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Channel: Tomás García Huidobro sj
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El criterio de los sabios como norma interpretativa de la Torá

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Hay varios textos rabínicos donde encontramos el principio interpretativo de la Torá que pone el consenso de los sabios por sobre de cualquier otro elemento, incluso la realidad o la naturaleza. En el BT Rosh Hashanah 25a–25b somos testigos de una discusión entre Rabí Yehoshua y Rabí Rabban Gamaliel: Las escrituras ponen tres de los más cuestionables personajes al nivel de los más remarcables para señalar que Jerubaal en su generación es como Moisés en la suya, Bedan en su generación es como Aarón en la suya, Jepthah en su generación es como Samuel en la suya, para enseñaros que los más despreciables, una vez designado como líder de la comunidad, ha de ser considerado como el más alto entre los elevados...esto muestra que debes contentarte con ir al juez que te ha tocado en tus días. En el mismo sentido hay otra regla que dice: incluso si te dicen que la izquierda es la derecha y la derecha la izquierda, obedéceles (Sifre sobre el Dt párrafo (Piska) 154). Lo que se está afirmando es que sea lo que dicten los sabios, esto será la norma aceptada por la comunidad. Cualquiera que se oponga a estos preceptos está contrariando el mundo normativo aceptado por la comunidad en general. Es verdad que existe otro texto que contradice este principio diciendo: ¿Es posible que si la gente te dice que la derech es la izquierda y la izquierda la derecha, tengas que obedecerles? Las escrituras dicen: "Ir a la mano derecha o a la mano izquierda", significa que uno sigue la mayoría sólo si ésta declara que la derecha es la derecha y la izquierda la izquierda [JT Horayoth 1, 1 (45, 4)]. Esta interpretación sería más cercana a grupos que orientan la halaka en valores trascendentes o en la realidad objetiva tal como ellos la ven. (219)

La experiencia de un mes en Japón

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Siempre me he sentido atraído por la espiritualidad de oriente, especialmente  del Japón. La importancia que se le da al cuerpo, la disciplina, la simplicidad. En el verano del 2015 tuve la oportunidad de ir Japón a hacer un retiro por un mes con el P. Kakichi Kadowaki sj. En el aeropuerto en Tokio me encontré con Pedro Vidal, un español que lleva grupos zen cristianos, y nos fuimos a la estación de trenes desde donde emprendimos el viaje hasta la casa de retiro. Ésta era sencilla, pero lo suficientemente espaciosa y cómoda para el mes que teníamos por delante. A la mañana siguiente ya estábamos inmersos en la desafiante disciplina zen.
El régimen diario era bastante estricto, muy parecido a la experiencia del noviciado,  con un horario bien establecido, mucha meditación, ejercicios físicos, y trabajos manuales. Comenzábamos el día a las cinco de la mañana con algunos ejercicios preliminares que hacíamos cada vez que nos sentábamos a meditar. Y de allí empezábamos una serie de meditaciones que se extendían por todo el día, alguna veces sentados en un salón acomodado para tal finalidad, otras, en frente a una pequeña laguna en un bosque muy bonito. Sólo el trabajo manual interrumpía nuestras meditaciones, preocupándonos de las cosas prácticas de la casa. La comida era sencilla, pero muy buena. Básicamente era comida vegetariana, aunque algunas veces también comimos algo de carne. La comida japonesa es realmente buena, es un arte en el combinar los sabores. También teníamos un par de horas libres al día, que ocupábamos leyendo o bien paseando por los alrededores de casa. La naturaleza era realmente sobrecogedora, con unos bosques tupidos y llenos de vida. Del mes que compartimos, el tiempo más intenso fue cuando coincidimos con un grupo zen de japoneses. Nunca había visto un grupo tan dedicado a la meditación. Realmente sobrecogedor. A veces, después de tantas horas sentado en la misma posición, me dolían las piernas. La presencia de este grupo de japoneses tan entregados era un estimulante para perseverar y entregarme en la medida de mis posibilidades.


El P. Kakichi Kadowaki sj fue un maestro y un compañero ejemplar. Su vida entera ha sido un viaje a las raíces de las tradiciones cristianas y zen para hacerlas dialogar en la práctica de la oración y en una propuesta filosófica-espiritual. Su amor, orgullo y profundo conocimiento de la cultura japonesa era admirable. El P. Kadowaki es un japonés de tomo y lomo. Profundo conocedor de la práctica zen de la línea Rinzai  que ha practicado con dedicación con maestros de renombre en el Japón. Además de la práctica, Kadowaki ha estudiado con éxito autores de filosofía japonesa  contemporáneos de difícil comprensión para los propios japoneses.  Esto junto con su formación occidental, doctor en filosofía de la Gregoriana y profesor de la Universidad Santa Sofía, hacen que en él converjan elementos únicos en un diálogo interreligioso profundo, que va a la raíz, y que rara vez encontramos hoy en un mundo que se mueven más sobre las superficialidades. Me impresionó también su profundo amor por las sagradas escrituras. Yo por formación soy teólogo bíblico, y he de reconocer que durante este mes intuí una manera de aproximarme a la biblia que fue única. Yo la definiría como una exegesis corporal de la biblia, posibilitada principalmente por una sensibilidad que sólo las culturas orientales nos pueden proporcionar.  Yo estuve sólo un mes, es muy poco tiempo, pero sí intuí una manera de acercarse al texto sagrado de una forma tremendamente profunda y simple donde el cuerpo juega un papel mediador fundamental.
         Esta aproximación corporal a la Biblia se relaciona de manera extraordinaria con la meditación zen propuesta. A través de una meditación directa, simple y concreta el ejercitante concentra su atención en la manera cómo el aliento de vida va llenando el cuerpo entero, y en especial, la zona bajo el abdomen. La inspiración, así, adquiere una directa correspondencia con la experiencia bíblica de un Dios que nos da a cada momento nueva vida. El Padre-Madre nos vivifica a través de su aliento como lo hizo con el cuerpo sin vida de Adán (Gn 2,7). El Dios nos da a cada momento nueva vida, al modo como resucitó a Jesús. En este sentido, la experiencia del aliento de vida se ilumina con la del Espíritu de una manera muy concreta e interconectada. Somos, cada uno y todos, templos del Espíritu de Dios que nos dona a cada momento el aliento de vida (Ef 2,21-22). El carácter donativo de esta vida se refuerza con la experiencia zen de ir muriendo en cada exhalación. El cuerpo, sin el aliento de vida, no es sino polvo que regresa a la tierra desde donde fue tomado (Gn 3,19). Es la experiencia que el zen define como la “gran muerte”,   esa que Jesús ejemplificó de tantas maneras muriendo constantemente a sí mismo. De esta manera, el zen y el cristianismo dialogaron de una manera simple y muy potente, cada día, cada instante, sentados en la meditación, en mi caso durante un mes. En esta experiencia la postura corporal es muy importante. Para el zen el cuerpo entero a través de una postura corporal adecuada ya es meditación. Y es que posibilita este ritmo vital que va desde la muerte a la vida, siempre como experiencias de total entrega y dependencia a Dios.
El P. Kadowaki fue un gran maestro, un hombre que se dio por entero para que cada uno de nosotros nos diésemos por entero. Un hombre de una gran experiencia zen y cristiana. Tenía gran cuidado en la técnica, en la posición corporal, y en la raíz, simple a la vez  que eficaz, de la meditación zen con elementos cristianos. Un hombre cien por ciento japones, zen y cristiano…un Jesuita de profundo dialogo.

Es difícil trasmitir lo que significó esta experiencia en mi vida de Jesuita. Creo que al final tuvo mucho de lo que fue mi mes de ejercicios en la Tercera Probación, el caer en la cuenta que todo es don de Dios. Sin embargo, la manera de aproximarse a esta verdad fue distinta. Fue japonesa…fue zen. Es una sensibilidad completamente diferente. Lamentablemente un mes es muy poco tiempo para haber podido penetrar completamente en un mundo tan desconocido para mí. Lo que sí pude intuir  es que el zen es tremendamente simple y muy concreto. Y quizás eso es lo que lo hace tan eficaz. Es como ir a la raíz misma de la cotidianidad para descubrir de qué manera tan misteriosa estamos todos tan interconectados. Para sentir que cada soplo de vida es dado.  Es de tontos tratar de ponerle palabras a algo que es tan simple, cotidiano, y al mismo tiempo tan profundo y evidente. Mejor desisto. Sólo le agradezco a Dios por el don de haber vivido esta experiencia del Japón…el Japón increíble del P. Arrupe.


El criterio de los sabios como norma interpretativa de la Torá (2)

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Para grupos como los fariseos y los saduceos de Jerusalén la autoridad interpretativa de la Torá viene dada por la comunidad de los sabios. Había algunos que creían que la interpretación de los sabios había ido en declive desde que se dio la Torá en el Sinaí hasta el presente. En ese sentido leemos: Si las primeras autoridades eran como ángeles, nosotros somos como hombres; y si la ellos eran como hombres, entonces nosotros somos como burros (Shab. 112b). Para otros, sin embargo, la interpretación que hacen los sabios de la Torá ha ido progresando desde que se recibió en el Sinaí porque el conocimiento se ha ido acumulando. Leemos que la interpretación más tardía es siempre más metículosa en la clarificación de la halakah (Tosefta to Kid. 45b). Como sea, la interpretación de la Tora, que va constituyendo la Ley Oral, siempre se dispone para que el hombre no la transgreda (Ber 1:1). Esto es lo mismo que decir que el principal objetivo es la defensa de la Tora. Si el hombre que cuida un frutal lo hace desde fuera, entonces toda la huerta está protegida. Sin embargo, si la cuida desde dentro, todo lo que tiene delante estará protegido; lo que está detrás, quedará desprotegido (Yev. 21a). 

Mt, 12,3-6: la violación del sábado y la preservación de la vida en el contexto rabínico

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Para entender la relación entre la Torá y los fariseos tenemos que considerar dos principios. El primero, el judío ha elegido comprometer su libertad bajo el alero de la Torá. Es lo mismo que sucede con cualquier religioso de cualquier confesión. He decidido vivir mi vida de manera tal de ser fiel a tales o cuales principios. El segundo, la realidad siempre supera a la Torá. Esta no puede definir el accionar del fiel ante cada situación de la vida, porque estas cambian constantemente. Esto obliga a un dialogo permanente entre la Tora y la vida que va creando jurisprudencia (la Torá Oral) que es temporal y que es definida por el consejo de los sabios considerando lo que es mejor para la comunidad. Pongamos un ejemplo concreto. Para los judíos el Sábado es el día de descanso. Está prohíbido cualquier actividad. La misma Torá también establece que este descanso queda exento si la actividad es necesaria para salvar una vida. Hasta aquí el principio es claro. Sin embargo, la realidad presenta situaciones que necesitan ser analizadas para aplicar estas leyes. ¿Hasta que punto podemos definir  el "salvar una vida" para justificar la violación del descanzo sabático? A partir de la clausula adversativa de Ex 31,13 ( אַ֥ךְ), Rabí José se pregunta sobre los límites del descanzo sabático. El rabí está ocupando una técnica hermeneútica propia del rabinismo de la época indicada por R. Aquiba que decía que ciertos adverbios en el texto apuntan a que la norma de la Torá guarda expecciones: R. Jose dijo: ¿De dónde sabemos que el preservar una vida hace caso omiso del Sábado?  Esto lo sabemos desde Ex 31,13, "Vosotros guardareis mis días de reposo". ¿Es posible que la circuncisión o el servicio del Templo o el preservar una vida estén sujetas a las restricciones sabáticas? La Torá dice: "Vosotros guardareis mis días de reposo" lo que indica una distinción implícita, por ejemplo, que hay tiempos cuando tu no descansas en el sábado. Rabí Eleazar y R. Aquiba usan un argumento rabínico bien extendido en el N. T. que se denomina de lo menor a lo mayor:  si algo es valido en una circunstancia menor, cuanto más será valido en un contexto mayor. A partir de estos análisis hermeneúticos quieren saber como reponder a situaciones concretas. R. Eliezer dijo: la circuncisión prueba que uno puede invalidar el sábado por razones de salud. ¿Por qué? Porque si consideramos la responsabilidad de la extirpación del prepusio y que esta circuncisión no se posterga por razones del descanzo sabático. Mirad, cuando interpretamos desde lo menor a lo mayor: Si extirpamos una parte del cuerpo en el sábado, ¿no es lógico pensar que podríamos invalidar el descanzo cuando se trata de partes mayores del cuerpo? En este argumento Eliezer parece decir que si somos capacer de extirpar el prepusio en el día de descanzo para preservar una vida, cuanto más si es necesario extirpar o sanar una parte mayor del cuerpo. Un argumento similar es el de R. Aquiba: ¿En qué aspecto es más estricta la Torá? ¿Sobre el servicio del Templo o sobre el guardar el sábado? Las leyes sobre el servicio del Templo invalidan las del descanzo sabático [porque en el sábado se practican sacrificios en el Templo]. Mirad, si aplicamos la interpretación desde lo menor a lo mayor: Si el servicio del Templo invalida el Sábado y el preservar una vida invalida el servicio del templo, entonces¿no es lógico pensar que el preservar una vida tiene preminencia sobre el descanzo sabático?(t.Shab 15.16 ). Por supuesto que estos argumentos son parecidos a los de Jesús en Mt 12,3-6.12. Y la forma en que argumenta Jesús también nos recuerda este contexto rabínico. A partir de textos sacados de la Torá, Jesús va justificando que su acción se condice con la Ley Oral.

Sanar a un enfermo en Sábado (Mc 3,1-6)

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Para los fariseos y los saduceos de Jerusalén la interpretación de la Torá siempre está dada por un dialogo entre ésta y las realidades concretas que se presentan. Finalmente son los sabios quienes tienen la última palabra, siempre por un tiempo determinado y velando por la convivencia de la comunidad. Entonces, por ejemplo, ¿qué pasa con la observancia extricta del sábado? Sabemos que la ley contempla exepciones al descanso sabático, como el servicio en el templo o el preservar una vida. ¿Qué pasa si una persona concreta necesita un tipo de sanación que no necesiaremente es vital para preservar la vida? Veamos un ejemplo de jurisprudencia (Torá Oral) de la Misná. Se puede ungir y hacer fricciones en el vientre, pero sin que se llegue a la fatiga y sin rascar. No se puede descender al lugar pantanoso y hacer uso de medios artificiales para provocar el vómito. No se puede enderezar a un niño ni recomponer algo que está roto. El que se dislocado la mano o el pie, no puede ponerlos en agua fría, pero sí puede bañarlos en la forma habitual, y si cura con ello, queda curado (Shab 22,6).A partir de estos textos se resuelven varias situaciones concretas: un herido se puede lavar en el sábado siempre que no se comprometa en una actividad extenuante; no se puede sanar la herida de nadie, incluso de un niño, salvo que se trate de un lavado normal; también quedan prohíbidas prácticas como el vómito, comunes en la época, que se daban durante el lavado y las sanaciones. Esta jurisprudencia nos recuerda algunos pasajes del NT donde se ve que algunos fariseos son contrarios a las sanaciones de Jesús en el Sábado por considerarlas una labor. En estricto rigor, los fariseos no se oponen a que se pueda hacer sanaciones, siempre que no comprometa una labor extraordinaria. De allí que se apruebe el lavado ordinario de un herido. Lo que es interesante es que en el caso de Mc 3,1-6 cuando Jesús sana al hombre de la mano seca, y Lc 13,10-17 cuando  sana a la mujer hemorrágica, Jesús no se compromete en ninguna labor extraordinaria. Por el contrario, Jesús sólo sana a través de su palabra.

Salvación en el Evangelio de la Verdad

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En una entrada anterior estudiamos el papel que juega el Logos en el Evangelio de la Verdad y en el Ev. de Juan. Me gustaría decir algo más sobre el primero. Partamos con algo del Exordio de la homilía (16,31- 17,4) que constituye un resumen de la obra. Primero define al Evangelio de la Verdad, como el de la alegría.  Esta viene ultimamente del Padre como una libre donación a través de su Palabra que lo expresa. Esta Palabra residía de manera y oculta, primero en el Pensamiento y el Intelecto divino. Esta Palabra es además activa, actuando como Salvador, esto es, restituyendo la Plenitud del Padre escamoteada por la Ignorancia. Como todo relato gnóstico la salvación individual tiene una correspondencia con una salvación divina, la restitución del orden plerómico. Así, en este Exordio se resume el contenido del Evangelio: El Evangelio de la verdad es alegría para quienes han recibido del Padre de la verdad el don de conocerlo por el poder de la Palabra que ha venido desde el Pleroma, la que está en el Pensamiento y el Intelecto del Padre, la que es llamada el Salvador, ya que es el nombre de la obra que debe llevar a cabo para la salvación de quienes eran ignorantes del Padre, pero el evangelio es la manifestación de la esperanza que se descubre por quienes la buscan. 

La restitución del orden divino o pleroma supone el conocido mito de la sabiduría caída. Aunque no mencionada explícitamente sí se habla de la inquietud de búsqueda o desconocimiento del Padre como causa de unas consecuencias inmediatas (la angustia y el terror), y sus efectos mediatos (el error, el olvido y la producción ilusoria de la realidad material). El esquema nos es familiar: Dios se describe como Aquel desde el cual emana la Totalidad. Es Inconprensible, Impensable, está sobre todo pensamiento. De nuevo encontramos a la jerarquía y a la emanación, como dos conceptos que definene al pleroma en todo mito gnóstico. En algún momento, la Totalidad (aquí no se habla de la Sabiduría) buscó a Aquel del que habían salido. Este deseo de conocer al Padre se define como ignorancia que  produjo angustia y terror. De la angustia emergerá, al modo de emanaciones defectuosas, el error y la realidad material. La angustia se tornó densa como una bruma, de manera que nadie podia ver; por este motivo se fortalecido el Error; ha trabajado su materia vanamente. Como los arcontes defectuosos de otros mitos gnósticos el Error emprendió una obra disponiendo con esfuerzo y belleza algo semejante a la Verdad. La realidad que se crea y en la cual vivimos no tiene raíz y es como una bruma respecto del Padre, una realidad que se afana en disponer actividades, olvidos y terrores, para por medio de ellos atraer a los del medio y hacerlos cautivos (17, 29-33). Además del Error, otro arconte defectuoso es el Olvido, este existió a causa de que el Padre no fue conocido. La Salvación se produce, por el contrario, cuando el Padre sea conocido puesto que en ese momento el olvido dejará de existir (18, 1-10)

Vivimos en una realidad gobernada por Error y el Olvido. La salvación pasa, como en todo mito gnóstico, a través del conocimiento. En este caso por el descubrimiento de la pertenencia a la Totalidad y de la existencia de ésta en el Padre que en ella otorga la perfección al que conoce. El conocimiento también es descrito como iluminación. A nivel del pleroma, el Error se opone a Cristo, se ha irritado contra él, lo ha perseguido. Y es que Cristo descubre la verdadera identidad de los elegidos y estos se descubren a sí mismos como pertenecientes al Padre, al Perfecto, al Incomprensible, etc. A nivel de la tierra, al igual que el Error a nivel del Pleroma, son los sabios los que se oponen a Jesús. Como agentes del Error, los sabios odiaron a Jesús.  Pero éste los confundió porque eran vanos (19,20).  Al igual que en el Pleroma, en la tierra los que se salvan son los que conocieron y fueron conocidos, fueron glorificados y han glorificados. Estos son definidos como los niños, aquellos que han aceptado la salvación de Jesús (19, 29-33). Por lo tanto, el conocimiento, como salvación,  es posibilitado por Jesús quien es la verdad y el camino, el maestro y el guía, silencioso y en reposo. 

La Torá en la Edad Mesianica (I)

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¿Qué pasará en la edad mesianica con la Torá? ¿Siguirá vigente?¿O será derogada por una nueva Ley? No son preguntas triviales si consideramos textos cristianos como la Carta a los Hebreos, el Evangelio de Juan y las cartas Paulinas donde pareciera indicarse sin lugar a dudas la derogación de la Torá y la implementación de una nueva Ley o Alianza. ¿Es ésta una idea judía o más bien un dramático cambio cristiano?  Aquí las opiniones son diversas o porque las fuentes también lo son o porque son suficientemente ambiguas para soportar diversas interpretaciones. Muchas veces, también, la historia textual de estos documentos no ayudan para clarificar el significado original de ellos. Partamos diciendo, con A. Díez Macho, que en general en el A.T. no se predica la permanencia de la Torá de Moisés en la edad Mesiánica, sino su abrogación y sustitución por una Nueva Ley. El texto que analiza el autor para defender esta tesis es Jr 31, 31-34, tanto en el contexto del mismo documento, como de otros vaticinios como Mal 1, 10-14, Sal 109,4 y Gn 14, 18-20.

Partamos con el texto de Jr 31, 31-34: 31He aquí que vienen días, oráculos de Yahvé, en los que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una Nueva Alianza. 32 No como la alianza que pacté con sus padres en el día en que los tomé de la mano para sacarlos de Egipto, alianza mía que ellos quebrantaron, aunque yo me había desposado con ellos. Oráculo de Yahvé. 33. Pues ésta será la alianza que pactaré con la casa de Israel después de aquellos días, oráculo de Yahvé: Pondré mi ley en su interior y la escribiré sobre su corazón; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 34. Y ya no enseñará más uno a su vecino y uno a su hermano diciendo: Conoced a Yahvé , ya que todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el mayor. Oráculo de Yahvé; porque perdonaré su iniquidad y no me recordaré más de su pecado. 

 La interpretación cristiana de este texto no deja lugar a dudas. El profeta se está refiriendo a la Nueva Alianza de Cristo, al Nuevo Testamento. Esta interpretación se encuentra de manera muy clara, por ejemplo, en el texto de Heb 8,6-13. En éste se explica el "pacto nuevo " diciendo que el primero "ha envejecido" (8,13); el pacto envejecido "está a punto de desaparecer" (8,13); Jesús "es el mediador de una más excelente alianza, concertada sobre mejores promesas" (8,6); si la primera alianza "estuviera exenta de defecto, no habría lugar a una segunda" (8,7). Ahora bien, esta interpretación cristiana ha de cotejarse con el sentido de la profecía desde el punto de vista judaico. Hay algunos autores que no ven en las palabras de Jeremías alusión a una nueva ley, sino a la misma ley mosaica pero más adherida al espíritu, más neumática, escrita en el corazón del hombre. Confirmaría esta interpretación la alusión al Sal 40,8: "tu Ley está dentro de mi corazón". Para A. Díez Macho el sentido, por el contrario, es la derogación de la Ley Mosaica y la implementación de una nueva Ley o Alianza (sobre la ecuación entre Ley y Alianza, ver Salm 78,10). Como toda alianza esta supone un contrato bilateral oneroso por el que Dios da o se compromete a dar a los hombres un beneficio, y éstos, a su vez, a observar una leyes fijadas por Dios. En el caso de Jr, Dios se compromete a dar nuevos beneficios: la ley estará en el interior del hombre, estará escrita sobre el corazón de las personas, el conocimiento será espontáneo y fácil, perdonará la inequidad y se olvidará el pecado de Israel. Esta Alianza supone que se cambiarán las obligaciones, porque no será como la que pacté con sus padres (Jr 31, 32). Se trata de una Nueva Alianza que no será como la Ley de Moisés. Esta última es repudiada por varias razones, una porque ha sido quebrantada (32), otra, porque el quebrantamiento de la Ley Mosaica  se debió, entre otras razones, a que ésta era imperfecta (32 y 34).. Esta imperfección se debía al carácter externo de la Alianza Mosaica, escrita en materiales muertos, no en el corazón, por ello era tan difícil de aprender y retener. El v. 32 es por lo tanto, abolitivo en relación a la Antigua Alianza. Es verdad, como reconoce Díez Macho, que el versículo 33 puede interpretarse como el internamiento de la Ley Mosaica si se lee en relación al Sal 37,31 y 40,8. Sin embargo, ésta sería una interpretación un tanto forzosa, por cuanto el versículo inmediatamente antecedente ya apunta a que no podemos incluir en esta "ley puesta en el corazón" a la Mosaica.

Ahora bien, reconociendo que esta pudo haber sido la interpretación original del texto de Jr, o al menos de un grupo en el judaísmo del segundo templo (Pablo es un ejemplo), hay que conceder que a partir del siglo II las interpretaciones rabínicas acentuaran que no se trataría de una Nueva Alianza, sino de la misma Ley Mosaica. Cuando el Mesías, la Ley de Moisés estará escrita en las mentes, por lo cual no se olvidará y por ende no se incumplirá.

Para más detalles: A. Díez Macho, "¿Cesará la "Torá" en la Edad Mesiánica? " Estudios Bíblicos 12 (1953) 127-134.

El Libro de los Vivientes en el Evangelio de la Verdad

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La salvación en el Ev.Verdad tiene relación con el conocimiento de saberse inscrito en el Libro de los vivientes que está escrito en el Pensamiento y el Intelecto del Padre. Esto implica tener un nombre propio, una identidad  que resuerna oculta en la intimidad paterna y que se proyecta múltiple en la perfección del Intelecto/Totalidad. En otras palabras, tu nombre está escrito desde siempre en el Pensamiento del Padre, como en un libro viviente, que Jesús, sabiendo que su muerte sería vida para muchos, fue capaz de abrir a través de la aceptación paciente de sus sufrimientos (20,1-10).  Y es que cuando Jesús fue clavado en el madero, publicó el edicto del Padre sobre la cruz, esto es, después de despojarse de estos harapos perecederos, se revistió de la incorruptibilidad que nadie puede sustraerle (20,25-35). Esto quiere decir que una vez que Jesús se desviste de esta realidad perecedera, marcada de ignorancia, manifiesta su verdadera identidad (de quien procede y a quien retorna) y con esta el Libro de los vivientes. Si tu nombre está en este libro, entonces recibes la enseñanzas sobre sí mismos, la recibes del Padre y te vuelves de nuevo hacia Él (21, 1-5). El que posee el conocimiento adquiere lo que le es propio y lo atrae hacia sí (21, 11-12).  Existe una suerte de predestinación. Sólo se salvan aquellos cuyos nombres están en el Pensamiento o Intelecto del Padre. Aquellos cuyo nombre conoció de antemando han sido llamados finalmente, de modo que el que posee el conocimiento es aquel cuyo nombre ha sido pronunciado por el Padre, pues aquel cuyo nombre no ha sido dicho es ignorante. Efectivamente, ¿cómo podría oír aquel cuyo nombre no ha sido convocado? (21, 25-35). De esta manera el que posee el conocimiento es de lo alto porque tiene su origen en el Padre y a Él volverá. Si es llamado, escucha, responde y se vuelve hacia quien lo llama para ascender hacia Él. Y sabe cómo se llama (22, 8-10). El que llegue a poseer el conocimiento de este modo sabe de dónde viene y a dónde va. Sabe como una persona que habiendo sido embriagada ha salido de su embriaguez (ignorancia, error, olvido), ha vuelto a sí misma y ha corregido lo qe le es propio. Jesús ha desviado a muchos del error. Este proceso soteriológico personal tiene también un correlato cósmico. Así como cada uno de los elegidos asciende al Padre, el Pleroma también lo hace. Dado que la perfección de la Totalidad está en el Padre, es necesario que la Totalidad ascienda hacia Él y que cada uno adquiera lo que es propio. De este modo la redención también ocurre a nivel divino, cuando se descubre la verdadera estructura del Padre, la Madre, el Espíritu (seno del Padre) y del Hijo. Entonces los eones dejan de inquietarse buscando al Padre y descansan en Él sabiendo que es el reposo (24, 10-25). 

La Torá en la Edad Mesiánica (2)

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¿Qué sucederá con la Ley en la Edad Mesianica? Ya hemos visto que el texto de Jr 31,31-34 resiste varias interpretaciones. A. Díez Macho asegura que el sentido de este texto implica la derogación de la Torá en la edad mesianica y la implementación de una nueva Ley. Esta sería la intepretación del corpus paulino, de la Carta a los Hebreos, y del Evangelio de Juan. El autor pasa a revisar a continuación otros textos de Jr donde se habla en contra de la Torá, y la verdad es que si bien los encuentra, también los hay favorables. Entre los primeros Jr 8,8: ¿Por qué dicen: Somos sabios, tenemos la Ley del Señor? Si la ha falsificado la pluma falsa de los escribanos. Jr 7,4: no se hagan ilusiones con razones falsas, repitiendo: el templo del Señor, el templo del Señor, el templo del Señor. Entre los segundos, Jr 7,11: ¿Creen que este templo que lleva mi Nombre es una cueva de bandidos? Atención, que yo lo he visto —oráculo del Señor—. Jr 17, 21-22: Así dice el Señor: Cuídense muy bien de llevar cargas en sábado o de introducirlas por las puertas de Jerusalén. 17,22: No saquen cargas de sus casas en sábado ni hagan trabajo alguno; santifiquen el sábado como mandé a sus padres. La falta de claridad del profeta ante tan importante cuestión, dice Díez Macho, se debe a la deutoronomisación del mismo por los siguientes redactores del texto. Entonces el autor se preocupa de respaldar su argumento en relación a la crítica de Jr de la Torá a través de otros escritos proféticos. Nombra Mal 1,10-14 donde Dios rechaza los sacrificios del pueblo (parte esencial de la Ley Mosaica) y el Sal 110 donde con un tono mesiánico innegable (para los primeros judeo-cristianos: Mt 22, 43-45; 26,64; Lc 20,42; Hch 2,34; Ef 1,20;Col 3,1; Heb 1,13; 5,6-10; 6,20; 7,17-22 etc.) se habla que habrá un sacerdocio distinto del levítico (estos no eran reyes) que se recibía a partir de las instrucciones mosaicas. Que el Sal 110 anuncie una nueva Torá para el tiempo mesiánico también se puede establecer a partir del Beresit Rabba de R. Mose ha-Darsan (45), comentario de Gn 14,18:

Melkisedeq, rey de Salem: Este es Sem, hijo de Noé. ¿Y qué significan las palabras: "Y ofreció pan y vino"? R. Semuel bar Nahmán dice: le entregó las halakot (rúbricas o disposiciones) del sacerdocio, y sacrificaba a Dios pan y vino, pues se dice (Gn 14,18): "y él era sacerdote del Altísimo". Rey de Salem: que el lugar jusfica a sus moradores. Otra interpretación: "Ofreció pan": éste es el pan de la Proposición; "y vino": esto es, las libaciones. Los Maestros dijeron: El le reveló la Ley, según se dice: Prov 9,5: Venid, comed mi pan y bebed el vino que he mezclado. Otra interpretación: Melkisedeq: éste es de quien dice la Escritura: Sal 110,4: "Yahvé lo ha jurado y no se arrpentirá: tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melkisédeq". ¿Quién es éste? Este es el rey justo y salvador: el Rey Mesías, del que se dice (Zac 9,9): "He aquí que tu rey viene a ti, justo y salvador". Y ¿qué  significa: "ofreció pan y vino"? : lo que se dice (Sal 72, 16): "El será una torrija de pan en la tierra. Esto es lo que se dice (Gn 14,18): "y él era sacerdote del Altísimo". 
Para más detalles: A. Diéz Macho: "¿Cesará la Torá en la Edad Mesiánica?": Estudios Bíblicos 12 (1953) 115-158.

Más sobre la Salvación del Pleroma y del hombre en el Ev. de la Verdad.

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La salvación en el Ev. de la Verdad se da a través del conocimiento.  A nivel de la Totalidad o Pleroma, este conocimiento sacia esa sed de conocer y de volver a la fuente que es el Padre y que ha provocado el surgimiento del Error y el Olvido. Dios que había sido definido como incognosible al principio de la homilía se manifiesta posteriormente a los eones como el Padre, la Madre (el Espíritu como el seno que alimenta al Hijo) y el Hijo. Esta revelación (conocimiento) restaura el orden del Pleroma. Cambia la deficiencia por perfección y la dispersión plural por la unidad. Y es que cuando se conoce al Padre la deficiencia dejará de existir...como se desvanece la oscuridad cuando aparece la luz (24, 25-25,1). En la Unidad del Padre cada eón se realizará, en el conocimiento se purificará la multiplicidad llegando ser Uno. La materia, resultado del Error y el Olvido de los eones, se consumirá a si misma como si fuese una llama (25, 16-22). Este proceso cósmico redentor se describe de manera espectacular. El Error se desconcierta, ignorando qué hacer. Se aflige, se lamenta, vacila, todo porque no sabe nada.  Y es que el Error es vano, no tiene nada dentro. La Verdad (o Hijo), en cambio, es reconocida por todos los eones. Esta es la boca del Padre y su lengua es el Espíritu Santo. Ha revelado lo que de Dios estaba oculto y lo ha explicado. Pues, ¿quién existe sino el Padre solamente? (26,35-27,10).

La salvación implica el reconocer que el Todo proviene del Padre y que no hay otra raíz que Él mismo. Sólo el conocimiento manifiesta esta verdad y recupera a todos aquellos que tienen un nombre (potencial o actual) en la Unidad del Padre. Lo que no puede conocerse y conocer (aquello que no tiene nombre) simplemente no existe, es obra de la fantasía. El no conocimiento es vivir en una pesadilla. Esto se aplica tanto en el pleroma como en los hombres. Aquellos que eran ignorantes del Padre, no veían, puesto que existía terror, turbación, inestabilidad, vacilación y discordia, eran muchas las ilusiones y las vacuas ficciones que los ocupaban, como si estuvieran sumergidos en el sueño y convivieran con sueños inquietantes (29,1-15). El conocimiento es el despertar de ese estado de confusión. Cuando la luz ilumina al terror que esa persona ha experimentado, comprende que no es nada (28,30-31). Semejante es el modo de los que han rechazado la ignorancia dejos de sí, igual que no tienen en ninguna consideración el sueño, así  tampoco consideran sus acciones como algo sólico, sino que las abandonan como un sueño tenido en la noche. El conocimiento del Padre lo aprecian como el amanecer (29,32-30,9). Este conocimiento que se realiza por el Hijo a través del Espíritu se relaciona con la resurrección: Habiendo tendido la mano al que yacía sobre la tierra, lo afirmó sobre sus pies, pues todavía no se había levantado (30, 19-20). 

La Torá en la Edad Mesiánica (3)

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En gran parte de la literatura rabínica se afirma que en la Edad Mesiánica y en la vida eterna la Torá de Moisés siguirá jugando un papel fundamental. Para Díez Macho parte del material rabínico concerniente a este tema pudo haber sido modificado, así en un origen bien debió haber existido textos que apoyaran la exégesis cristiana en el sentido de que la Ley Mosaica seraría con el advenimiento del Mesías. Además de cierta modificación de textos rabínicos favorables al punto de vista cristiano, también pudo haber omisión o simplemente supresión de otros similares. Así, la mayor parte del material rabínico conservado favorece la creencia en la perpetuidad de la Torá mosaica. No obstante existen importantes excepciones que, sin embargo, son de difícil interpretación. Es el caso del Wa-Yiqra Rabba 9,7: R. Pinhas y R. Leví y R. Yohanán en nombre de R. Menahem de Galilea dijeron: En el futuro todos los sacrificios cesarán; pero no cesará el sacrificio de acción de gracias; cesarán todas las plegarias; pero no cesará la plegaria de acción de gracias. Esto es lo que está escrito en Jr 33,11. De acuerdo a este texto cesarán todos los sacrificios expiatorios, pero no el temidim y musafim. Una versión parecida la encontramos en el Yalqui Sim´oni a Prov 9,2:  "Todas las fiestas cesarán, pero los días de Purim no cesarán nunca". R. El´azar dijo: tampoco el día de Kippur cesará nunca, puesto que se ha dicho (Lv 16,34): "Este será para nosotros como estatuto eterno". De acuerdo a este midrás cesarán todas las fiestas, menos el Pirum y Kippur. Ahora bien, además de las fiestas, hay otros textos rabínicos que afirman la derogación de la Ley Mosaica concerniente a las cosas puras e impuras en la Edad Mesiánica. Es el caso del Midrás Tehillim al Sal 146,7: "Dios suelta a los presos"(es decir, permite las cosas prohíbidas). ¿Qué significa "suelta a los presos"? Algunos dicen: Dios declarará puros en el futuro a todos los animales que en este mundo son impuros como rean puros antes los hijos de Noé...Y ¿por qué Dios los ató (es decir, los prohibió)? : para ver quién acepta sus palabras y quién no las acepta; en el futuro El (Dios) soltará (permitirá) todo lo que ató (prohibió). Hay también textos rabínicos que hablan de una nueva Torá para los tiempos mesiánicos. Es el caso del Targum a Is 12,3: "Y recibiréis una nueva enseñanza (o Ley) con alegría de los escogidos del Justo". Otro texto relevante es el Sabbat 151b:  R. Sim´on b El´azar (165-200 d.c) dijo: "Recuerda  a tu Creador en los días de tu juventud, antes de que vengan los días malos y lleguen los años  de los cuales digas: "No tengo en ellos gusto" (Ecl 12,1)". Esto se refiere a la edad mesiánica en la cual ni hay mérito ni pecado. Más él  discrepa de Semuel  cuyas son estas palabras: "la única diferencia entre este mundo y la edad del Mesías radica en estar sujetos a poderes (extranjeros); pues se ha dicho que pobres no faltarán nunca en el país". También menciones el Midrás Qohelet 2,1 de difícil interpretación: Dijo R. Hizqiyya en nombre de R. Simón bar Zabday: Toda la Torá que tú aprendes en este mundo es vanidad en comparación de la Torá que habrá en el mundo venidero, porque en este mundo el hombre aprende y olvida, pero, respecto al futuro, ¿qué está escrito allí (Jr 31,33)?: "He puesto mi Ley en su entraña".  Midrás Qohelet 11,1: "Torá que el hombre aprende en este mundo es vanidad, comparada con la Torá del Mesías."Por último mencionemos Yalqut a Is 26: "El Santo-Bendito sea- se sentará en el Paraíso y hará exégesis; toods los justos estarán sentados ante El; a su derecha, toda la familia celestial (esto es, los ángeles); a su izquierda, el sol y las estrellas. El Santo-Bendito sea- les interpreta las razones de una nueva Torá, que el Santo-Bendito sea- les dará por la mano del Mesías Rey". Todo esto quiere decir que a pesar que la doctrina dominante en el judaísmo afirmaba la pervivencia mesiánica de la Torá, hay expresiones esporádicas en la literatura rabínica que prometen ciertas modificaciones: algunas halakot cesarán, otras cobrarán más importancia.  Para más detalles: A. Diez Macho, "¿Cesará la Torá en la Edad Mesiánica?": Estudios Bíblicos 13 (1954) 5,-51.

El papel de Jesús y los elegidos en el Ev. de la Verdad.

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En el Ev. de la Verdad la función mediadora de Jesús es muy importante.  El Hijo permite que se conozca al Padre inescrutable para así cumplir su voluntad. Cuando apareció (el Hijo Bienamado) instruyéndoles sobre el Padre, el Incomprensible, cuando les hubo insuflado  lo que está en el Pensamiento, cumpliendo su voluntad, cuando muchos hubieron recibido la luz, se dieron vuelta hacia él (30,25-31,1). Los elegidos lo reconocen a pesar de su envoltura carnal, lo que les permite el retorno a sus orígenes, al pleroma. La Palabra les concede articulacón y aliento, luz y vida, a los que hasta entonces dormían. Pues Él vino en forma carnal...diciendo cosas nuevas, hablando sobre lo que está en el corazón del Padre, habiendo proferido la Palabra sin defecto (31, 4-11).  El Hijo se define como camino para los descarriados y conocimiento para los ignorantes (31,30-33). Es también el pastor que ha dejado las noventa y nueve ovejs que no estaban perdidas y ha ido a buscar  a la que estaba extraviada (32, 1-5).  Trabajó en Sábado porque es el día perfecto. Carece de noche y  tiene una la luz que no se oculta porque es perfecta. Decíd pues, desde el corazón que sois el día perfecto y que en vosotros mora la luz que no desfallece (32,30-35).

Esta revelación del Hijo-Palabra provoca un cambio en las personas. En primer lugar porque comparten la misión del Hijo. Están llamados a afirmar el pie de los que vacilan y tender la mano a los débiles (33,1-5). Además deben levantar a los que quieren levantarse y despertar a los que duermen. Los elegidos son el entendimento que atrae (33, 10). Además son la fragancia del Padre que emana desde su Rostro. El Padre ama su fragancia y la manifiesta a toda región, y si la mezcla con la materia, da su fragancia  a la luz y en su Silencio la hace superar toda forma....el que tiene el sentido del olfato y atrae la fragancia hacia sí y se sumerge en la fragancia del Padre, de manera que así lo protege y lo lleva al lugar de donde vino (33,35-34, 18). Los elegidos son intermediarios entre el Padre y los hombres, y están llamados a despertar a través del conocimiento a los hombres.

Relato de cómo Dios creó a Adán (Apócrifo eslavo)

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Aquí comparto la traducción libre del apócrifo eslavo, Relato  de cómo Dios creó a Adán. Hay partes que no pude traducir porque no les encontré sentido. De hecho, el final del texto se puede traducir, pero es difícil encontrar el sentido. Se nota que son fragmentos de distintos textos que algún autor puso junto, sin mucha coherencia.

Creó en la tierra de Madian al hombre, tomó tierra de ocho partes: 1) de la tierra, la carne; 2) de la piedra, los huesos; 3) del mar, la sangre; 4) del sol, los ojos; 5) de las nubes, los pensamientos; 6) de la luz, la luz; 7) del viento, la respiración; 8) del fuego, la calentura. Y fue Dios (¿?) y puso a Adán sólo en la tierra, y llego el miserable Satanás donde Adán y lo ungió con defecación, suciedad, y (¿?). Y llegó Dios donde Adán porque quería poner los ojos en Adán, y vio al hombre ungido y se enojó con el diablo y le dijo: "Diablo miserable, maldito, ¿no deberías tu morir? ¿Para qué humillas a la persona, creada, ungiéndolo? ¡maldito serás!". Y el diablo desapareció como un rayo del rostro de Dios y se hundió en la tierra.  Dios tomó de Satanás la humillación y creó al perro, y recolectó las lágrimas y (¿?) de Adán y lo limpió como a un espejo de toda la mugre y puso al perro para que protegiera a Adán, y el mismo Dios se marchó a la Jerusalén celestial para suspiro de Adán. Y por segunda vez vino Satanás y quizo dañar a Adán con maldad y vio al perro que yacía junto a las piernas de Adán y temió mucho. El perro comenzó a ladrar con maldad a Satanás, y éste se inquietó, tomó un palo y punzó al hombre Adán  y le creo 70 enfermedades. Y llegó Jesús desde la Jerusalén celestial y vió a Adán, herido y con dolores, y sintió compasión de él y le dijo a Satanás: "Maldito diablo, ¿qué le hiciste a esta persona? ¿por qué pusiste estas enfermedades en él?". Entonces contestó el diablo, Sátanas perturbado, le dijo a Dios: "Si deviene una enfermedad a esta persona, y no la sufre, entonces hasta el final no te recordará; en cambio, si le duele, y del algún modo le hace sufrir, entonces siempre te llamará para pedir ayuda en estas enfermedades". Y entonces Dios expulsó al diablo y el diablo desapareció, y el diablo fue expulsado como las tinieblas de la luz. 

Y envió Dios a su ángel para que tomase el "yo" en el oriente, y la "bondad" en el occidente, la "razón" en el norte y en el sur. Y hubo en  la persona un alma viviente, y le puso por nombre Adán. Y Dios creó en Adán 345 huesos, y Adán llegó a ser rey de todos los seres vivos de la tierra y de las aves del cielo y de los animales salvajes y de los peces del mar, y todo el poder se lo dio Dios. Y le dijo Dios a Adán: "Para ti trabaja el sol y la luna y las estrellas, y las aves del cielo y los peces del mar y las aves y animales domésticos". Y le ordenó a Adán quedarse en ese lugar, y la mujer todavía no había sido creada para Adán. Y puso Dios un sueño en Adán, y éste se durmió, y Dios tomó de él la costilla izquierda, y de esta costilla creó manos y piernas y cabeza, y creó para él la mujer en el sexto día, y le  mostró a Adán su muerte, crucifixión, resurrección y ascensión dentro de 6 mil años. Y Adán vio a Dios crucificado, y a Pedro que andaba en Roma, y a Pablo enseñando en Damasco y predicando tu resurrección, y a Dios ascendiendo...

Y despertó Adán de su sueño y sintió un gran temor por la futura providencia de Dios. Y condujo Dios a Adán al paraíso caminando con él y le dijo: "Adán, Adán, cuentamelo". Adán temió mucho, sin decidirse a hablar a Dios de su visión. Y le dijo Dios: "¡Adán, Adán!". Adán le dijo: "Altísimo Dios, te vi crucificado en la cruz en Jerusalén, y a tus discípulos que andaban, Pedro en Roma, y a Pablo en Damasco, predicando tu crucifixión y resurrección". Y le dijo Dios: "Por ti yo debo ir a la tierra y ser crucificado y al tercer día resucitar, y tú Adán no le digas a nadie lo que viste sobre los sufrimientos de Cristo hasta que me veas en el cielo sentado a la derecha del padre". 

Y estuvo Adán en el cielo por siete días, y de este modo pensó el Señor Dios la vida de la persona:  a los diez años se realiza el inicio (¿?),  a los 20 años la juventud,  a los 30 años la plenitud, a los 40 años la mitad de la vida,  a los 50 las canas, a los 60 la vejez, a los 70 el fin. 

Y creo el Señor Dios con su sabiduría  a todas las criaturas, en el mar a los peces, a los animales domésticos,  y siete días para los 7 mil años (¿?).  Y puso el Señor Dios dos luceros para iluminar el cielo, para iluminar la tierra, y para distinguir el día de la noche, y que sea signo del día y del verano, y habrá luz en el cielo. Una gran luz al inicio del dia, una segunda luz al inicio de la noche. Y puso el Señor Dios las estrellas en el cielo  para iluminar la tierra y para guiar el día y la noche y distinguir entre el día y la noche y la luz. 

Y fue la tarde, y fue la mañana del día cuarto.

Y puso el Señor Dios a los planetas y las nubes y el arcoiris en las nubes para que se vaya la lluvia, y a los truenos y rayos para las personas de toda la tierra, para dar luz y a los árboles que dan frutos. Y dijo el Señor Dios: "Dios agua viva para siempre y aves de pluma en la frontersa del cielo.  Y creo Dios cuatro monstruos grandes, y tomó de ellos aves y serpientes en la tierra. Y bendijo, y dijo: "creced, multiplicaos, llenad la tierra y cuidad de ella". Y en sietes días se formó una semana, y en siete años 7 mil años (¿?). 

En una semana, un día llamamos semana, y en aquel día resucitó Cristo de la muerte y en aquel día Dios va a juzgar a todo el mundo, el cual no tendrá fin, y dará a cada cual de acuerdo a sus actos...


Comida Celestial (A. Orlov)

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El alimento celestial es un medio para recobrar la imagen adámica, o en otras palabras, para el proceso de divinisación o angelificación del visionario. Varios ejemplos apuntan a ello. En el Apocalipsis de Abraham Yahoel no sólo guía al patriarca por los cielos hasta el trono de Dios, sino que también lo prepara para tal viaje. Dos puntos son interesantes en esta trayectoria. Primero, Abraham, guiado por Yahoel, comparte con el ángel 40 días y noches, absteniéndose incluso del pan y del agua. Sú único alimento era contemplar al ángel que estaba conmigo, y su palabra era mi bebida (11,1-2). Si consideramos que el nombre del ángel denota la representación del Nombre divino, entonces Abraham era alimentado por Éste.  La comida física no es alimento aceptable en las alturas, como lo advierte el pájaro impuro cuando le dice a Abrahm que en las santas alturas nadie come o bebe, allí no hay comida de los hombres (13,36), El ayuno, por lo tanto, es preparación para el viaje celestial del visionario en cuanto éste tendrá que abstenecerse de cualquier alimento físico en las alturas.  La transformación angelical de Abraham se explicita cuando Yahoel le dice a Abraham que éste se vestirá de los vestidos de gloria del ángel caído, Azazel (13, 4).

Los ángeles no consumen alimentos como los hombres. En el libro de los Jueces (13, 15-16) el Ángel del Señor rechaza abiertamente la comida humana, pide en cambio una ofrenda consumida por el fuego. Algo parecido encontramos en Jueces 6, 19-21 donde una vez que Gideon le prepará una comida al Ángel, éste la rechaza y la consume con el fuego.  En el Testamento de Abraham 4,9 el arcángel Miguel no puede ser alimentado por la comida humana. En Tob se dice que el ángel Rafael sólo aparenta comer alimentos humanos. En el 2Enoc, cuando el héroe regresa a la tierra, después de haberse convertido en uno de los gloriosos delante del trono divino, declina los alimentos ofrecidos por su hijo Metusalén (53). Desde el tiempo que el Señor me ungió con el ungüento de su gloria, no he vuelto a comer, y mi alma no recuerda los placeres terrestres, y ya no deseo nada terrestre. A. Orlov (p. 80) llama la atención en el hecho que este ungüento se define en otra parte del apócrifo como rocío del paraíso tal como en José y Asenet 16,4 donde se dice que el alimento de los ángeles está hecho de rocío del paraíso. Porque este panal está lleno del espíritu de vida. Y las avejas del paraíso lo han hecho del rocío de las rosas de vida que hay en el paraíso de Dios. Y todos los ángeles de Dios comen de el y todos los elegidos de Dios y todos los hijos del Altísimo, porque es un panal de vida, y todo aquel que coma de él no morirá nunca. En este mismo apócrifo, y al igual que en ApAb el visionario es alimentado por el ángel del Nombre.

Otro ejemplo claro de esta dinámica de divinización asociada al alimento divino (en contraposición al terreno) la encontramos, por supuesto, en Moisés. En el ExR 47,7 se nos dice que cuando Moisés recibió la Torá fue saciado por una visión luminosa de la forma divina. Fue por beneficio de Moisés que éste ayunó 120 días, de forma que pudiese recibir la Torá. ¿De qué forma se alimentó Moisés este tiempo? A través de la Shechinah, porque está dicho "Tú preservas a todos" (Neh 9,6). En el ExR 47,5 se dice que él no comió pan ni bebió agua, esto es, en este mundo. Pero en el mundo venidero él comerá del pan de la Torá y beberá de sus aguas. Por esta razón el no comió pan, etc. ¿De dónde provino su alimentación? Del brillo de la presencia de Dios. Esto parecerá sorprendente, entonces recordad que las Hayyot que sostienen el Trono Divino también son alimentadas por el esplendor de la Shechinah. En ExR 3,1: R. Hoshaia el viejo dijo: Moisés hizó bien en esconder su rostro porque Dios le dijo: Porque tú me mostraste respeto y escondiste tu rostro cuando yo mostré el mio, te aseguró que estarás cerca mio por cuarenta dias y cuarenta noches. No comerás ni beberás , pero tu festín ser el esplendor de la Shechinah como está dicho: "no sabía que tenía el rostro radiante por haber hablado con el Señor" (Ex 34,29). Filón en Preguntas y Soluciones sobre el Exodo habla del alimento de Moisés como el alimento de las almas cuya naturaleza era la visión divina. El mismo pueblo fue alimentado en su devenir por el desierto con el alimento de los ángeles, el maná, el pan de los ángeles de acuerdo al Salm 77 (78), 25 (LXX); en Sab 16,20; Ant.Bíblicas del Pseudo Filón. Lo mismo en José y Aseneth donde la asociación entre el panal y el maná es explícita: son como rocío del cielo, blanco como la nieve, y conteniendo el aliento de vida. Más aún, el panal, como el maná, se identifica con la palabra del ángel. En el mismo apócrifo, el ángel que guarda características con el Ángel del Nombre pone el alimento angelical que se origina en su boca en la boca de la visionaria. ¿Estamos aquí con una asociación al acto creador del primer hombre cuando el espíritu de vida fue expirado de la boca de la divinidad en la boca del hombre sin vida?


Todo esto tiene su contrapartida con la condición adámica primordial. En las versiones armenias, georgianas y latina de la VidAdEv se enfatiza la diferencia entre la comida angelical que comía la primera pareja en el paraíso y la comida terrena (comida de bestias). La mención a la comida angelical de la primera pareja también aparece en Jub.  En el ApAb parte de la tentación de la serpiente es precisamente ofrecer un tipo de alimento distinto, y las consecuencias tienen que ver con el deseo que se despierta entre Adán y Eva. La suerte de los justos coincidirá con la de Enoc, Abraham, Moisés o los primeros padres. en b. Ber leemos: Un dicho favorito de Rab era: [El mundo venidero no será como este mundo]. En el mundo venidero no habrá comida ni bebida, ni reproducción ni negocios, ni celos, odio o competición, sino que los justos se sentarán con sus coronas sobre sus cabezas dándose un banquete con la luminosidad de la presencia divina, como está dicho, "Y ellos contemplaron a Dios, y comieron y bebieron". Esta misma idea del reverso de la historia se encuentra en las leyendas sobre los festines de Leviatan que saborean los justos Para más detalles, A. Orlov "The Nourishment of Azazel"
p. 75-101

Tipología como medio interpretativo en el A.T y N.T.

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Algunos héroes del A.T. o historias de éste se pueden interpretar topológicamente desde el N.T. o desde autores posteriores. Por ejemplo, Noé sigue el patrón de Adán, y la intención de este personaje es precisamente llevar a cumplimiento lo que Adán no pudo realizar. Noé, sin embargo, al pecar vuelve a repetir la suerte de Adán, y abre las puertas a que en el futuro aparezca otro personaje con las mismas características pero que efectivamente tenga éxito. El mismo tipo de tipología la encontramos en algunas profecías. Cuando estas se cumplen suelen dejar alguna puerta abierta para un cumplimiento aún más acabado en el futuro. El ejemplo clásico es el "día del Señor", el que de alguna manera se realiza en las profecías de Joel, pero que sin embargo los detalles y la realización final quedan pospuestos a futuro. Otro ejemplo es Os 11,1 (Desde Egipto llamé a mi hijo) que hace referencia al Éxodo de Egipto, pero que Mt toma para explicar que dicha profecía se realiza de manera completa con Jesús (Mt 2, 15). Lo mismo Jn 19,36 que entiende el hecho que a Jesús no se le hubiesen rotos los huesos en la crucificción como la plenitud de las profecías de Ex 12, 46 y Nm 9, 12 respecto al cordero pascual. Pero la tipología va más allá de las profecías, como decíamos más arriba se relacionan con personajes bíblicos como Adán, Noé, los jueces, Saúl, David etc. que son como anuncios de lo que vendrá a futuro. Pongamos el caso de Joshua, quien se eleva como un segundo Moisés que debe llevar al pueblo a la tierra prometida, prototipo, a su vez, del futuro cumplimiento de promesas aún mayores. Ya hemos dicho que Adán es prototipo de Noé, quien, a su vez, al desobedecer a Dios, se transforma en prototipo de algún futuro segundo Adán (Cristo). El contexto donde aparece Noé, el diluvio, tiene claras reminiscencias de las aguas del Gn 1. La redención de Israel de Egipto también sigue el patrón de la creación de Gn 1. El retorno de Israel de Babilonia también sigue el patrón de una nueva creación al modo de la primera. La segunda generación de Israel cruzando el Jordán es al modo de la primera generación cruzando el mar rojo, y al modo cómo el Israel regresa de Babilonia representando un nuevo éxodo. El tabernáculo, el templo, y el segundo templo, a su vez, son tipologías del paraíso. Todo estos elementos prefiguran, desde la hermenéutica cristiana, a Cristo y a la Iglesia, imagen de la nueva creación, el éxodo final, y el último templo. (Handbook on the New Testament use of the Old Testament: Exegesis and Interpretation, posición 449-618).

Filón de Alejandría, sobre el alimento espiritual

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Cuando Moisés sube al Sinaí junto con Aarón, Nadab, Abihu y los 70 ancianos, vieron al Dios de Israel. Éste estaba sentado en un trono, y pudieron contemplar a Dios, y después comieron y bebieron. El sentido original, probablemente, se refería a la refrendación de la Alianza. Con el tiempo, sin embargo, este "comer" y "beber" cambia su sentido y se espiritualiza. Este movimiento es claro en Filón de Alejandría quien se pregunta, ¿cuál es el significado de las palabras "ellos se aparecieron ante Dios en el lugar y comieron y bebieron"? Más adelante responde contemplando a Dios con los ojos de la mente. Pero esta visión es el alimento de las almas, y la verdadera participación es la causa de la vida o la inmortalidad. Está escrito, en efecto, que "ellos comieron y bebieron". Aquellos que en verdad están hambrientos y sedientos no fallan en la contemplación de Dios quien aparece de manera claramente visible (Quaestiones et Solutiones in Exodum). La misma idea del alimento espiritual está presente en textos como GenR 18,4; ExR 47, 4-5; Tob 12,19; TAbr 15; Justino, Dialogo con Tryfo 56. Este alimento espiritual es el que define, por otro lado, la verdadera vocación del pueblo de Israel. Israel es la mente contemplativa de Dios y el cosmos, porque Israel significa "viendo a Dios" (Somn. 2.173). Esta vocación también está relacionada con el maná: Los procedentes de la tierra se dan mediante la cooperación de los labradores; los que vienen del cielo son lanzados cual copos de nieve por Dios, el único ser que obra por sí mismo, sin que sea menester que otros cooperen. Y así, leemos estas palabras: "He aquí que os hago llover alimentos desde el cielo" (Ex. XVI, 4.) ¿Y a qué otro alimento llovido del cielo puede en rigor referirse como no fuere a la celestial sabiduría? 260. Esta es enviada desde lo alto a las almas ávidas de virtud por Aquel que derrama con pródiga abundancia la prudencia e impregna el universo todo con Su riego...(Mut.Nom 259-260). Este alimento también se relaciona con la Torá y el logos: 

Otro caso es el de los que preguntaban qué es lo que nutre al alma, pues, como dice Moisés, "no sabían qué era". (Ex. XVI, 15.) Se instruyeron y hallaron que era la palabra de Dios, el Divino lógos, del que manan inagotables toda instrucción y toda sabiduría. Este es el celestial alimento, y así se hace patente en las sagradas escrituras cuando la causa en
persona manifiesta: "He aquí que Yo hago llover sobre vosotros panes desde el cielo." (Ex.
XVI, 4.) 138. Es que, realmente, Dios vierte gota a gota desde lo alto la etérea sabiduría en las inteligencias bien dotadas y amantes de la contemplación. Estas, por su parte, ven, gustan y experimentan gran placer adquiriendo conocimientos sobre lo que perciben, pero ignoran la causa que produce la percepción. Por eso preguntan: "¿Qué es esto" (Ex. XVI, 5) 'de naturaleza más dulce que la miel y más blanca que la nieve? Y el evidente les enseñará que "este es el pan que el Señor les había dado para que comiesen". (Ex. XIV, 15.) 139. ¿Cuál, díme, pues, es este pan? "Es", dice él, "esta palabra 60 que el Señor ha ordenado". (Ex. XVI, 16.) Esta Divina prescripción llena al alma capaz de ver de claridad y dulzura a la vez, encendiendo el resplandor de la verdad y dulcificando con la dulce virtud que es la persuasión a los que tienen sed y hambre de nobleza de carácter. 60 Ver Interpretación alegórica III,, 173, donde Filón, alterando el sentido del texto citado,
identifica el maná con la palabra de Dios y, por ende, con Su lógos.

Comensalía en José y Asenet

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José y Asenet es un apócrifo que se basa en Gn 41,45 cuando el Faraón le da a José a Asenet como prometida. La trama va alrededor de la conversión de Asenet al judaísmo para poder casarse con José. Lo central es el intercambio de idea del Gn y de la apocalíptica: membresía en el pueblo de Israel, el descanso, y la eternidad de Dios ("Joseph and Asenath" and the Eucharist, Barnabas Lindars SSF en Scripture: Meaning and Method A. Tyrrell Hanson (Ed.) Hull University Press, 1987, p.190).  En este proceso de conversión, el arcángel Miguel juega un papel destacado. Dios nunca entra a "actuar" de manera directa. Siempre lo hace a través de un ángel. Es la misma dinámica que encontramos en el Ev. de Jn o en apócrifos como el Ap.Ab. El judaísmo se presenta en términos simbólicos, con muchas referencias directas e indirectas a la condición prístina que Dios soñó para el pueblo de Israel tal como se desarrolla en el Pentateuco. Cuando José aparece en escena lo hace vestido con una túnica extraordinariamente blanca y el traje que lo envolvía era de púrpura, tejido en lino y oro, llevaba una corona dorada sobre su cabeza, en torno a la corona doce gemas escogidas y sobre ellas doce rayos de oro, y con cetro real en su mano derecha (5,6-7). Aquí vemos como se concentran las cualidades sacerdotales y reales en José, las mismas que definen a Adán como prototipo del pueblo de Israel. Más aún, cuando Asenet contempla a Jose, reaccionó como si se tratase de una epifanía divina: su alma quedó transida de dolor. Se conturbaron sus entrañas, flaquearon sus piernas, tembló todo su cuerpo (6, 1). Y es que José, al modo adámico, refleja la luz divina. Esto hace que Asenet se reprenda diciéndose: Y yo loca y osada, lo he despreciado y hablé de él perversamente, sin saber que José es el hijo de Dios.  ¿Quién de entre los hombres, en efecto, engendrará jamás una belleza tal? ¿Que vientre alumbrará una luz tal? (6,6-7). La conversión de Asenet, su transformación, tiene relación con su penitencia. La contrición en Asenet, al modo adámico, es un elemento fundamental que posibilita su transformación. Al octavo día alzó la cabeza Asenet del suelo donde yacía, ya que tenía los miembros paralizados de tanta postración (11,1). Luego reza: Señor Dios de los siglos, que otorgas a todos el soplo de vida, que sacaste lo invisible a la luz, que creaste todo e hiciste patente o no aparente. Tú que pusiste en lo alto el cielo y cimentaste la tierra sobre las aguas (12, 1-3)....A ti voy a confesar mis pecados, ante ti desvelaré mi iniquidad. Pequé, Señor, pequé; falté a tu le a tu veneración, y llegué a proferir perversidades ante ti. Está manchada, Señor, mi boca, por los sacrificios de los ídolos y de la mesa de los dioses egipcios (12, 4-5). 

Cuando José se niega a besar a Asenet señala: A un varón piadoso, que bendice con su boca al Dios vivo, que come el pan bendito de la vida, bebe la copa bendita de la inmortalidad y se unge con la unción bendita de la incorruptibilidad no esta permitido besar a una mujer extranjera, que bendice con su boca imágenes muertas y mudas, come de la mesa de los ídolos carnes de animales ahogados, bebe la copa de la traición procedentes de sus libaciones y se unge con la unción de la perdición (8,5). Aquí los alimentos, la bebida y la unción son medios que de ser los adecuados conducen  al conocimiento del Dios verdadero, y por lo tanto, con la vida. La idolatría, en cambio, se relaciona con la muerte. La vida y la muerte es la verdadera frontera que hay que traspasar y que separa a Asenet de José. Tal como señala Sn Pablo en 1Cor 10,14-21 en el sentido que uno no puede beber la copa del Señor y la copa de los demonios. Uno no puede ser parte de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios ("Joseph and Asenath" and the Eucharist, Barnabas Lindars SSF en Scripture: Meaning and Method A. Tyrrell Hanson (Ed.) Hull University Press, 1987, p. 186). Esta dinámica muerte y vida, idolatría y fe en el Dios verdadero, es la que también se presenta en el relato del génesis. Esta dinámica se vislumbra en las palabras que le dirige José a Asenet después del primer encuentro: Señor, Dios de mi padre Israel, el Altísimo, el Fuerte, que todo lo vivificas y llamas de las tinieblas a la luz, del error a la verdad y de la muerte a la vida; tú mismo, Señor, vivifica y bendice a esta doncella. Renuévala con tu soplo, remodélala con tu mano y revivifícala con tu vida. Que coma el pan de tu vida y beba la copa de tu bendición, ella a la que yo escogí antes de ser alumbrada y que penetre en el descanso que has preparado para tus elegidos. Estos alimentos son vehículos de vida, inmortalidad, e incorrupción. A partir de esta transformación se actualiza lo que el libro de la Sab había dicho respecto a Adán: Dios creó al hombre para la incorrupción, y lo hizo a la imagen de su propia eternidad (2,23). En ese sentido la transformación de Asenet es ontológica, asume su cualidad adámica primera. Como sea el paso a la vida, y al lugar de las promesas (Ciudad de Refugio) pasa por la renuncia de los ídolos egipcios, dioses muertos, idolatría. 


El proceso de conversión de Asenet culmina con el encuentro con el arcángel Miguel después de siete días de ayunos y penitencias, después de haber cubierto su cabeza con cenizas, de haber llorado mucho (13, 1-10). Al igual que en Ap.Ab, y del aspirante para ascender a la mercabá en la literatura de Hejalot, el ayuno de comida y bebida, son fundamentales para el visionario.  El ángel era en todo parecido a José: en el vestido, corona y bastón regio (14,8)El ángel le dice: A partir de hoy vas a ser renovada, remodelada y revivificada; vas a comer el pan de vida, a beber la copa de la inmortalidad, y serás ungida con la unción de la incorruptibilidad. Esta nueva identidad que combina la vida eterna con el conocimiento del Dios verdadero implica también el adoptar otra cualidad adámica, la de encarnar el paraíso (o Jerusalén celestial o tierra prometida), la Ciudad de Refugio. Esta ciudad de Refugio implica las promesas de Dios al pueblo, entre ellas, la misericordia. Ahora estoy huérfana y abandonada; no hay para mí esperanza alguna sino es en ti (12, 11) (porque ha abandonado a los ídolos y su familia le ha dado la espalda). En este momento la colmena de miel representa la comida espiritual que transformará a la mujer. Semejante miel ha sido elaborada por las abejas del paraíso, y los ángeles se alimentan de ella, y todo el que la come no morirá jamás (16,8-9). Las promesas divinas se relacionan con la tierra de la cual emana leche y miel, lugar de las promesas donde los escogidos están seguros. Algo parecido al rol que juega Asenet como Ciudad de Refugio, que culmina el proceso de transformación de Asenet después de su penitencia (15,7), después de haber experimentado la misericordia de Dios  y haber renunciado a la idolatría (Portier-Young, 2005, p. 149).  La tierra de la que emana leche y miel es la herencia del pueblo (Lv 20,24; Nm 16,14). Asenet también habla  de su tierra como una herencia (JosAs 16,4). Hablando de su herencia también hay que destacar JosAs 12,5: ...Además de las reminiscencias adámicas, el panal se relaciona con el maná que el pueblo de Israel comió en el desierto camino a la tierra prometida. Era blanco y brillante como la nieve, lleno de miel, y su aroma era perfume de vida (16,4; Ex 16,31).  El maná-panal se identifica con la palabra del ángel pues es por ésta que el panal aparece en la mesa de la habitación de Asenet. Es de esta miel y maná que los ángeles del cielo se alimentan.  Recordemos también que el maná que comió el pueblo por el desierto tenía el gusto de la miel (Ex 16,31), además de ser llamdo "comida de los ángeles" en el Sal  77, 25 (LXX).  El maná descendía con el rocío (Nm 11,9) parecido al hecho que fuese de rocío (JosAs 16,14). Por supuesto que el motivo del maná también nos llevan a textos neo testamentarios como Jn 6, 33. 35.38.51.58.  donde Jesús se identifica como el pan de vida que ha descendido del cielo para dar vida al mundo. Además del maná esta este panal nos lleva al Cantar de los cantares (4,11), versículo que se puede leer alegóricamente como la unión entre Dios y la amada: Novia mía, néctar destilan tus labios, miel y leche, bajo tu lengua; y la fragancia de tus vestidos cual fragancia del Líbano. Otro versículo conveniente es 5,1: He entrado en mi jardín, hermana y novia mía, he recogido mi mirra y mi bálsamo, he comido mi néctar con mi miel, he bebido mi vino con mi leche. Compañeros, coman y beban, embriáguense de amores. Otro texto oportuno es Prov 16,24:Panal de miel son las palabras amables, dulzura en la garganta, salud de los huesos.  En Sir 24,20 la sabiduría declara: mi recuerdo es más dulce que la miel,   poseerme es mejor que los panales. Asenet compara la miel no con la sabiduría de Dios sino con su misericordia (JosAS 12, 14-15):... Esta transformación se completa cuando José besa a Asenet, tendió José sus brazos y rodeó con ellos a Asenet, y ella a José, y se abrazaron largo rato, mientras reanimaba su espíritu (JosAs19,3),

La comida de los ángeles en textos rabínicos

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Respecto al alimento de los ángeles continuemos viendo otros ejemplos. En LvR cuando versa sobre Ex 24,11 leemos: R. Joshua dijo: ¿Subieron ellos con suministros al Sinaí, de modo que vosotros seáis capaces de decir: "Y ellos contemplaron a Dios y comieron y bebieron"? No, pero se os enseña que ellos alimentaron sus ojos en la Shekinah. "Y ellos contemplaron a Dios", como un hombre que contempla a su vecino mientras éste come y bebe. R. Johanan dice: Ellos efectivamente se alimentaron como está dicho: "a la luz del semblante del rey es vida" (Prov. 16,15). Otro texto pertinente es b.Ber 17a donde se habla de la condición angelical que el justo asume en la edad venidera, lo que implica también un cambio de dieta: Rav solía decir: La edad venidera no es como la presente. En la edad venidera no habrá comida ni bebida ni procreación ni profesiones ni comercio ni celos ni odio o competencia; los justos se sentarán con sus coronas sobre sus cabezas y se alimentarán con el esplendor de la Shekhina como está dicho: "Y ellos contemplaron a Dios  comieron y bebieron" (Ex 24,11).   En el 3Enoc leemos que Adán y su generación a la puerta del Jardín del Edén para contemplar la imagen de la estatura del esplendor de la Shekinah"(5,3). En la Hejalot Rabbati leemos: Feliz es el ojo que es alimentado y que contempla la maravillosa luz del Trono de Dios, su asombrosa y maravillosa visión (8,3). Por el contrario, los malvados en el 3Enoc están condenados a estar lejos del resplandor de la Shekhina. Za´afiel está a cargo de las almas de los malvados, para mantenerlas alejadas de la presencia del Santo, bendito sea, del esplendor de la Shekinah, hasta el Gehinnom (44,3). En Gn R 2,2 leemos: R. Abbahu dice...las creaturas del mundo de arriba y las creaturas del mundo de abajo fueron creadas en el mismo instante, pero las creaturas del mundo superior fueron alimentadas por el esplendor de la Shekinah, mientras que las del mundo de abajo no comieron hasta que se esforzaron por ello. En PR 48,3 leemos: R. Haggai en el nombre de R. Isaac dice: Esta escrito...."Tú sostienes a todos ellos" (Neh 9,6). Tú eres el sustento de todos ellos. Los ángeles no comen o beben o prueban la muerte. ¿Por qué? Porque ellos ven la imagen de Mi Gloria y ellos son alimentados por el esplendor de la Shekinah. Porque a pesar que he dicho que ellos no ven Mi Gloria, como R. Isaac dijo, ellos ven como si fuese a través de un velo. "En la luz del rostro del Rey hay vida", "Tú sólo eres Dios...y tú los sostienes a todos". En TB Babba Batra 10a leemos: "Al despertar me saciaré de tu presencia" (Sal 17,15). R. Nahman b. Isaac dijo: Estos son los sabios que mantuvieron sus ojos despiertos del sueño de esta edad presente, y en la era venidera el Santo, bendito sea, los saciará con el esplendor de la Shekinah. En TB Sotah 49a leemos: R. Juda b. Hiyya dijo: A cualquier sabio que estudia la Torán en difíciles circunstancias su oración será escuchada, como está dicho..."Aunque el Señor les dé el agua tasada   y el pan medido, ya no se esconderá tu Maestro (Is 30,20), R. Abbahu dice: Ellos lo satisfacen desde el esplendor de la Shekinah, como está dicho, "Y con tus ojos verás a tu maestro" (Is 30,20). En ExR 45,5: R. Hoshaiah Rabbah dijo: Él hizo algo bueno cuando escondió su rostro. El Santo, bendito sea, le dijo: Yo vino a mostrarte mi rostro y tú me honraste y escondiste tu rostro. ¡Por tu vida! Tú estarás conmigo en la montaña por cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber porque serás alimentado con el esplendor de la Shekinah como está dicho: "Y Moisés no sabía que tenía radiante la cara por haber hablado con el Señor (Ex 34,29). Pero Nadab y Abihu descubrieron sus cabezas y sus ojos comieron sus del esplendor de la Shekinah". Aquí el ser alimentado por el resplandor de la Shekinah es algo positivo, lo que distingue a Nada y Abihu de Moisés es el respeto que unos y otros mostraron por el honor de Dios.  La concección entre este ser alimentado con el esplandor de la Shekinah de parte de Moisés y los ángeles está descrito en otro texto de ExR 47, 7: Fue una buena cosas para Moisés que ayunará 120 días cuando recibió la Torá. ¿Cómo se alimentó Moisés? Del esplendor de la Shekinah, como está dicho: "Y  tú provees sustento para todos ellos".  

Pan de Vida en Jn 6 y JosAs

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Existe una expresión en común entre José y Asenet y Jn, el pan de vida. En el apócrifo la expresión pan de vida se acompaña de otras como copa de inmortalidad ungüento de incorrupción (8,5-7; 15,5; 16,6). También encontramos el paralelo, copa de inmortalidad (8,9;19,5; 21,21). El lenguaje referido a la comensalía cumple distintas funciones en este texto. Una de ellas es la de distinguir al Judío que adora al Dios verdadero y que por lo tanto posee la vida, de los gentiles idólatras.Es por esto que José exclama:  A un varón piadoso, que bendice con su boca al Dios vivo, que come el pan bendito de la vida, bebe la copa bendita de la incorruptibilidad no le está permitido besar a una mujer extranjera, que bendice con su boca imágenes muertas y mudas, come de la mesa de los ídolos carnes de animales ahogados, bebe la copa de la traición procedente de sus libaciones y se unge con la unción de la perdición (8,5). Por lo tanto, la copa de la inmortalidad y el pan de vida representa el alimento de los vivos, de los que conocen al Dios verdadero, al pueblo de Israel. En Jn el que come del pan de vida también vivirá para siempre. Asenet come del panal que no es otra cosa sino la comida de los ángeles de Dios en el paraíso y comparte así su inmortalidad (16,14). La tradición sobre que el maná era alimento de los ángeles no sólo está atestiguada en este apócrifo. Mencionemos el texto masorético al Sal 78,24ss donde el maná  es descrito como el pan de los seres poderosos, que los LXX traduce como de los ángeles. Ver también que esta idea está implícita en Sab 16, 20-23. Esta transformación se ejemplifica con los vestidos que se puso, brillantes como como un relámpago (18,3). Otra semejanza es que en ambos los efectos de la inmortalidad, de alguna manera, ya se experimentan desde el presente. La inmortalidad, en ambos casos, es el efecto de un proceso de conversión. En Jn 5,24-25 leemos: Les aseguro que quien oye mi palabra  y cree en aquel que me ha enviado    tiene vida eterna y no es sometido a juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. Les aseguro que se acerca la hora, ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Otro paralelo importante es la mención al maná del desierto que en JosAs se relaciona con el panal que el ángel le da a la mujer y en Jn con el pan de vida. Les aseguro, no fue Moisés quien les dio pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. 6,33: El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo (Jn 6,32-33)Yo soy el pan de la vida: el que viene a mí no pasará hambre, el que cree en mí no pasará nunca sed. 6,36: Pero ya les he dicho: ustedes [me] han visto y sin embargo no creen (Jn 6,35-36). Por último mencionemos también que en JosAs el pan de vida está relacionado con la Torá, por ello Asenet reconoce en su oración: Pequé, Señor, pequé; falté a tu ley y a tu veneración (12, 5). En Jn 6 también se relaciona al maná con la Torá al reconocer que fue dada por Moisés. Pero la conclusión es otra, Jesús se contrapone con el maná dado por Moisés (la Ley) la que no puede dar vida (6,48-51): Yo soy el pan de la vida. 6,49: Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron.6,50: Éste es el pan que baja del cielo, para que quien coma de él no muera. 6,51: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien coma de este pan vivirá siempre. Para más detalles: Randall D. Chesnutt, "Bread of Life in Joseph and Aseneth and in John 6", en Johannine Studies, Essays in Honor of Frank Pack (Ed. J.M. Priest), Pepperdine University Press, p. 1-16

La Torá y la Ley de la Naturaleza en Filón

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Para Filón de Alejandría la Torá viene de Dios. Dios es el verdadero legislador (Sacr. 131; Det. 68; Mos 2.48; QE 1.42; Spec. 2.129). El modelo de la Torá es la ley eterna. En ese sentido la Torá existe por debajo de la ley de la naturaleza  que existe en el ámbito del logos y que es, en algún sentido, el logos mismo. La Torá estaría un poco por debajo de la ley natural por cuanto es escrita y se encuentra, como copia de la verdadera, en un estado corruptible. Sin embargo, la Torá es por lejos la mejor ley escrita. Es la que todo hombre necesita por cuanto es una copia de la ley de la naturaleza (Opif. 3,69, 71; Abr. 3; Mos.2.11, 13,48). La Torá de ninguna manera contradice la ley de la naturaleza implementada de manera divina en la creación (Opif.3). La Torá hace que aquellos que la observan sean bondadosos con su prójimo (Spec. 2.104). El prosélito que obedece la Torá llega a ser de inmediato temperado, modesto, etc (Virt. 182). 
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