Veamos algunos textos significativos sobre los vestidos de Adán. En el Targum Pseudo-Jonathan sobre el Gn 3,21 el primer hombre vistió vestidos luminosos que fueron arrancados de la serpiente. Y el Señor hiso vestidos de gloria para Adán y para su esposa de la piel que la serpiente se había desprendido (para calentarse) de la piel de los vestidos de uña de los cuales ellos se habían desprendido, y los vistió. Algo parecido leemos en Pirke de Rabbi Eliezer 20: Rabi Eliezer dijo: de la piel que la serpiente mudó, el Santo, sea bendito, los tomó e hizo abrigos de gloria para Adán y su esposa, como está dicho: “Y el Señor hiso para Adán y su esposa abrigos de piel y los vistió”. En esta misma línea debemos interpretar los versículos 7-14 del Cap 3 del ApAb. Y es que la semejanza a la imagen de Dios de la que fue hecho Adán (Gn1,26) se interpretó en ciertas corrientes rabínicas como una cierta luminosidad que reflejaba la gloria divina. No era una semejanza corporal , sino más bien, una luminosidad que destellaba Adán. Esto se complementaría con el enigmático versículo 21 del Cap 3 del Gn que se refiere a los vestidos de piel con los que viste Dios a Adán y su esposa. En la versión armenia de la Vida de Adán y Eva (20,1) la mujer recuerda el momento cuando se vio desprovista de sus vestidos después de la desobediencia: En esa hora yo entendí con mis ojos que había sido desnudada de la gloria con la cual yo había sido vestida. En el GnRabbah 20, 12 leemos: vestidos de luz: estos se refieren a los vestidos de Adán que eran como una antorcha (despidiendo rayos), amplios en la base y angostos arriba. Volvamos a Pirke Rabbi Eliezer 14 : ¿Cuál fue el vestido del primer hombre? Una piel de uña y una nube de gloria lo cubrían. Cuando él comió de los frutos del árbol, la piel de uña fue desvestida desde él y la nube de la gloria se marchó desde él y él se vio desnudo.
Veamos también la apariencia gloriosa de Adán, superior a los ángeles, Pesahim 54ª: Fue enseñado, R. José dijo: Dos cosas Él decidió crear en la tarde del Sábado, pero que no fueron creadas sino hasta el final del Sábado, y al final del Sábado el Santo, bendito sea, inspiró a Adán con conocimiento similar al divino y le procuró dos piedras y las golpeó una contra la otra y produjo fuego; también él tomó dos animales distintos y los cruzo y de ellos vino la mula (ver también: Sanhedrin 38b, 100a; Genesis Rabbah 8.1, 11.2, 21.3; Exodus Rabbah 32.1; Leviticus Rabbah 14.1, 16.2; Hagigah 12a.). El adorable Adán, el Adán original era tan esplendido que hasta los ángeles lo confundían con Dios. Para garantizar que la adoración estuviese solo reservada para Dios, Dios hizo algunos cambios en Adán y creo el sueño ( ver también Genesis Rabbah 17.5.sobre el sueño). Por último tomemos Genesis Rabbah 8.10: R. Hoshaya dijo: Cuando el Santo, bandito sea, creo a Adán, los angeles que le servían lo tomaron por un ser angelical y querían exclamar delante suyo “Santo”…¿Qué hizo el Santo, bendito sea? Él le hiso dormir y entonces todos comprendieron que era un hombre mortal.