2,5), no pertenece a nuestro tiempo (1Cor 2,6). Y es que como la presente era, los gobernantes de ella, devendrán en nada (1Cor 2,6) porque carecen de la sabiduría eterna, y la muestra de ello es que han ejecutado al más honorable y glorioso Señor, el verdadero rey (1Cor 2,8). En contraste con la sabiduría de este mundo, la sabiduría de Dios ha estado escondida a través de la historia (1Cor 2,7), oculta para incluso los más educadas personas de este mundo (1Cor 2,6.8). El obejto de la sabiduría divina es la eterna gloria y transformación de los creyentes en el futuro (1Cor 2,7), las cosas que Dios ha preparado para quienes lo aman (1Cor 2,9). 

En esta sabiduría el Espíritu es importante porque es el revelador (1Cor 2, 10-11). El Espíritu puede revelar las verdades de Dios porque el Espíritu puede descubrir incluso las profundidades del corazón de Dios (1Cor 10). Y es que el Espíritu de Dios realmente conoce el corazón de Dios (1Cor 2,11; 2,16). Es verdad que algunos platónicos afirmaban que la divinidad en sí mismo es inalcansable, la mente humana nunca pueda entenderla. Pablo diría que el mundo no puede entender a Dios, pero el Espíritu propio de Dios sí lo entiende y lo revela a quiens aceptan su sabiduría (1Cor 2, 12.16). El Espíritu hace que el creyente pueda conocer lo que Dios ha dado gratuitamente (1Cor 2,12), esto es la promesa de la eterna gloria para los creyentes (2, 7.9). Estos son los espirituales que se contraponen con un segundo grupo de personas, los corporales (σαρκινος) (1Cor 3,1) o naturales (φυχικος) (1Cor 2,14). El conocimiento completo de Dios será escatológico (1Cor 13,12), pero los creyentes o espirituales pueden sentir desde ya algo de este conocimiento. Pablo tiene a la base textos como Is 64,3 (LXX) en 1Cor 2,9 y Is 40,13 en 1Cor 2, 16a. Son textos que hablan de la inaccesibilidad del conocimiento de Dios, sin embargo, argumenta Pablo, los creyentes pueden conocer a Dios a través del Espíritu (1Cor 2,10.16b). En la práctica, tener la mente de Cristo o actuar a base del Cristo vivo en uno (Rm 8,10; Gl 2,20) incluye: empoderamiento moral (Gl 2,20); una manera de pensar teocéntrica, cristócentrica, eclesiológica; un ser movido por el Espíritu; experiencias del conocimiento de la sabiduría divina; revelaciones períodicas. Y por supuesto esto también se manifiesta a traves de los carismas que reparte el Espíritu (1Cor 14, 13. 26-28): hablar en lenguas, profecías, interpretaciones, sanaciones etc.  Para más detalles: The mind of the Spirit, pos 8920-9671

El combate contra los pensamientos

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Una de las dinámicas más importantes en la espiritualidad ortodoxa y que tiene que ver con el nous, es el combate (παλη, αγων) contra lo pensamientos ocupa un lugar central."Os lo ruego, hermanos, reprimamos los pensamientos igual que reprimimos los actos" (Apotegmas N220). "La fuerza y el principio de todo pecado son los malos pensamientos"constata Orígenes (Comentario al salmo 20, 11 en PG 27, 129C). Los objetos no son malos en sí mismos, "por tanto, depende de la mente el uso bueno o malo de los objetos"observa Máximo el Confesor (Centurias sobre la caridad III, 3; II, 17; 73; II 71; I 91; II 72). No conviene, por consiguiente, luchar contra los objetos, sino con las representaciones que nos hacemos de ellos. Todas estas razones hacen que el hombre preocupado por su curación y su salud deba ocuparse principalmente de la lucha contra los pensamientos, a la que los Padres llaman "combate interior", "combate invisible", "combate del espíritu", "combate y guerra del corazón". El origen de los pensamientos es doble, pude ser disposiciones propias del hombre como pueden ser las pasiones que actúan por medio de los pensamientos. Evagrio indica que "si tenemos recuerdos apasionados de una cosa, es que antes acogimos con pasión sus objetos; y a la inversa, de todos los objetos que recibimos con pasión, tenemos también recuerdos apasionados"(Tratado práctico, 34). La otra fuente de los pensamientos es la actividad demoníaca que actua por medio de la memorio y la imaginación. La mayoría de las veces los demonios suscitan los pensamientos apasionados sobre la base de las disposiciones y /o  predisposiciones. En efecto, "de las pasiones ocultas en el alma reciben los demonios los medios para suscitar en nosotros los pensamientos apasionados (Maximo el Confesor). De la actitud del hombre respecto a los pensamientos depende su destino espiritual. Estas son la vigilancia (νηφιζy la atención (προσοχη) (Mc 13,33.35.37; 14,38; Lc 12, 37-38; 1TEs 5,6; 1Pe 4,7). Sn Juan de Gaza escribe: "los perfectos están perfectamente  atentos a sí mismos, como el artesano que conoce perfectamente su oficio. Si, mientras trabaja, se pone a hablar con algunos, su conversación no le impide al mismo tiempo el ejercicio de su arte (Cartas 459). Estar atento y vigilante respecto a los pensamientos es, en primer lugar, vigilar permanentemente nuestro corazón para poder observar los pensamientos que nacen en él desde que surgen, y permanecer constantemente en guardia para poder hacer frente a los ataques...es la "custodia del corazón". Como dice Hisiquio de Batos, "El trabajo del monje es ver venir de lejos sus pensamientos" (capítulos sobre la vigilancia 153).  Para más detalles: Terapeutica de las enfermedades espirituales, 449-464

Relato sobre la Cabeza de Adán (apócrifo eslavo)

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La cabeza de Adán se quedó en el medio de la tierra, nadie la había visto. Por casualidad Salomón salió a cazar y le alcanzó una tormenta, el sirviente que le llevaba las ropas de repuesto no estaba con él, entonces vio una cueva y entró en ella junto a su perro de caza y su aguila, y estando allí vio huesos y no rocas. Y cuando terminó la tormenta y salió y entró el rey. Y dijo: "Por la persona! ¿Quién estaba a cargo de mis vestidos? La tormenta me empapó, ¿por qué huiste?" El siervo le dijo: Señor!Entrar en la cueva con el perro y con el águila y mi caballo estaba fuera y vi en la cueva huesos y no rocas. En la mañana el rey entró en la cueva y vio los huesos y supo que había encontrado la cabeza de Adán. ¿Cómo junto a esta calavera apareció un árbol? Cuando Adán murió, un ángel le dió a Seth una rama del árbol, la  cual Satanás había robado a Dios. Dios le dijo: Con lo que me robaste serás castigado. Y de la rama creció un árbol con tres partes: una de Adán, otra de Eva, y otra de Dios en el medio. De la parte del árbol de Adán emerge el rito Tigris; de la parte de Dios le dio el ángel a Seth, y Seth se la llevó a Adán, y éste hizo una corona de espinas, y de esta corona un árbol creció, y una parte (se supone la tercera parte del árbol) se perdió con la inundación. Y entendió Salomón que se trataba de la cabeza de Adán, y la llevó a Jerusalén, y la gente salía para mirarla. Salomón entonces ordenó: Como yo hago ordeno que vosotros hagáis. Y tomó Salomón una piedra y la lanzó hacia la cabeza  y dijo: Hacemos reverencia porque es creación de Dios y lanzó otras piedras  y dijo: te mato porque eres criminal de Dios. Y todo el pueblo hizo lo mismo, rindió reverencia y le lanzó piedras a la cabeza. El relato continua con la precisión que de estas piedras se formó el Golgota. También se dice que cuando Jesús nuestro Señor fue traicionado por el pueblo, y fue llevado a Pilato junto a dos ladrones, y Pilato hizo de este árbol tres cruces y crucificó a Cristo en la del árbol que era de Adán. Para más detalles: апокрифические сказания о ветхозаветных лицах и событиях 99-100

Pensar como Cristo (Flp 2,5)

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En el contexto de los problemas de desunión de la comunidad de los Filipenses (Flp 4, 2-3), Pablo los exhorta a pensar como Cristo (4,2) o que tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús (Flp 2,5). En Flp 2,5 como en 4,2 Pablo emplea el verbo φρονεω que está presente en Flp 1,7; 2,2.5; 3,15.19; 4,2.10. Esto implica, como se deduce de Flp 2,2, el ejercitar la misma estructura mental, tener el mismo amor, el estar unido en el espíritu, el tener la misma mente  (Rm 12,16; 15,5; 1Cor 1,10; 2Cor 13,11; Flpe 1,27; 4,2). Esta unidad en la mente (Flp 2,5) implica seguir el ejemplo de servicio de Jesús (Flp 2,6-8) y de su humildad al considerar a los otros más que a uno mismo (Flp 2,3), tal como Jesús no se consideró igual a Dios (Flp 2,6) sino que se abajó a si mismo (Flp 2,8). El mismo verbo φρονεω se utiliza en Flp 3,15 y 3,19. En 3,15 los creyentes deben pensar con su intensión focalizada en las cosas de arriba:  Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud (3, 10-11.14. 20-21); y si en algo tenéis una actitud distinta, eso también os lo revelará Dios; Esto en contraste con los enemigos de la cruz de Cristo (3,18) para quienes Pablo en 3,19 les reserva la referencia a κοιλια (estómago), esto es una imagenq ue hace referencia a los placeres (Rm 16,18; 1Cor 6,13). Es decir, estos enemigos sólo persiguien los placeres, la glotonería, todo lo que se representa por los banquetes de la elite. En contraste a los creyentes esperan en el cielo (Flp 3, 20-21), estas bestias serán destruidas junto con sus esmeros terrenos y sus afanes materiales (Flp 3,19). Al igual que en Rom 12,2; 1Cor 2,9-10 y Col 3,2 el apóstol señala que el verdadero creyente en Jesús vive no para satisfacer sus pasiones animales, sino a la luz de la esperanza eterna y la recompensa en Cristo.  Para más detalles: The mind of the Spirit, pos10854-24278.

Una mente y un cuerpo renovado (Rm 12,1-3)

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En Rm 12,1-3 tenemos la siguiente expresión de Pablo: Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. (2)Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto. (3)Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. Dios renueva las mentes de quienes se dedican a Dios y así evaluar lo que es bueno, aceptable y perfecto. En otras palabras es una mente que puede evaluar todas las cosas porque tiene la mente de Cristo. La renovación de la mente evoca la mente divina de Rm 11,34: ¿Quién conoce la mente de Dios? ¿Quién fue su consejero? El creyente puede adentrarse a este misterio y conocer la voluntad Divina. Al mismo tiempo puede pensar en un sentido más amplio, considerando al cuerpo de Cristo con todos sus dones (Rm 12,4-6): Es como en un cuerpo: tenemos muchos miembros, no todos con la misma función; así, aunque somos muchos, formamos con Cristo un solo cuerpo, y estamos unidos unos a otros como partes de un mismo cuerpo.  Tenemos dones diversos según la gracia que Dios ha concedido a cada uno: por ejemplo, si hemos recibido el don de la profecía debemos ejercerlo según la medida de la fe. 

En Rm 12, 1 Pablo dice que el cuerpo puede ser un instrumento utilizado de buena manera (Rm 6, 13; 8,11.23; 1Cor 6,13. 15, 19-20;  2Cor 4,10; 5,10; Flp 1,20; 3,21; Col 2,23), como de manera malvada (Rm 1,24; 6,6; 7,24; 8,10.13; 1Cor 6,16; 2Cor 5,10). El cuerpo no es malo en sí, simplemente puede ser transformado cuando Cristo y su espíritu iluminan las mentes y no cuando es direccionado por decisiones morales voluntaristas (Rm 1,24; 6,12). En términos generales el propósito de nuestro cuerpo no es cumplir nuestros deseos autónomos, sino que servir al más grande Cuerpo de Cristo (Rm 12, 4-6). Ahora bien, ¿cómo presentamos este sacrificio corporal? A través de la razón la mente dicta como el cuerpo ha de servir. En el contexto que estamos estudiando significa (Rm 12, 2-3) que una mente renovada puede discernir la voluntad de Dios (Rm 12,2), incluyendo como el lugar donde uno puede ser de más utilidad al Cuerpo de Cristo (12, 3-8). 

La mente renovada mira el mundo desde el punto de vista de la nueva era, del tiempo mesiánico (1Cor 2,6-10; 2Cor 1,22; 5,5; Gal 5,5), cuando nos vamos haciendo a la imagen de Cristo (Rm 8,29; 2Cor 3,18). De nuevo, no se trata como los estoicos o platónicos de auto control para alcanzar la felicidad, o como Pitágoras diría, el purificar el intelecto (Pyth Life 16.70). Para Pablo, como para algunos judíos de la diáspora sólo Dios puede conducir la mente hacia la sabiduría, sólo Dios puede renovar la mente hacia lo mejor. La mente renovada de Rm 12,2 contrasta  con la mente pagana que no ha sido informada por la Ley (Rm 1,28) o por la mente corporal que siendo informada por la Ley no ha sido transformada por ella (Rm 2,18; 7,23.25). Por el contrario, la mente renovada es capaz de evaluar lo que es bueno (en contraste con Rm 1, 28). τελειος implicaría para los estoicos auto-control que se logra a través de remover todas las pasiones. La virtud sería la perfección del alma. En la mente perfecta habita la sabiduría perfecta. Para Pablo, como para cualquier judío, uno no puede ser "perfecto" sin la ayuda de Dios. Los hombres son pecadores y no pueden caminar el camino de la perfección sin la ayuda del Espíritu de Dios. Por lo tanto τελειος para Pablo puede significar "madurez" (1Cor 2,6; 14,20; Ef 4,13; Flp 3,15) moral intachable (Col 4,12) o "perfecto" (Col 3,14) y ideal u objetivo (Flp 3,12; Col 2,18). En este contexto, la mente renovada reconoce la voluntad de Dios porque está siendo influenciada por la propia mente de Dios. Esto es implícito en 1Cor 2,16 en relación a Is 40,13. 

En Rm 12,3 Pablo enfatiza un pensamiento sobrio jugando con φρονειν  y σωφρονειν. Prudencia (σωφροσινη) era una de las cuatro virtudes que definió Aristoteles y que compartían los estoicos. Sin embargo, para estos grupos la virtud por excelencia era el auto-control que en el caso de la mujer se expresaba a través de la castidad. En Rm 12,3 σωφρονεω se contextualiza en el cuerpo de Cristo (Rm 12, 4-6) donde la mente renovada reconoce que cada creyente ha sido confiado con la fe a través de actividades particulares (12, 3.6).

En términos generales los creyentes son transformados a través de la renovación de sus mentes lo que los hace evaluar lo propio del tiempo presente y los valores del mundo venidero, reconociendo lo que es bueno, agradable y perfecto a la vista de Dios. Cada creyente ha de considerar como puede servir mejor al Cuerpo de Cristo en cada miembro. Para más detalles: The Mind of the Spirit, Pos.719-8161

La mente celestial (Col 3,1-2)

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Por tanto, si han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios, piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra (Col 3,1-2). En este texto Pablo exhorta a los creyentes a concentrar su atención en Cristo entronizado en el cielo. Esta actitud también se encuentra en la filosofía Greco-Romana que insistía en elevar el alma a los cielos para experimentar la visión pura y trascendente de la divinidad. La realidad divina sería perfecta, eterna, incambiable. Lo distintivo de Pablo, sin embargo, esta en que él se focaliza en el Cristo exaltado (1Cor 2,16; Flp 2,5; 3,19-20; 4,7). Buscar los bienes del cielo  τα ανω está en contraste con las cosas de la tierra. Estas dos dimensiones entran en juego, por ejemplo en 2Cor 4-5 donde Pablo habla de la renovación de la persona interior a pesar de la decadencia del cuerpo. Y es que la persona interior se esta preparando para lo que nadia jamás ha visto, lo eterno, lo celestial (2Cor 4,16-5,2).  Pablo anticipa  un cuerpo celestial (1Cor 15, 40-41). Al mismo tiempo Pablo habla de la Jerusalén celestial de la cual la terrena es sólo una sombra (Gl 4, 25-26).  La visión de las cosas celestiales, esto es Cristo, está en consonancia con las propias visiones de Pablo en 2Cor 12, 1-4.7 que incluían a Jesús (12, 1.8-9). Esta contemplación de las cosas de arriba tiene implicancias éticas (Col 3,2), de allí que después Pablo despliegue una serie de conductas apropiadas para las familias (3,18.20.22.23.24; 4,1); habla de la bondad y el perdón (Col 3, 13-14); todo lo que uno hace ha de hacerlo en nombre de Jesús (3,17) y por el Señor (3,23-24). Para más detalles: The mind of the Spirit pos-11468-11630

El Nous y el conocimiento de Dios en el Ap. Abrahám

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En el Apocalipsis de Abrahám se ven varías escenas en las que el patriarca va descubriendo la vaciedad de la idolatría de su padre. Así, por ejemplo, encuentra el ídolo de piedra llamado Marumat había caído a los pies del ídolo de hierro Nacón. Con gran trabajo logró levantar a Marumat con ayuda de su padre, lo que no impidió que el ídolo se descabezara, lo que obligó a poner la cabeza en una talla nueva (1). Más adelante, cuando llevaba unos ídolos de un lugar a otro, el asno se echo a correr y los dejó caer rompiendo a tres y quedando dos. Esto produjo un serio traspié en las ventas que tenía que hacer  Abraham en nombre de su padre Taré. En todo caso, los tres ídolos rotos fueron arrojados al fondo del río y nadie supo más de su existencia( 2). Todas estas experiencias hacen reflexionar a Abraham, y aquí quiero detenerme, en cómo, según esta obra,  el uso correcto del nous conduce al monoteísmo: He aquí que Marumat cayó y no podía ponerse en pie en su templo, ni yo por mí mismo no pude moverlo hasta que llegó mi padre y ambos lo levantamos y, sin que pudiéramos evitarlo, se le cayó la cabeza. (Mi padre) la colocó sobre la piedra de otro ídolo que había hecho sin cabeza. Y los restantes cinco ídolos que se rompieron al caer del asno no pudieron  salvarse ellos mismos ni hacer daño al asno a pesar de que los había roto, ni sus restos salieron del río" (3,2-5). Y reflexionando más profundamente, en su corazón  se dice: Si es así, ¿cómo podrá Marumat, el dios de mi padre, que tiene la cabeza de piedra y está hecho de otra piedra diferente, salvar a un hombre, o escuchar su oración o retribuirla? (3,5). Abraham reconoce que fue su padre, un hombre, quien ha creado a los dioses cuya bendición es un desastre y su poder es vano. ¿Cómo pues, puede ser auxiliador de mi padre lo creado por él, unos ídolos fabricados? (6,2). Y de ahí decide dirigir su intelecto hacia la pureza y expondré ante él con claridad sus pensamientos (6,3). De eso modo empieza a buscar al dios creador de todo, no a ídolos inventados por los hombres. Y al llegar al Creador implora que se manifieste por sí mismo, lo que efectivamente sucede a través de una teofanía auditiva: Al Dios de dioses y al Creador buscas tú en el fondo de tu corazón. Yo soy. Apártate de tu padre Taré y sal de su casa para que no seas muerto por los pecados de la casa de tu padre (8,2)...Yo soy el Dios todopoderoso, anterior al mundo, el que en un principio creó el mundo visible. Yo soy un escudo y auxiliador para ti (9,2). 

Paz, Gozo, Aucencia de preocupación y Virtudes en el nous del creyente (Flp4,6-8)

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Siguiendo con la transformación del nous en Pablo analicemos el siguiente texto de Flp 4, 6-8: No se aflijan por nada, más bien preséntenselo todo a Dios en oración, pídanle y también denle gracias.  Y la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.  Por último (Además), hermanos, ocúpense de cuanto es verdadero y noble, justo y puro, amable y loable, de toda virtud y todo valor. Primero, Pablo promete paz, que como sabemos es un fruto del Espíritu (Rm 14,17; Gl 5,22), para guardar los corazones y los pensamientos de los creyentes. La paz, al igual que Rm8,6, tiene implicancias individuales (Flp 4,7-8) y comunitarias (Flp 4,1-2). La paz no es fruto del esfuerzo humano como los filosofos predicaban, sino sería fruto de Dios. Ahora bien, esta paz está condicionada a las exhortaciones precedentes, esto es, regocijarse o no afligirse, que también es fruto del Espíritu (Rm 14,17; 15,13; Gl 5,22; 1Tes 1,6). En judaísmo el gozo se relaciona con el guardar los mandamientos de la Torá, o viviendo de acuerdo a la sabiduría (Sab 8,16), o viviendo rectamente (Aristeas 261). Pablo es enfático sobre el gozo (Flp 3,1; 4,4) en las relaciones humanas (Flp 1,4. 25; 2,2. 17-18. 28-29; 4,1.10) y en la predicación del evangelio (Flp 1,18). Este gozo descanza parcialmente sobre la ausencia de preocupación o ansiedad (Flp 4, 6a). Donde los estoicos enfatizan la resignación, Pablo defiende el agradecer constantemente (2Cor 1,11; Flp 1,19; Film 22). Finalmente la expresión λοιπον como por último, aunque también se puede traducir como además, introduciendo una lista retórica con adjetivos. El término virtud (Αρετη) es un término griego que significa virtud, y era el objetivo de distintas escuelas filósoficas como los cínicos y los estoicos. Para estos últimos cuando uno alcanza la virtud experimenta la felicidad y la libertad de todo lo que te disturba, especialmente las pasiones. Pablo, en cambio, ocupa el término Αρετη de manera genérica, de modo que puede comprender varias virtudes individuales como sabiduría o corage. Para más detalles: The mind of the Spirit, pos 10636-10834.

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