Algo más sobre las características adámicas previas al pecado, o lo que es lo mismo, el significado místico de la imagen y semejanza del hombre con Dios. Filón de Alejandría habla que los primeros hombres estaban dotados con un cuerpo muy grande y las magnitudes de un gigante (QG 1.32). En el ApAbrah 23,3 leemos que el héroe tiene la siguiente visión: Miré dentro de la imagen y mis ojos corrieron hacia el lado del jardín del Edén y vi allí a un varón muy grande de talla y tremendo de corpulencia, de un aspecto incomparable, que se abrazaba con una mujer que se asemejaba al varón en aspecto y talla. En el TestAbrah se describe la figura de Adán al final de los tiempos sentado por fuera de aquellas dos puertas (una que conduce al paraíso y otra a los infiernos) a un hombre sentado sobre un trono dorado, y el aspecto de aquel hombre era terrorífico, semejante al del Soberano (Dios). Las enormes proporciones de Adán también están atestiguadas en el 2Enoc donde se habla de su nombre que se construye a partir de las cuatro esquinas del mundo: Oriente, Occidente, Norte y Sur (11,63) (acróstico griego subyacente). En el Genesis R VIII, 1 leemos: R. Tanjuma, en nombre de R. Benayah, y R. Berekyah en nombre de R. Lazar dijeron: Lo creó como masa inanimada (golem), que se extendía de un confín del mundo al otro, como está escrito: “Mi masa inanimada veían tus ojos” (Sal 139, 16). R. Yehosúa b. R. Nejemyah y R. Yehudah b. R. Simón, en nombre de R. Lazar, dijeron: Llenando todo el mundo lo creó. ¿De dónde se deduce que desde el oriente hasta el poniente? Porque está dicho: “Tú me has formado por detrás y por delante” (Sal 139, 8). Y de norte a sur, ¿de dónde? Porque se dice: (“Desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra) y desde un extremo a otro del cielo” (Dt 4,32). ¿Y de dónde que también [llenaba] el hueco del mundo? La Escritura dice: “Y has puesto sobre mí tus manos” (Sal 139,8) igual que lees: “Retira tu mano de sobre mi” (Job 13,21). Otro texto rabínico pertinente es Pirke de Rabi Eliezer 11: Él [Dios] comenzó a coger el polvo para el primer hombre desde las cuatro esquinas del mundo….él [Adán] se mantuvo de pie y fue adornado con la Imagen Divina. Su altura era de oeste a este como está escrito: “Tú me has formado por detrás y por delante”. “Detrás” se refiere al oeste, “delante” se refiere al este. Todas las criaturas le contemplaron y le temieron pensando que era su Creador y llegaron a postrarse delante de él. Un último texto pertinente son las Crónicas Jerahmeel 6-12: Entonces llamó Dios a Gabriel y le dijo: “Ve y tráeme polvo de las cuatro esquinas de tierra y Yo crearé al hombre de allí…”. Él [Adán] se mantuvo de pie y era a semejanza de Dios; su altura se extendía de este a oeste como está escrito: “Tú me has formado por detrás y por delante”. Detrás, esto es el oeste, y delante, esto es el este. Todas las creaturas le contemplaron y le temieron; ellas pensaron que era su Creador y se postraron delante de él. La enormidad de Adán no es sino otra forma de referirse a la gloria del primer hombre. Y es que tenemos que relacionar estas descripciones con las que se hacían del mismo Dios en textos como Siur Qhoma (ver) o el 3Enoc. Un texto especialmente interesante, por lo desconocido que es el Octipartite de Adán. En él leemos: Ahora el primer hombre fue creado de ocho partes. La primera parte del polvo de la tierra; la segunda del mar; la tercera del sol; la cuarta de las nubes del cielo; la quinta del viento; la sexta de las piedras; la séptima del Espíritu Santo; la octava de la luz del mundo. Ahora, ésta es la interpretación. Se dice que del polvo de la tierra se ha formado su carne. El segundo, esto es el mar, de donde se ha formado su sangre. El tercero es el sol, de donde son sus ojos que son la lámpara del cuerpo. Cuarto: de las nubes del cielo son formados sus pensamientos. El quinto es el viento, que es su inhalación y su exhalación. El sexto, esto es la piedra, de donde son sus huesos. El séptimo es el Espíritu Santo, que Dios ha dispuesto en el hombre. El octavo es la luz del mundo que ha sido interpretada como el Cristo. El primer hombre, al modo de un micro cosmos, es el culmen y síntesis de la creación. Esta imagen adámica al modo de Dios es lo que hace que los ángeles se postren delante de él…todos menos satanás y los suyos que se niegan. El 2Enoc Dios habla de Adán en los siguientes términos: Y le dejé establecido en la tierra como un segundo ángel, honorable y glorioso. Y le constituí como rey sobre la tierra, teniendo a su disposición un reino gracias a mi Sabiduría (11, 60-61). El mismo texto habla que Dios puso a disposición de Adán cuatro estrellas insignes (11,64) que bien puede ser una analogía a las cuatro hayyot que a su vez cuidan el trono de Dios.
Algo más sobre las características adámicas previas al pecado, o lo que es lo mismo, el significado místico de la imagen y semejanza del hombre con Dios. Filón de Alejandría habla que los primeros hombres estaban dotados con un cuerpo muy grande y las magnitudes de un gigante (QG 1.32). En el ApAbrah 23,3 leemos que el héroe tiene la siguiente visión: Miré dentro de la imagen y mis ojos corrieron hacia el lado del jardín del Edén y vi allí a un varón muy grande de talla y tremendo de corpulencia, de un aspecto incomparable, que se abrazaba con una mujer que se asemejaba al varón en aspecto y talla. En el TestAbrah se describe la figura de Adán al final de los tiempos sentado por fuera de aquellas dos puertas (una que conduce al paraíso y otra a los infiernos) a un hombre sentado sobre un trono dorado, y el aspecto de aquel hombre era terrorífico, semejante al del Soberano (Dios). Las enormes proporciones de Adán también están atestiguadas en el 2Enoc donde se habla de su nombre que se construye a partir de las cuatro esquinas del mundo: Oriente, Occidente, Norte y Sur (11,63) (acróstico griego subyacente). En el Genesis R VIII, 1 leemos: R. Tanjuma, en nombre de R. Benayah, y R. Berekyah en nombre de R. Lazar dijeron: Lo creó como masa inanimada (golem), que se extendía de un confín del mundo al otro, como está escrito: “Mi masa inanimada veían tus ojos” (Sal 139, 16). R. Yehosúa b. R. Nejemyah y R. Yehudah b. R. Simón, en nombre de R. Lazar, dijeron: Llenando todo el mundo lo creó. ¿De dónde se deduce que desde el oriente hasta el poniente? Porque está dicho: “Tú me has formado por detrás y por delante” (Sal 139, 8). Y de norte a sur, ¿de dónde? Porque se dice: (“Desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra) y desde un extremo a otro del cielo” (Dt 4,32). ¿Y de dónde que también [llenaba] el hueco del mundo? La Escritura dice: “Y has puesto sobre mí tus manos” (Sal 139,8) igual que lees: “Retira tu mano de sobre mi” (Job 13,21). Otro texto rabínico pertinente es Pirke de Rabi Eliezer 11: Él [Dios] comenzó a coger el polvo para el primer hombre desde las cuatro esquinas del mundo….él [Adán] se mantuvo de pie y fue adornado con la Imagen Divina. Su altura era de oeste a este como está escrito: “Tú me has formado por detrás y por delante”. “Detrás” se refiere al oeste, “delante” se refiere al este. Todas las criaturas le contemplaron y le temieron pensando que era su Creador y llegaron a postrarse delante de él. Un último texto pertinente son las Crónicas Jerahmeel 6-12: Entonces llamó Dios a Gabriel y le dijo: “Ve y tráeme polvo de las cuatro esquinas de tierra y Yo crearé al hombre de allí…”. Él [Adán] se mantuvo de pie y era a semejanza de Dios; su altura se extendía de este a oeste como está escrito: “Tú me has formado por detrás y por delante”. Detrás, esto es el oeste, y delante, esto es el este. Todas las creaturas le contemplaron y le temieron; ellas pensaron que era su Creador y se postraron delante de él. La enormidad de Adán no es sino otra forma de referirse a la gloria del primer hombre. Y es que tenemos que relacionar estas descripciones con las que se hacían del mismo Dios en textos como Siur Qhoma (ver) o el 3Enoc. Un texto especialmente interesante, por lo desconocido que es el Octipartite de Adán. En él leemos: Ahora el primer hombre fue creado de ocho partes. La primera parte del polvo de la tierra; la segunda del mar; la tercera del sol; la cuarta de las nubes del cielo; la quinta del viento; la sexta de las piedras; la séptima del Espíritu Santo; la octava de la luz del mundo. Ahora, ésta es la interpretación. Se dice que del polvo de la tierra se ha formado su carne. El segundo, esto es el mar, de donde se ha formado su sangre. El tercero es el sol, de donde son sus ojos que son la lámpara del cuerpo. Cuarto: de las nubes del cielo son formados sus pensamientos. El quinto es el viento, que es su inhalación y su exhalación. El sexto, esto es la piedra, de donde son sus huesos. El séptimo es el Espíritu Santo, que Dios ha dispuesto en el hombre. El octavo es la luz del mundo que ha sido interpretada como el Cristo. El primer hombre, al modo de un micro cosmos, es el culmen y síntesis de la creación. Esta imagen adámica al modo de Dios es lo que hace que los ángeles se postren delante de él…todos menos satanás y los suyos que se niegan. El 2Enoc Dios habla de Adán en los siguientes términos: Y le dejé establecido en la tierra como un segundo ángel, honorable y glorioso. Y le constituí como rey sobre la tierra, teniendo a su disposición un reino gracias a mi Sabiduría (11, 60-61). El mismo texto habla que Dios puso a disposición de Adán cuatro estrellas insignes (11,64) que bien puede ser una analogía a las cuatro hayyot que a su vez cuidan el trono de Dios.